El alcalde José Ángel Pérez anda sentidón con los “ipecos” que le sugirieron que le fuera acelerando a las obras del Centro Histórico. Como siempre, autoridades y empresarios no desaprovechan ocasión para tirarse golpes. Nuestros subagentes comentan que ambos son igual de responsables por el atraso en el inicio del proyecto: Don José Ángel por tardarse tanto en preparar sus propuestas y los dirigentes empresariales por hacerse tontos más de tres meses sin exigir que el comité del Impuesto sobre Nóminas resolviera. Pide el alcalde que los empresarios también le exijan al gober Humberto Moreira que se aplique con los puentes que va a construir el Estado, para que todos vayan parejos. Lo que pasa es que el diferendo viene de la costumbre que tienen don José Ángel y sus funcionarios de contradecirse y desmentirse. El director de Desarrollo Urbano, Alberto Hermosillo, había dicho que las obras del Centro empezarían en agosto, lo que provocó el reclamo de los comerciantes, pero luego don José Ángel dijo que ni caso le hiciéramos, pues había “muchas cosas que hacer” antes de empezar. Quizá ya aprendió la lección de que las cosas tienen que planearse bien porque luego resultan mal por hacerse al aventón. Esto no quiere decir, por supuesto, que las obras se vayan despacito, pues buena falta le hace una hojalateada al Centro. Pero tampoco se trata de repetir la experiencia de las obras (no las mencionamos porque nos hace falta espacio) que se han atrasado porque los proyectos no estaban bien armados. El que luego no aguantó meter su cuchara, fue el secretario de Desarrollo Regional (o vicegobernador) Eduardo Olmos, que dijo don José Ángel buscaba desviar la atención y que como el equipo del gober Moreira es bien derecho, nunca le van a señalar culpas de otros. Otro capítulo más en la telenovela estelarizada por el Estado y el Municipio. ¿Y si se pusieran a trabajar?
* * *
Y hablando de obras, nuestros subagentes que deambulan por el estado de Coahuila han notado que el lugar donde hay más anuncios espectaculares, tanto del Estado como del Municipio, para promover obra pública, es en Torreón. Se dieron una vuelta por Monclova, Saltillo y anexas y han notado que allá, si bien la promoción del gober Humberto Moreira está a todo lo que da, la proliferación de anuncios no es tan marcada como en esta sufrida ciudad a donde el gober y el alcalde se trajeron la competencia por ver quién anuncia haber hecho más cosas, lo que viene a confirmar que a veces uno presume de lo que no tiene, sobre todo, cuando no le cuesta.
* * *
Finalmente el presidente Felipe Calderón mandó el nombramiento del ex diputado Jorge Zermeño para que se vaya a España de Embajador. Don Jorge será el primer ex alcalde de Torreón en entrar a la diplomacia, herramienta muy socorrida para el exilio político, tanto antes como ahora. Nada más falta que el Congreso le diga que no hay bronca para ir empacando su frac. En tanto, doña Carmiña Fernández tomará el lugar de don Jorge, pero como ella no ha hecho tanta talacha y como el grupo zermeñista no la lleva bien con Héctor Larios, el coordinador del rebaño blanquiazul, nuestros subagentes auguran que a la flamante diputada le va a tocar una curul en lo más recóndito del “Bronx”, allá con los diputados del sector obrero. Una de las primeras cosas que seguramente hará doña Carmiña, será, levantar el dedo a favor de la reforma fiscal que don Felipe acaba de mandar al Congreso.
* * *
Nuestros subagentes disfrazados de diputados, (pero amparados contra ello) nos informan que la cauda de asesores de Jorge Zermeño anda medio desamparada, con el ojo en las delegaciones federales que pudieran conseguirse gracias a los buenos oficios del senador y primer compadre, Guillermo Anaya, ahora que se ve que los panistas no tienen la menor intención de apegarse a la Ley de Servicio Civil. Ya se sabe que don Memo se ha movido fuerte para colocar sus piezas en el tablero (incluyendo niño con ropón en Los Pinos) y entre casos recientes se cuenta el nombramiento de Ignacio Corona en la delegación de Agricultura y de Eduardo de la Peña, director jurídico en el Ayuntamiento de don Memo, como delegado de Profeco. Así que no extraña el rumor de que ya hay fila afuera de la oficina del senador, que se ha vuelto agencia de colocaciones. Nómina, no te acabes y seguiremos juntando “fans”.
* * *
El que anduvo por Gómez Palacio fue el dirigente nacional del PAN, Manuel Espino para ver cómo andan las cosas a diez días de las elecciones en Durango. Dicen nuestros subagentes pintados de bolillos blanquiazules, que el líder Espino vino a regañar a las huestes de Gómez Palacio porque no aplican el acelerador ante la ventaja que les llevan los tricolores. Obviamente como que don Manuel se muerde la lengua, porque no se ve que allá en el comité nacional le hayan puesto mucha atención a la elección. Luego se fue a Lerdo, en donde nuestros subagentes reportan que ya fue formalmente presentado con su candidato a alcalde, Carlos Morales, a quien no tenía el gusto de conocer. El dirigente también vino a defenderse de las acusaciones de priistas que andan diciendo que los panistas aplican aquí el “Plan Manzana Azul”, que es un rosario de tácticas sucias para ganar elecciones. Dada la desventaja del PAN en Gómez Palacio es bastante dudoso que tengan un plan, secreto o no, para ganar la elección, aunque también es cierto que los panistas saben sacarle provecho a la guerra sucia. No sabemos si el “spot” del PAN que cuestiona gastos del Gobierno municipal en ornatos cae dentro de la “guerra sucia”, aunque el alcalde Octaviano Rendón ya pidió a las televisoras locales que lo retiren. Esta cuestión es delicada para el PAN, pues si la autoridad electoral considera que el “spot” es válido y no toma ninguna acción contra el PAN, el blanquiazul difícilmente se podrá quejar de que el órgano electoral es parcial si quiere cuestionar el resultado de la elección. Por cierto, y en una nota más positiva, nuestros subagentes nos reportan que el candidato panista Augusto Ávalos se graduará el sábado próximo de la maestría en Estructuras. No sabemos de qué tipo de estructuras, pero huele a cosas de ingeniería, por lo que a lo mejor las obras que quiere hacer no le quedarían chuecas.
* * *
El cabildo de Torreón se prepara para votar el nuevo reglamento de vialidad, que prohibirá, entre otras cosas, hablar por celular o maquillarse mientras se conduce. Dice el jefazo de Vialidad, Alfonso Chavira, que sus muchachos van a recibir extensa capacitación para aplicar el reglamento, pues ya se sabe que entre más cosas prohibidas haya, más tierra fértil habrá para “morder” a los conductores para que éstos le saquen la cartera al agente y no tener que pasar el engorroso trámite de pagar la multa. Nuestros subagentes disfrazados de tránsitos, nos dicen que el reglamento será un hecho y pretende quitar lo “cafre” a los automovilistas que piensan que el reglamento sirve más para envolver papayas que para saber manejar. Dado que el de Torreón es un Gobierno panista, nuestros subagentes todavía tratan de averiguar si los devotos regidores aprovecharán para incluir los nuevos “mandamientos viales” que el Vaticano acaba de publicar. A ver si no aparece por ahí un artículo que diga “Usar el vehículo como ocasión para el pecado, multa de cincuenta salarios mínimos”.
Quejas y comentarios: agente007@elsiglodetorreon.com.mx