Los que deben ir con el dentista a que les pongan unos colmillos, son los miembros del Comité del Impuesto Sobre Nóminas. Dicen nuestros subagentes que disfrazados de ceniceros estuvieron en la última reunión, que los representantes de la iniciativa privada se quedaron como el chinito, “nomás milando” el juego de ping-pong verbal entre el alcalde José Ángel Pérez y representantes del Gobierno del Estado que no se pusieron de acuerdo sobre las obras a darle prioridad este año con recursos del ISN. El subsecretario de Finanzas, Javier Villarreal, planteó la necesidad de tres ampliaciones carreteras en el noreste de la ciudad, pero don José Ángel lo paró en seco con su “paquete” de obras del Centenario, que ya se conoce como el “pa’quetesperes”, porque nomás anuncia estacionamientos, plazas, centros educativos y no concreta nada. Espérense hasta abril, les pidió el alcalde a los “ipecos” ahí presentes, que son los que deciden el destino de los recursos del ISN y los susodichos se retiraron sin decir nada. Fue hasta un día después cuando dijeron que van a exigir al Municipio detallar cuáles son esas obras, porque es posible que algunas de ellas no correspondan al uso que se le da al ISN, que es infraestructura vial. Pero sorprende que durante la reunión nadie se paró a exigirle al alcalde que detallara ese mentado paquete que ya parece un fantasma, a menos de seis meses de que la ciudad cumpla cien años. Y ya para qué hablamos del comité de Simas, que parece que está nomás de adorno con varios asuntos, como la designación de Luis Horacio Salmón en la gerencia técnica, que se hizo sin consultarlos. Total que nadie sabe ya qué representan estos consejos y nomás dan pie a la sospecha de que más de un representante de cámaras andan viendo por algún interés empresarial.
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Ahora que el gober Humberto Moreira declaró que ve con buenos ojos la pugna por despenalizar el aborto allá en la capirucha del esmog, más de uno se puso a temblar anticipando que, como el gober es dado a las iniciativas “progres”, el Congreso estatal podría considerar pronto una iniciativa para legalizar en Coahuila la interrupción del embarazo. Y es que el desmentido de don Humberto, afirmando que la decisión de terminar un embarazo no es exclusiva de la mujer y que no existe ninguna iniciativa sobre el tema, como que no es suficiente para apaciguar a la derecha. Después de haber impulsado la iniciativa para legalizar uniones homosexuales, pues como que la agenda “progre” necesitaría otra bandera. Total que el gober prefirió darle por otro lado al debate, anunciando una campaña para promover la vasectomía, empezando por él mismo, aunque no aclaró si tal decisión ya la consultó con su futura esposa. De cualquier forma, por si algún diputado tricolor va a andar de oficioso pensando que le va a hacer un favor al gober presentando una iniciativa así, bien haría en recordar que encuestas indican que la mayoría de la gente se opone al aborto como remedio por si falla el anticonceptivo y que lo aprueban sólo en situaciones estrictas y de emergencia (violación, peligro de la madre). Y por lo menos esperamos tener un debate civilizado, sin acusaciones de ser “mocho” o amenazas de ir a los apartados infiernos.
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Con eso de que la planeación y ejecución de obra pública en Torreón ha dejado a varias partes de la ciudad como zona de desastre, nuestros subagentes que rondan la Presidencia Municipal se preguntan dónde está metido el nuevo “vicealcalde” Ricardo Muñiz, que José Ángel Pérez se trajo, según esto, para coordinar las diversas áreas que tienen que ver con obra pública y urbanismo. Los atrasos en obras, la falta de consulta entre vecinos, como ocurrió con el estacionamiento en la Alameda, la pobre señalización y la nula planeación que llevó al Municipio a dejar postes sobre la avenida Juárez han puesto en evidencia desorden y fallas de comunicación entre los encargados de planear y hacer en la ciudad. Desorden que, supuestamente, don Ricardo iba a venir a remediar, facilitando el contacto entre funcionarios y coordinando lo que hacen. Para eso cobraría sesenta mil pesillos al mes, aunque el Cabildo aún no autoriza su puesto. Por lo visto, el amigo de la infancia del alcalde está todavía metido en cursos intensivos que le permitan conocer algo de cómo funciona una ciudad, cosa que no se aprende muy rápido cuando uno se dedica veinte años al negocio algodonero (a menos que quiera sembrar capullos en los camellones, que a lo mejor se verían bonitos).
