¿En qué se parecen José Ángel Pérez y Pancho Villa? En que los dos “primero ajusilan y después viriguan”. Al menos eso es lo que sucede en el caso de la construcción de estacionamientos en la calle Donato Guerra frente a la Alameda. Primero llegaron las máquinas para quitar camellones y luego, ante las protestas de vecinos, dejaron la obra a medias para preguntarles a ver qué opinan y a ver si quieren. Excelente la planeación del Municipio, que lo pone en la siguiente situación: si los vecinos se oponen, ¿darán marcha atrás a la obra, gastando dinero en el proceso? ¿O le seguirán de cualquier manera, haciendo irrelevante la consulta ciudadana? Por cierto, al que no le sirvió de mucho el cursillo para hablar bien en los medios es al director de Desarrollo Urbano, Alberto Hermosillo, que declaró a una radiodifusora que eran 48 cajones de estacionamiento, cuando el contrato con la constructora dice que son 148, y que declaró también que él sí lo había consultado con vecinos, pero que la dirección de Obras Públicas no, pero luego le dijo a uno de nuestros subagentes que sólo lo consultó con otros directores. Nada más que esto tampoco suena, porque cuando le preguntaron a la directora de Ecología del Municipio, Susana Estens, sobre el impacto que la obra tendría en las áreas verdes, puso cara de desconcierto y admitió que no tenía idea de lo que le estaban hablando y que a ella nunca le consultan nada, sino que se entera de problemas cuando ve las protestas en el periódico. Algunas explicaciones tendrá que dar don Alberto, además del hecho de que él renta la finca donde opera un bar frente a la Alameda y un pariente suyo renta el lugar donde opera otro bar vecino, lugares que obviamente se benefician con los estacionamientos.
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¿Y en qué se parecen el Peje López Obrador y el nuevo gerente técnico de Simas, Luis Horacio Salmón? En que los dos ven “complós” por todos lados. Recién estrenado en su chamba, Salmón salió ahora con que alguien la trae contra el Simas y que eso explica los cortes de agua que han sufrido residentes de varias colonias. Un complot, pues. “Cosas raras pasan”, dijo nuestra versión lagunera del Peje. “Quiero pensar”, añadió, que hay gente que provoca fallas. Puede ser gente de adentro de Simas o gente de afuera, aclaró don Horacio. O todo lo contrario, añaden nuestros subagentes. Así explicó los cortes de agua que el fin de semana pasado tuvieron colonias del poniente de Torreón: que se quemó un equipo que no se debió haber quemado y que “alguien” cerró unas válvulas. Pues con ese delirio de persecución queda todo explicado, excepto por el pequeño detalle de que las fallas también sucedieron el año pasado y en aquel entonces nadie habló de “compló” sino del hecho de que se les olvidó darle mantenimiento a las bombas. Al menos antes sí admitían incompetencia. Total que el nuevo gerente técnico ya embarcó al jefe de la Policía, Alfredo Castellanos, para que ponga a sus muchachos a vigilar las instalaciones y ya hasta pusieron una denuncia contra “quien resulte responsable”. La “teoría del compló” le sirve a Salmón para dos objetivos: ponerse a buen resguardo cuando le empiecen a reportar fallas en el servicio, y de pasada meterle un calambre a su antecesor, Raymundo Rodríguez, quien todavía anda medio sentido porque lo despidieron bien feo. Porque eso de que puede ser gente de adentro de Simas sugiere que don Raymundo todavía tiene sus influencias. Eso sí, esta columna debe felicitar a Salmón por la forma tan ingeniosa en que busca escurrir el bulto.
