Durante meses el gober Humberto Moreira y sus huestes en asuntos políticos y de seguridad repitieron hasta el cansancio que Coahuila no se había visto tan afectada por el crimen organizado. Empezaron broncas en la frontera, pero no era para tanto, porque Coahuila estaba en posición privilegiada pues no estaba como Nuevo León. Empezaron broncas en La Laguna, pero no era para tanto porque Coahuila era más seguro que otros estados. Hasta que llegaron las broncas a la peronera capital y entonces ya cambió la cosa. Y es que la balacera en un casino de Saltillo vino a confirmar lo que todo mundo sabía, que Coahuila es pieza estratégica en la guerra de cárteles que vive el país. Hasta ahora, Saltillo estaba relativamente aislado, incluso de la violencia que azota Monterrey, ciudad en la cual, como es ampliamente sabido, Saltillo es como una colonia. Pero el caso es que el problema llegó ya a una dimensión mayor, amplificada por los rumores y con el ángulo interesante de que los blancos ahora son los casinos, ese regalito que nos dejó la Administración de Vicente Fox y su secretario de Gobernación, Santiago Creel, que por hacer favores permitieron la instalación de esos lugares donde el crimen organizado crece como hongos después de la lluvia. ¿Seguirá pensando don Humberto que Coahuila no es como otros estados?
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De los mismos genios que nos trajeron la nueva avenida Juárez y el par vial Madero-Comonfort, presentamos la nueva producción llamada bulevar Constitución. Nuestros subagentes infiltrados en una cuadrilla de Obras Públicas nos dicen que en esta vía han empezado trabajos para rehacer camellones y levantar banquetas, aunque no se ve con qué finalidad. Es decir, no se están considerando obras necesarias en los cruceros más transitados o los peligrosos y nomás parece que se hacen las cosas al aventón. Es obvio que el bulevar “el chorrito” (porque se hace grandote y se hace chiquito) está de muy mal humor y buena falta le hace una “hojalateada”. Pero la forma de arreglarlo, porque hace tres décadas fue prácticamente diseñado por los especuladores de predios, no es con una obra superficial, sino con un proyecto a fondo y bien pensado (¿no será mucho pedir?), similar al que se hizo en el Independencia o la Diagonal Reforma. Las autoridades están a tiempo para anticiparse al término del Nudo Mixteco y modernizar el Constitución, para tener una buena vía que atraviese la ciudad sin atorar el tráfico. Si este argumento no convence al gober Humberto Moreira y al alcalde José Ángel Pérez, ahí les va otro: imaginen qué gran oportunidad se les presenta para poner nuevos espectaculares anunciando la obra. Se verían bien bonitos.
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Hablando de promoción de las autoridades, el Municipio está confundiendo seriamente a la ciudadanía con los cuarenta nuevos autobuses panorámicos que se incorporaron al transporte público. Hay una verdadera desorientación entre los usuarios. Y es que nadie sabe a quién darle las gracias por esos autobuses tan padres, porque no se les ve por ningún lado la foto del alcalde José Ángel Pérez. Eso sí, los autobuses anuncian orgullosos que “vamos por la modernización del transporte”. No se sabe si el “vamos” se refiere a los autobuses o a la gente o al alcalde. Pero mientras esperamos que el infierno se congele porque hay una obra que no se está publicitando con foto, nuestros subagentes disfrazados de choferes nos comentan que don José Ángel dice que la promoción no es de él, sino de su Administración, pero también anda medio mortificado porque él sí quiere poner su foto en los camiones, nomás que no lo dejan. Lo que pasa es que ya está recibiendo fuego de su propio partido con esa iniciativa del diputado Luis Gurza para limitar la promoción de las autoridades. Por cierto, los subagentes cuentan que hubo uno que otro concesionario vivales que le quiso ver la cara al Ayuntamiento poniéndole carrocería nueva sobre sus viejas cafeteras que escupen más humo que el Popocatépetl, nomás para que se vieran bien modernos y pudieran cobrar la tarifa más alta. Al parecer, los de Autotransporte detectaron el engaño y ya convencieron a los concesionarios de que le entren a la compra de los camiones nuevos porque así disfrazados, ni máiz que les autorizan subir la tarifa.
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A veces los funcionarios, por querer dar una declaración atractiva, salen con tremendos disparates que hasta dan ternura. Es el caso del primer regidor, Pedro Ávila, que dijo el otro día que a partir de ahora sólo se van a tener proyectos bien hechos para las obras públicas, para que ya los engorrosos medios de comunicación no den lata con que las obras están atrasadas o mal hechas. También dijo que ahora sí se van a poner duros contra las constructoras que no cumplan. Lo que don Pedro probablemente no pensó que todo “ahora sí” implica un “no había”. Es decir, al querer ponerse duro, el primer regidor sugirió la posibilidad de que durante año y medio la Administración municipal ha recibido proyectos mal hechos y no ha metido en cintura a las constructoras que no sólo han hecho su agosto, sino también lo que se les pega la gana a la hora de entregar las obras. O sea, decir que “ahora sí” se van a poner truchas es lo mismo que decir que hasta ahora les ha valido sombrilla. En fin, nos consuela que “ahora sí”, el Municipio se va a fajar los pantalones. Habrá que ver si lo cumplen.
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En Gómez Palacio, las cosas están tan bien que ya ni saben qué hacer con el dinero y los proyectos. Lo decimos porque nuestros subagentes por allá reportan que el proyecto de la modernización del bulevar Miguel Alemán ya está listo y los veinte millones de pesillos ya están disponibles, pero resulta que nadie sabe quién va a hacer la obra. Al parecer, el alcalde Octaviano Rendón anda confundido o la confusión la traen los del Gobierno del Estado, el caso es que la obra que se había considerado urgente y que ha sido pieza en las campañas por la alcaldía como una de las obras necesarias de infraestructura está detenida porque nadie quiere agarrar el toro. Obviamente, el bulto se escurrirá a la nueva Administración a ver si ellos sí se ponen las pilas. Y hablando de eso, las campañas en Gómez Palacio andan medio dormidas desde que el jefazo del PAN, Manuel Espino vino a hacer de las suyas y el priista Ricardo Rebollo y el panista Augusto Ávalos ya no han dado de qué hablar.
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¿De qué habrán platicado ayer el alcalde José Ángel Pérez, el senador Ernesto Saro y el ex senador/diputado/candidato a gobernador/secretario general del PAN, Juan Antonio García Villa. Se les vio sentados echándose un cafecito en un hotel de la ciudad durante unas dos horas, según nuestros subagentes disfrazados de frascos de azúcar para endulzar el encuentro. Recordemos que son estos tres grupos los que le hacen la competencia al bloque del senador y primer compadre, Guillermo Anaya y el próximo Embajador en España, Jorge Zermeño, que hace unas semanas anduvieron repartiéndose el pastel del blanquiazul coahuilense. La cuestión es que si este trío dinámico no está unido, el PAN estatal caerá en manos del eje Anaya-Zermeño, así que más vale que enfoquen bien sus baterías. Al parecer, los tres panistas notables se encontraron luego de una reunión relacionada con el tema de la salud, pues Saro preside esa comisión del Senado, García Villa cobra en un organismo federal relacionado y el alcalde, al parecer, anda en todas las sopas. Interesante coloquio, sin duda.
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