¿Qué se puede hacer con diecisiete millones de pesos? Construir más de treinta aulas, pavimentar un buen número de calles, pagar más de once veces la inversión municipal en salud en 2006, pagar casi cinco veces la inversión en agua potable. O pagar los retrasos en tres obras viales ejecutadas por el Municipio. Usted escoja; pero lo relevante en la admisión que el alcalde José Ángel Pérez hizo sobre los retrasos en obras de la ciudad es precisamente el monto que se debe desembolsar porque sus funcionarios no se comunican bien. Resulta que los atrasos en la modernización del bulevar Juan Pablo Segundo, el bulevar Revolución y el par vial Madero-Comonfort se dieron porque las dependencias municipales no rebotaron los proyectos entre sí y tuvieron que andar haciendo modificaciones sobre la marcha. Es un eufemismo muy bonito para explicar la situación, pero lo que don José Ángel haría bien informar es de dónde va a salir el dinero para pagar las ?adecuaciones? y quiénes son los funcionarios responsables. ¿Alguien querrá poner los diecisiete millones de su bolsa, o los va a pagar el pueblo?
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El gober Humberto Moreira anda hoy por estas tierras en su primera gira del año. Nomás se tardó tres semanas en venir de visita (a Torreón vino primero el de Durango), para aventarse una gira por San Pedro, Matamoros, Viesca y Torreón, como parte de un periplo por los treinta y ocho municipios en el mes de enero. Para que no digamos que no nos pone atención, don Humberto abrió su visita declarando que la demolición del DVR está planeada para marzo, aunque hay algunos que todavía dudan de esa fecha porque han dado muchas y no se cumplen. El gober inaugura hoy la clínica oftalmológica que le regaló Fidel Castro. Lo que nuestros subagentes no han podido averiguar es si don Humberto tiene una veladora prendida por el comandante, porque quién sabe si Raúl Castro lo vaya a ?pelar? después de que su hermano ?efectúe el tránsito?.
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El que se prepara para los manteles largos es el diputado Jorge Zermeño, quien contraerá nupcias el próximo nueve de febrero en una fiesta a la que estará invitada la crema y nata del panismo nacional. Don Jorge luce más repuesto después de los estresantes días de diciembre en los que contrajo náuseas al presidir el circo legislativo y la agitada toma de posesión de Felipe Calderón. Por cierto, nuestros subagentes disfrazados de ardillas en Los Pinos nos comentan que don Felipe no ha confirmado si viene al enlace del hombre que le puso la banda presidencial, por lo menos para devolverle el favor. Al parecer, dicen, el presidente corre el riesgo de aficionarse a los eventos sociales de la localidad.
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Y hablando del presidente y sus amigos laguneros, el que andaba placeándose en la gira de Calderón por Saltillo la semana pasada, era su compadre, Guillermo Anaya, que más que senador parecía coordinador de giras, pendiente de todo movimiento. Para don Memo debió ser un alivio sentirse cobijado por su compadre con eso de que los priistas en el Congreso estatal lo traen finto con el asunto de las cuentas públicas, el predial y la auditoría a Simas de los años en que fue alcalde. Nuestros subagentes disfrazados de mamparas nos informan que el gober Moreira nomás veía al senador de reojo a ver si no le quitaba los reflectores. Claro, una cosa es ser gobernador pero otra, muy distinta, es ser compadre del ?preciso?. Afirman que don Memo aprovechó para mirar por los cuatro costados al Palacio Rosa, que le pareció bonito.
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El que ya de plano admitió que la situación de inseguridad en Gómez Palacio lo ha rebasado, es el alcalde Octaviano Rendón, con eso de que pidió a la Federación que por favorcito, si no es mucha molestia, le manden un contingente de policías federales para poner orden en la ciudad que vio cuatro ejecuciones hace poco más de una semana y está asolada por el narcomenudeo. Las autoridades de Gómez Palacio pueden pretender que la solicitud es una muestra de mano firme contra la delincuencia, pero no pueden ocultar el hecho que es un triste epílogo para el actual ayuntamiento, que tiene que pedir una tabla de salvación para cruzar el río y llegar a la orilla.
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Y hablando de la cuestión de seguridad, ayer comenzó la instalación de retenes en Coahuila como parte de operativos para prevenir el ?efecto cucaracha?, en el que los narcos desplazados de estados que tienen operativos militares, se trasladen a otros estados mientras ?pasa el aire?. Nuestros subagentes disfrazados de segundos pisos en la capirucha del esmog, nos informan que el gober Humberto Moreira prefirió saltarse el evento en el que Felipe Calderón lanzó su plan de seguridad (dice que no fue requerido porque Coahuila es un estado bien seguro). Aún así, el gober salió bien servido, ya que consiguió el apoyo de Fuerzas federales para el estado, pues el Ejército y la PFP participarán en los retenes. Pero como ocurrió en Durango, congratularse de que ?ahí vienen los federales? es una admisión tácita de que ?los estatales? nomás no funcionan.
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