Durante semanas, cada vez que aparecía una noticia sobre algún retraso o metida de pata en las obras que ejecuta el Municipio, del alcalde José Ángel Pérez para abajo se oía la misma letanía: “Es que nunca antes se había hecho tanta obra”. De acuerdo, pero estaban hablando de calles, pares viales, remodelación de avenidas, pintura de postes y cosas así. No de un proyecto de casi doscientos millones de pesillos que lleva un año de retraso.
Don José Ángel quiere echarse a cuestas la construcción del “Nudo Mixteco” con un equipo de Desarrollo Urbano y Obras Públicas que hace camellones para quitarlos, pavimenta calles para luego levantarlas y en suma, no ha sido capaz de lograr que las constructoras entreguen una obra en tiempo y forma. Y ahora quiere aventarse la mayor obra de infraestructura en la ciudad en los últimos años nomás porque no le gustó cómo la ejecutaba el Estado, que tiene más recursos y capacidad técnica para realizarla. Ya hasta la contralora municipal dijo que traspasar la obra no es de “enchílame otra” y va a provocar más atraso. Pero don José Ángel anda “echado pa’lante” en el pleito que trae con el gober Humberto Moreira, quien cómodamente observa desde la barrera sin tener que mover un dedo y con el pretexto perfecto para justificar la ausencia de obra en Torreón. El litigio entre ambas autoridades puede incluso arriesgar la obra pública que el Estado promete a empresas que buscan instalarse en la ciudad, lo cual sería un golpe severo para el desarrollo económico. Ni modo que la Administración de José Ángel, que no puede ni sincronizar los semáforos y mantener el alumbrado en buen estado, agarre ahora toda la obra pública que se ejecuta. Eso nunca había sucedido, pero si ahora se vuelve realidad, se puede vaticinar -por lo que se ha visto- que terminaría en un desastre. Por cierto, hoy en la mañana estará buena la pelea (perdón, foro de discusión) entre don José Ángel y el secretario de Gobierno, Homero Ramos, en un programa de GREM. Será el primer debate público de ambos personajes desde que la Corte ordenó suspender las obras. El gober Humberto Moreira declinó, según esto, porque está de vacaciones, pero ojalá no sea por pensar que es indigno de su investidura “darse un tiro” con el alcalde, de la misma forma en que José Ángel le hace el feo al vicegobernador Eduardo Olmos. Nuestros subagentes estarán ahí para registrar el reporte de daños e informar a los sufridos contribuyentes.
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Los que ya están exagerando la nota son los curulecos tricolores en el Congreso estatal, que no tienen cosa mejor qué hacer que andar cacareando la idea de juicio político contra José Ángel Pérez. Semejante desproporción está en boca de priistas como Demetrio Zúñiga, el jefazo del tricolor en Torreón, que dice que José Ángel no ha hecho nada y anda de pendenciero, hay que enjuiciarlo. También lo acusan de mentirle a la Suprema Corte, pero como los ministros ni se han dado por enterados, parece como que eso es prematuro. El caso es que los priistas parecen empeñados en complicar más las cosas, pues este asunto podría tener implicación nacional, ya que a ningún partido le gusta que le tumben a un alcalde. Además, el PRI se vería medio hipócrita cuando ellos mantienen en el poder a elementos como Ulises Ruiz o el “Gober Precioso” Mario Marín. Por lo pronto, el gober Humberto Moreira debería tomar una pausa de sus vacaciones para decirle a sus diputados que le bajen el tono y no saquen cosas para empeorar la situación con el Municipio pues, aunque usted no lo crea, eso aún es posible.
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Los consejeros nacionales del PRI anduvieron en Durango el sábado y no se midieron al convertir su sesión en una fiesta de amor para el gober Ismael Hernández Deras. Hasta lo destaparon para la grande en 2012, por aquello de que logró ampliar la base tricolor en el Estado en las elecciones de julio, recuperando incluso un bastión que se consideraba perdido, como Lerdo. Uno de los que destaparon a don Ismael es el connotado priista Fidel Herrera, el gobernador de Veracruz que según esto le facilitó credenciales al célebre Zhenli “coopelas o cuello” Ye Gon. O sea que las cosas hay que tomarlas de quien vienen. Nadie sabe por qué los tricolores escogieron Durango para sesionar, pero el acto estuvo bastante desangelado. Nomás fueron tres gobernadores del tricolor y no salió absolutamente nada nuevo, más que los gritos de siempre de que el Gobierno Federal estaba metiendo la mano en las elecciones del domingo, sobre todo en Baja California. Qué curioso, porque eso es de lo que se quejaba el PAN que hacía el PRI en los buenos tiempos.
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El ex gober Enrique Martínez estuvo de manteles largos el sábado en la boda de su hija allá en la peronera capital, a la que asistieron mil quinientos gorrones de alto nivel, entre ellos varios gobernadores y la jefaza del PRI, Beatriz Paredes. La fiesta fue plural, con la presencia de la gobernadora perredista de Zacatecas, Amalia García y el panista de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso, aunque parece que ya tiene un pie en el PRI, pero como don Enrique cobra como su asesor, pues había que invitarlo. También estuvieron los ex gobers Eliseo Mendoza Berrueto y José de las Fuentes. También anduvo el secretario de Obras Públicas en tiempos de don Enrique, Jorge Viesca, de la triste fama del DVR. Ausente estuvo el gober Moreira por andar de vacaciones y celebrando el cumpleaños de su mamá ese día, pero también se dice que prefirió evitar encuentros incómodos. ¿Será? Como que suena a cierto.
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