El que anda mal y de malas es el alcalde de Gómez Palacio, Octaviano Rendón, que tiene a la ciudad bajo los reflectores, pero con una luz nada halagadora. La múltiple ejecución del líder de los taxistas Jaime Meraz, su esposa, su hijo y un compañero, envió olas por toda la Comarca que llegaron a los medios de comunicación nacionales. El sello del crimen, una balacera en la casa de Meraz, es preocupante, pues nadie se avienta un asesinato así si no piensa que se va a salir con la suya. Los móviles que sigue la Procuraduría de Durango son múltiples, desde un conflicto gremial hasta el narcotráfico u otras actividades ilícitas. Es un pésimo colofón para los últimos meses de la gestión de don Octaviano, a quien hay que recordarle que la triple ejecución en octubre pasado de un joven acusado de venta de droga, su abogado y su hermana, se originó por el problema del narcomenudeo en Gómez Palacio y se derramó hacia Coahuila pues dos de los asesinatos ocurrieron de este lado del río. A todo esto hay que agregarle el lío que se traen por la concesión del servicio de limpieza y los múltiples llamados de la Iniciativa Privada para que se cancele la licitación que benefició a Proterra ante la revelación de un regidor del PAN que admitió estar debidamente ?engrasado?. Para ponerle más sabor al caldo, Gómez Palacio entra en estas semanas de lleno a la actividad electoral y el panista Augusto Ávalos y el priista Ricardo Rebollo compiten por quién pinta el peor panorama de la ciudad.
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De este lado, el conflicto entre el alcalde José Ángel Pérez y los priistas por la supuesta ?represión? policiaca contra una síndico y un regidor que defendían a los transportistas en paro, está tomando tintes surrealistas. Los diputados del PAN andan diciendo que las ?lesiones en el vientre? que presentó la síndica priista Claudia González luego de la bronca con policías la semana pasada, son en realidad producto de una operación que se le realizó en diciembre pasado. Nuestros subagentes disfrazados de pájaros en el alambre nos informan que los panistas tenían esta información, pero se resistían a soltarla a menos que las huestes tricolores se pusieran muy necias con el asunto de que fueron reprimidos. Eventualmente, fueron los diputados del PAN los que lo comentaron. Lo curioso fue que cuando doña Claudia se enteró que los panistas tenían esta información, cambió su versión de los hechos y ya no dice que los policías la golpearon, nomás que la tocaron sin permiso previo donde no debían. ¿Será que los priistas ya dejaron todo descaro para mendigar unos puntos ante la opinión pública?
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Y ya que mencionábamos a don José Ángel, resulta que el alcalde se lesionó la rodilla cuando la hacía de portero para el ?Guerretón? organizado por el Santos Laguna. Al relevo entró nada menos que Oswaldo Sánchez, el flamante guardameta santista. No cabe duda que si don José Ángel tuviera esos apoyos de lujo en su Administración, otro gallo nos cantaba, pero no los tiene.
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Los funcionarios de Seguridad Pública de Durango se pusieron muy contentos con la noticia de que el Ejército Mexicano llegó a la entidad a combatir a los narcotraficantes que producen marihuana y amapola en la sierra, en el llamado ?triángulo dorado? donde el estado tiene su partecita. Con esto, Durango se suma a Michoacán, Guerrero y Baja California como las entidades tristemente distinguidas por tener la seguridad tan deteriorada que necesitan que el Ejército vaya y ponga orden. El operativo fue tan discreto que el procurador del Estado, Jesús Gutiérrez, se enteró de la llegada de los soldados hasta que se lo dijo un reportero, pero rápidamente se acomodó congratulándose por el acontecimiento. Curiosamente nadie en el Gobierno Estatal ha reparado que el operativo es un reconocimiento a su propia incapacidad para combatir el narcotráfico, así que en lugar de congratularse, deberían reflexionar sobre qué provocó que el Ejército tomara la situación en sus manos y viniera a tratar de sacarles el buey de la barranca, sin ofender a nadie.
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Nuestros subagentes disfrazados de fuerzas vivas en el ?muerto? PRI nacional, nos cuentan que el gober Humberto Moreira anda con que sí o con que no, pero con que lo más probable es que quién sabe, en su decisión de apoyar a Beatriz Paredes para ser la jefaza del otrora invencible. Lo que trae más ardidos a las huestes de doña Beatriz es que el gober ya se había inclinado por ella, gracias al acercamiento que tuvieron propiciado por el diputado sampetrino que quiso ser gobernador, Javier Guerrero, pero que ahora se quiere hacer de rogar y anda en la versión local de Hamlet, debatiendo si le da el apoyo a Paredes o a Enrique Jackson. La clave, al parecer, se llama Elba Esther Gordillo, la lideresa magisterial que a pesar de ser expulsada del tricolor, es una de las operadoras más activas en el proceso interno de su ex partido. A Kafka no se le hubiera ocurrido semejante absurdo, pero la maestra ya puso sus fichas a favor de Jackson pues a doña Beatriz dicen que la detesta. Así que don Humberto, que procede del gremio magisterial, anda viendo dónde pone sus querencias, que a final de cuentas lo hará donde más le convenga.
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