Pensábamos que el Santos iba a ganar el campeonato de futbol antes de que el comité del Impuesto sobre Nóminas decidiera qué obras hacer en Torreón. (Todavía pensamos que el Santos será campeón antes de que se terminen las aprobadas el año pasado, pero esa es otra historia). Finalmente el jueves en la noche quedó aprobado un paquete de seis obras viales y cuatro planes de remodelación del Centro Histórico, en una reunión que presidieron el gober Humberto Moreira, que se dejó venir con la amenaza de amarrarse a la silla, y el alcalde José Ángel Pérez, que llegó con una docena de proyectos, todos atractivos, pero algunos que la verdad pueden esperar. Nuestros subagentes disfrazados de macetas comentan que los “ipecos” que conforman el comité, rápidamente aprobaron las propuestas para construir puentes y remodelar el Centro, pero la reunión se alargó tres horas por el agarrón que se dieron el alcalde y el presidente del comité del Centenario, Ramón Iriarte. Dicen que estuvo muy bueno, con don Ramón reclamando la falta de apoyo del Municipio a los proyectos del Centenario y don José Ángel argumentando que sí ha apoyado y que, en todo caso, ese comité depende de él. La cuestión era que había proyectos como el Museo del Algodón que podrían hacerse con los famosos cien millones que prometió el gober (y que hasta hoy han quedado en una ilusión) y no, como quería el alcalde, con recursos del ISN. El caso es que los consejeros casi se atragantan con las hamburguesas que cenaron al presenciar el inesperado “round” entre ambos personajes. Cuentan que el gober nomás agachaba la cabeza buscando la catsup. Obviamente a don Humberto le faltó operación política previa para ver venir el conflicto que tenía meses incubándose y que no redituaba nada bueno para la ciudad. La otra cuestión es que, por increíble que parezca, a noventa días de celebrar el Centenario, todavía había confusión sobre quién se encargaría de las obras y quién de los actos de festejo. Total que a tres meses del cumpleaños no tenemos obras visibles para celebrarlos. Finalmente, don Humberto, don José Ángel y don Ramón se encerraron en cónclave tras la reunión y se quedaron hasta altas horas de la noche planchando las diferencias. Ojalá hayan sacado algún plan de trabajo que permita rescatar algunos de los proyectos culturales que no se concretaron en esta ocasión. Nada más hace falta echarle un poquito de cabeza.
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Un día antes de la reunión, el alcalde José Ángel Pérez armó su “ISN-Tour” y trepó a un camión a unos veinte empresarios, funcionarios y regidores, agarró el micrófono y en plan de gruía de turismo les enseñó las áreas peatonales del centro, el parque en la antigua Jabonera y cosas así. Nomás que los turistas tuvieron que imaginarlo, porque el Centro, como se sabe, está hecho un caos de ambulantes, basura y tráfico y malos olores. Por cierto, nuestros subagentes en la peronera capital reportan que el gober Humberto Moreira armaba esos tours cuando era alcalde, así que no es sólo en los espectaculares donde alcalde y gober parecen almas gemelas. Dicen que a ambos les gusta cantar en el baño aquella de María Grever: “Si yo encontrara un alma como la mía...”
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El que anda peor de golpeado que escuela pública, es el subsecretario de Educación en La Laguna, Jesús Rentería Medina. Ya habíamos comentado que sus propios subordinados le armaron plantón el otro día afuera de las oficinas para protestar por el hacinamiento. Pues el miércoles pasado, don Jesús se llevó a su jefe, el secretario de Educación Jaime Castillo, a inaugurar el Programa de Escuelas de Calidad a la primaria “Agustín Melgar” que, según esto, es “escuela de calidad” porque su turno matutino es bastante bueno y porque el director es Ismael Rentería Medina, carnal del subsecretario. El acto estuvo bonito, excepto que nuestros subagentes disfrazados de maestros sindicalizados nos reportan que el turno vespertino es un desastre, con las computadoras arrumbadas en una bodega llena de cajas de triques, sin poder utilizarse y con los alumnos del vespertino vetados para usar instalaciones y equipo (hasta los baños) del turno de la mañana, según informan los padres de familia. Dice don Jesús que se siente agraviado con la acusación de favorecer a su hermano y que los recursos para la “Agustín Melgar” se reparten de manera equitativa. Pero por ningún lado se salva, pues tan mal es que haya favoritismo, como que no se haya dado cuenta de las condiciones desiguales en la escuela. A ver si el “Gobierno de la gente”, que dirige un profesor, le echa el ojo al problema de infraestructura educativa en La Laguna. La cuestión es que del gober Moreira para abajo, los que manejan la educación en Coahuila son de las huestes de la maestra Elba Esther Gordillo que, como se sabe, tienen a la educación en el país hecha un desastre por estar entregados en cuerpo y alma a la “grilla”.
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El que ya se prepara para pedir licencia, posiblemente la próxima semana, es el diputado Jorge Zermeño, que en estos días andaba comiendo sushi en Japón haciendo turismo parlamentario. Don Jorge se prepara para la Embajada en España, cuyo Gobierno, dicen nuestros subagentes disfrazados de diplomáticos, ya envió el beneplácito o sea que no le ven problema a que les mandemos a don Jorge. Otra que se prepara para asumir las tareas parlamentarias (incluyendo sueldo y dietas) es la suplente María del Carmen “Carmiña” Fernández, quien fue primer regidora en el Gobierno de don Jorge. Nuestros subagentes recuerdan que Luis Salazar, hijo de doña Carmiña, es uno de los asesores del diputado saliente, así que estaremos pendientes a ver si no lo dejan en la nómina para que todo quede en familia.
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Con la llegada del “hermano cómodo” Rubén Moreira a la dirigencia estatal del PRI ya se perfilan, con un año de anticipación, las candidaturas a diputados locales que van a ir por el carro completo en la elección de 2008. Ya habíamos comentado que esa elección será aburridísima porque sólo se elegirá el Congreso estatal, por lo que la mayoría de los candidatos irán en caballo de hacienda, confiados en la capacidad de acarreo del ex partidazo. Por lo pronto, la Secretaría de Desarrollo Regional (o vicegubernatura, como usted prefiera llamarla) tendrá dos bajas: los subsecretarios de Turismo, Jaime Russek y de Administración, Alfredo Mafud. También va el regidor Samir Fernández. A Omar Morales, administrador de la Universidad Tecnológica de Torreón, probablemente lo mandarán al “matadero” que es el distrito de colonias residenciales y que es bastión panista. Pero el nombre que sorprendió a nuestros subagentes es el de ese cuadro priista de alto calibre, ese fino estadista especializado en invasión de predios y golpeo a domicilio, Mario Cepeda, que por un episodio de enajenación de la nueva dirigencia al parecer va que vuela para el Congreso. Fuera de la lista está el subsecretario de Gobierno, Salvador Hernández Vélez, quien iría por la plurinominal con vistas a ser el próximo pastor del rebaño.
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