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Los que en pleno marzo van a hacer su agosto en el Nudo Mixteco son los agentes de tránsito. El inicio de las obras de construcción del sistema vial han dejado confundidos a automovilistas que no saben para dónde agarrar y la presencia de tránsitos en ese punto sirve más para ver quién comete una infracción que para ordenar el caos que naturalmente se dejará venir. A algunos hasta se les pasa la mano, como ocurrió ayer con el agente de la patrulla 6395, que bajó a un automovilista de su vehículo y lo forcejeó hasta golpearlo contra el auto, cuando el conductor alegó que no había hecho nada. Ojalá el jefazo de Vialidad, Alfonso Chavira, tenga más cuidado a la hora de dar instrucciones a su gente para que, dentro del caos que se volverá el Nudo Mixteco en los próximos meses, no se registren incidentes y alivien la confusión de los automovilistas.
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La que por fin (nomás se tardó como mes y medio) se fue a presentar con los empresarios extranjeros fue la delegada de la Procuraduría General de la República, Aurora de la Mora. Recordarán que los ejecutivos de compañías extranjeras, sobre todo de Estados Unidos, andaban bastante enojados por el cateo en casa del ejecutivo de una empresa de alimentos allá por El Fresno, y que le fueron a descargar su furia al pobre del vicegobernador (perdón, Secretario de Desarrollo Regional) Eduardo Olmos, que ni la debía ni la temía. Dicen nuestros subagentes disfrazados de cafeteras que doña Aurora se presentó con los susodichos el jueves pasado, les ofreció una disculpa y les dijo que iba a canalizar la queja allá a los altos mandos de la PGR. Que le hagan caso es otra cosa, pues tampoco puede dar la garantía de que esos cateos “a lo bestia” no volverán a suceder, pues es bastante sabido que en La Laguna operan agentes de la Subprocuraduría de Investigación Especializada contra la Delincuencia Organizada y de la Agencia Federal de Investigación que no le avisan a nadie, mucho menos a la delegada (fue el caso del cateo contra el ejecutivo “güero”). Pero al menos ya fue a tranquilizarlos y se llevó consigo al Secretario de Gobierno, Homero Ramos y al de Fomento Económico, Jorge Alanís, que ha de andar asustadón de que las travesuras que hace aquí la PGR (y las del narco, obviamente) le empiecen a espantar inversiones.
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Allá en la peronera capital, el Ayuntamiento de Saltillo se puso a emular la política exterior del gober Humberto Moreira, nada más que corregida y bastante aumentada pues resulta que el pleno del Cabildo y otros funcionarios se apuntaron para viajar a Cuba, a la ciudad de Holguín, que este año le dedica su festival anual a Saltillo, ciudad hermana. 19 funcionarios se iban a aventar el viajecito con cuenta al erario, por supuesto, buscando reponer lo que no tuvieron chance de hacer cuando se despacharon un periplo similar el año pasado del cual, obvio, nunca informaron nada. Pero nuestros subagentes disfrazados de militantes del Partido Comunista Cubano nos informan que los pobres funcionarios se quedaron con la guayabera y las sandalias en la maleta porque el alcalde Fernando “El Diablito” de las Fuentes dijo que “ni máiz paloma”, que nomás iban cinco regidores. Aunque varios de los restantes podrán consolarse con un viajecito a Austin, Texas, al cabo que hay para todos. No cabe duda que los tiempos cambian. Antes había que ser diputado para hacer turismo a cuenta del erario; ahora, con la activa diplomacia que se traen allá en Saltillo, ya con ser regidor alcanza.
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El que ya aprendió la lección de que el que madruga Dios le ayuda es el candidato del PAN a la alcaldía de Gómez Palacio, Augusto Ávalos, que ya empezó a poner su cara en anuncios por la ciudad, comenzando por la mismísima entrada a Gómez Palacio por el puente del Miguel Alemán. El espectacular es lo primero que ve uno al tomar el puente a Gómez Palacio. También arrancó con espots de radio y campaña en medios para que su contrincante, el priista Ricardo “O naranja” Rebollo no le coma el mandado. Y eso que nomás faltan tres meses y una semana para las elecciones, o sea que más nos vale que nos vayamos acostumbrando.
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