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VERDADES Y RUMORES

El agente 007

La Comarca todavía está en estado de sorpresa por el atentado contra el empresario y ex alcalde de Gómez Palacio, Carlos Herrera y su esposa. El ataque del domingo significa, en pocas palabras, la escalada más dramática de violencia del crimen organizado en la región. En términos numéricos, el poder de fuego desplegado contra el empresario hace ver a las balaceras de los últimos meses como agarrones a pedradas. En cuanto al simbolismo, no estamos hablando de un ataque furtivo, por la noche en un lugar poco transitado, sino en pleno mediodía en céntrico bulevar, a un personaje de alto perfil público de La Laguna, dado su doble papel de empresario y político y cuya fuerza de seguridad privada es una de las más grandes de la región. Es decir, con razón hay gente temblando. El atentado se distinguió también por la intensidad con que corrió el rumor de boca en boca y la rapidez con que, ahora sí, las autoridades se pusieron las pilas. El gober de Durango, Ismael Hernández Deras se dejó caer por acá para ir al hospital y luego encerrarse con el gober de Coahuila, Humberto Moreira, que canceló su ida al evento para celebrar el Día del Maestro. El alcalde José Ángel Pérez se dejó venir desde México, de donde, dicen nuestros subagentes, iba a brincar a Pachuca para el juego del Santos. Por cierto, sorprendió que don José Ángel pasó dos días sin hacer declaraciones, y fue hasta el martes cuando pidió calma. Por lo pronto, dicen nuestros subagentes, ya se espera una mayor presencia del Ejército para poner un poquito de orden en la región, donde el miedo ya se bajó del burro.

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Pasando a cosas menos sangrientas, pero no por ello menos importantes, a un año de que se decidiera la demolición del Distribuidor Vial Revolución, por fin el Gobierno del Estado tomó cartas en el asunto que van más allá de decir que “estamos investigando” o que “la averiguación avanza” o de dar plazos que no se cumplen. Las huestes del gober Humberto Moreira decretaron ya el cierre del viaducto del DVR que conecta el bulevar Revolución con el Periférico, que será efectivo a partir de hoy o mañana y piensan extender la clausura hacia el viaducto que corre en sentido contrario y luego a los que conectan las carreteras a Mieleras y a Matamoros. El cierre llega al cumplirse un año de la entrega del dictamen de la Universidad Autónoma de Nuevo León y ante la conclusión de un segundo estudio de Grupo de Ingenieros Militares Asociados, una constructora de la capirucha del esmog especializada en infraestructura militar y hasta donde se sabe, el gober Moreira no tiene parientes trabajando. El problema, sin embargo, sigue siendo la tardanza de la Procu de Justicia para terminar la averiguación previa, porque Jorge Viesca, ex secretario de Obras Públicas, no se ha dignado a declarar ante la Secretaría de la Función Pública. Nuestros subagentes se preguntan por qué el principal responsable de la obra todavía no figura en la lista de comparecientes. Ojalá que el cierre del DVR acelere más las cosas, pero también que la clausura no se haga al aventón y se tengan bien planeadas las vías alternas para que la gente, que es la que sufre las barbaridades del Gobierno, no pase mal rato. El que va a caminar con esta “papa caliente” es el vicegobernador (conocido también como Secretario de Desarrollo Regional) Eduardo Olmos, pero el que parece que además la quiere entre las manos es el sucesor de don Lalo en Obras Públicas, Luis Gerardo García Martínez, que fue el que declaró que el chistecito de tumbar y reconstruir el DVR saldrá en 250 millones de pesillos. Quién sabe cuánto va a querer don Yayo seguirle con el tema cuando fue su tío, el gober Enrique Martínez, el que dejó el DVR como una de las “joyas” de su sexenio.

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Nuestros subagentes que venden pan de pulque afuera del Palacio Rosa de Saltillo, nos comentan que el gober Humberto Moreira anda medio enfadado con el comité del Impuesto Sobre Nóminas porque nomás no se decide entre asignar los recursos a las obras viales que quiere el Estado o a los parques y museos que quiere el alcalde José Ángel Pérez. Al parecer, el gober no se explica por qué don José Ángel sigue amachado en sus obras, cuando el Comité del Centenario podría aventarse la tarea de construir el Jardín Botánico y los museos de ciencia y del algodón con la lana que había prometido don Humberto. Y es que al gober se le hace fácil prometer los cien millones y esperar a que se presenten los planes si aquí no hay nadie que se los exija con los proyectos en la mano y llame a cuentas. Pero el caso es que el gober amenaza con dejarse venir a la próxima reunión del ISN a fin de mes y amarrarse a una silla hasta que los consejeros no se pongan de acuerdo. ¿Lo cumplirá don Humberto? ¿O será esa amenaza un desplante más? Esperen el siguiente capítulo de esta novela.

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Nuestros subagentes en la Presidencia Municipal comentan que dentro de un mes iniciará la primera fase del plan para semaforizar (bien) la ciudad de Torreón, viendo que ahora hasta los semáforos inteligentes han salido bastante mensos. Al parecer, los últimos en enterarse de que los semáforos son un desastre son los muchachos del alcalde José Ángel Pérez, porque ni siquiera los constantes señalamientos han hecho que salgan de sus casas a ver cómo está el problema. Según esto, ya encontraron el proyecto de resemaforización que estaba arrumbado en el fondo de un cajón en la oficina del jefazo de Desarrollo Urbano, Alberto Hermosillo. La pregunta es si ese plazo de un mes va en serio o la modernización va por el mismo camino de los pares viales que nomás no terminan nunca.

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El que se movió rápido tras el atentado contra Carlos Herrera fue el candidato del PRI a la alcaldía de Gómez Palacio, Ricardo Rebollo, que no se tardó nada en convocar a una marcha contra la inseguridad. Por su parte, el panista Augusto Ávalos se ha mantenido callado ante el asunto y aunque ya preparaba una marcha para junio, no ha salido con una iniciativa similar en reacción al atentado, quién sabe si por el coraje de que don Ricardo le ganó la idea o por la impresión, bastante fundada, de que la marcha puede verse como un intento de sacarle raja política al asunto. No estuvo nada mal la iniciativa de don Ricardo, pero ahí les va un consejo no pedido: que ambos candidatos organicen juntos la marcha para tratar el problema de la inseguridad como lo que es, una preocupación que no reconoce banderas partidistas. Los dos se anotarían buenos puntos al aparecer sintonizados con el sentir ciudadano y nadie los acusaría de sacarle provecho político al asunto. Ahí se las dejamos de tarea.

Quejas y comentarios: agente007@elsiglodetorreon.com.mx

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