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Como el senador panista Guillermo Anaya mejoró sus palancas en el Gobierno Federal, al convertirse en “primer compadre”, el que está brincando de contento es Fernando Gutiérrez, quien fuera vocero de don Memo en la alcaldía y que ahora cobra al amparo de Jorge Zermeño en la Cámara de Diputados (ya se sabe que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error). Resulta que don Fernando, mejor conocido como “el Guti”, ya se ve como delegado de alguna dependencia federal. Las malas lenguas dicen a nuestros subagentes que las posibilidades son la Comisión Nacional del Agua (con lo cual don Fernando aparecería milagrosamente convertido en especialista en hidráulica) o de perdida se conformaría con el Fovissste (con lo cual aparecería milagrosamente convertido en especialista en vivienda). Qué bueno que tenga de dónde escoger.
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Los gobers Humberto Moreira e Ismael Hernández Deras andan peleando por colgarse la medalla de la gestión para liberar el permiso de importación y distribución de semilla transgénica en la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales. El jueves de la semana pasada, cuando apenas se dio la noticia de la liberación de la semilla, inmediatamente la oficina de comunicación social del “Gobierno de la Gente” envió un boletín atribuyendo la gestión a don Humberto. Con eso le ganaron la nota a los voceros de don Ismael, que más rápido que inmediatamente procedieron a decir que era el de Durango el que había hecho las gestiones. El domingo, los productores de algodón de la Comarca Lagunera publicaron un desplegado agradeciendo al gober Hernández Deras su gestión y el nombre de su colega de Coahuila brilló por su ausencia. Sólo se mencionó a Héctor Fernández Aguirre, secretario de Fomento Agropecuario de Coahuila, pero también se nombró a Pedro Godínez, su contraparte de Durango. El problema era grave, pues en caso de que no se liberara la semilla de algodón, estaba en riesgo la producción de 24 mil hectáreas: 5,500 de Durango y 18,500 de Coahuila. Dicen nuestros subagentes disfrazados de pizcadores, que los productores de Coahuila están algo sentidones con el gober Moreira porque no se movió tanto como dicen sus voceros. Pero en cualquier caso, resulta notorio que los gobernadores se preocupan por quién se lleva el crédito sin pensar que se les paga precisamente para que hagan su chamba, no para que se lleven los reflectores.
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El Municipio admitió que no cuenta con suficientes agentes de tránsito para vigilar el tráfico en los puntos de conflictos viales por la construcción de obras, como el Nudo Mixteco, pares viales y esas cosas. Pero ese reconocimiento lleva a pensar de qué se trata esa campaña de tener la “mejor Policía del norte del país”, entendiendo por Policía tanto la seguridad pública como la vigilancia vial. O sea, ¿dónde quedó tanta patrulla que se compró? La respuesta es fácil: varias patrullas se pasan el tiempo recorriendo colonias residenciales para pescar a “júniors” que andan dando el “rol”, en lugar de cumplir obligaciones en otras partes de la comunidad más necesitadas de vigilancia. Total que el jefazo Alfonso Chavira, mejor decidió anticiparse a cualquier problema que pueda venir con el caos vial diciendo que de plano no va a poder con el paquete. Mientras tanto, los agentes buscan la mejor ubicación para sacarle el mayor provecho a su trabajo, ya se sabe cómo es eso de las “cuotas voluntarias” que deben reportar a la superioridad que de alguna parte han de salir.
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