La controversia entre Estado y Municipio comienza a tener efectos dañinos en la salud mental de algunos funcionarios municipales, presentando estos síntomas de paranoia aguda. Resulta que hasta personas que ni tienen vela en el entierro, como el director de Simas, Alberto Díaz de León, ya andan viendo moros con tranchetes. Don Alberto se molestó el otro día con los datos que había sacado la Comisión Nacional del Agua sobre la eficiencia en la operación de Simas. No sólo fue curioso que el funcionario haya desmentido los datos de Conagua, que dice que Simas cobra el 41 por ciento del agua que extrae, con exactamente el mismo dato, es decir, afirmando que la eficiencia de Simas es de 41 por ciento. Lo verdaderamente notable, -reportan nuestros subagentes- es que funcionarios de Simas procedieron a comunicarse a Conagua para reclamar la “balconeada”, preguntando si ahora el Gobierno Federal también la traía contra el Municipio. No estaría de más que los funcionarios municipales se tomaran un tecito de tila para tranquilizarse los nervios.
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En este asunto de la controversia, parece que algunos funcionarios estatales se cuelgan de la liana de la “Tremenda Corte” para detener obras en Torreón que ni siquiera estaban impugnadas en la absurda lista que el Municipio le mandó a la Corte, con el argumento, palabras más palabras menos, de que mejor no hacen nada, no vaya a ser que los metan al bote. Algunos visos de cordura se empezaron a notar en la reunión que tuvo el secretario de Gobierno, Homero Ramos, con los vicealcaldes Rodolfo Walss y Jorge Hernández (faltó Ricardo Muñiz) para aclarar ciertas cosas, como el derecho del Municipio a seguir su controversia, pero también mejorar la comunicación para no hacer más daño del que ya se hizo. Nomás se tardaron quince días, porque mientras los funcionarios toman café, seguimos en las mismas. José Ángel Pérez dice que se reporta el lunes con la respuesta. Mientras tanto, nuestros subagentes disfrazados de contratistas, comentan que en el gremio hay inconformidad porque la Secretaría de Desarrollo Regional (vicegubernatura) no sólo les ha frenado los pagos de obras que tenían contratadas, como pavimentación o reparación de escuelas, que no formaban parte de la controversia, sino que les dan largas para más proyectos. Puede ser que los mismos contratistas estén usando la controversia para esconder ineficiencia en las obras que tienen asignadas, pero lo cierto es que el litigio Estado-Municipio se convirtió en el villano favorito para justificar todo tipo de cosas. Que si no pagan, que si no hay chamba, que si se fue la luz, es la controversia Otras acciones anunciadas por el “Gobierno de la Gente” para La Laguna también están en el limbo, como la sala regional del Tribunal Superior, que avanza al mismo ritmo que la justicia mexicana. Y a esto agréguele los retrasos (alargamiento de plazos, como dice el alcalde) que el Municipio todavía tiene para terminar obras programadas desde hace un año. Está bien que todos estén empeñados en darle en el “torreón” a la ciudad, como regalo del Centenario, pero tampoco hay que exagerar. Por cierto, esta columna está de luto por el deceso de don Ernesto Alonso, creador de clásicos como Bodas de Odio y El Maleficio, pero ahora nos preguntamos quién va a producir los siguientes capítulos de este magnífico guión de telenovela de folletín que estamos viviendo los laguneros.
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No sólo las obras están retrasadas en esta ciudad, sino también los asuntos en el cabildo, como el nuevo reglamento de vialidad que fue anunciado con bombo y platillo hace varios meses como súper moderno y nomás no se volvió a saber de él. Quién sabe si las broncas del Municipio son tan absorbentes o si el alcalde José Ángel Pérez no tiene tiempo disponible en sus giras por el Estado, pero el caso es que el reglamento que se había calificado como urgente para meter en cintura a los cafres (automovilistas) que circulan en la ciudad no ha dado color. A pesar de haber pasado los trámites burocráticos y estar listo para presentarse ante los regidores, todavía no se agenda una sesión para aprobarlo y nadie sabe para cuándo. Tampoco se trata de que lo aprueben de un día para otro, sino que las autoridades municipales necesitan publicitarlo debidamente para no agarrar desprevenidos a los automovilistas. Es evidente que en la presidencia municipal tienen otras prioridades (quién sabe cuáles) pero no estaría de más darle para adelante a uno de los pocos asuntos en el que todos están de acuerdo.
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En Gómez Palacio, el alcalde Octaviano Rendón nada más cuenta los días hasta el primero de septiembre cuando tiene que entregar el changarro, mientras la ciudad parece hundida en un marasmo, una especie de animación suspendida. Los servicios públicos están cada vez peor, como la recolección de basura y el alumbrado, los trabajadores del Municipio tardan días en arreglar los daños causados por las lluvias o en algunos casos ni se aparecen, como dicen en algunas colonias invadidas por las aguas negras. Se dice que don Octaviano ha pasado estos días afinando su último informe que, a juzgar por lo que ha pasado en el año, va a estar delgadito. En Lerdo parece que los panistas todavía están resentidos por la derrota y ya hasta la agarraron personal. El alcalde electo, Carlos Aguilera, sigue preparándose para sentarse en la silla sin importarle mucho la impugnación de los comicios, pero el otro día que quiso pedir una cita con el alcalde saliente, el panista Antonio Oliva, para arrancar la entrega-recepción, éste le mandó decir que tenía mucho que hacer, lo cual equivale a decir que no le interesa dejar las cosas en orden, a tres semanas de que arranque el nuevo gobierno. Dicen nuestros subagentes que los panistas siguen aferrados a la idea de que pueden tumbar la elección en los tribunales. A ver cómo les va.
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Los altos cuadros del “Gobierno de la Gente” se reunieron para festejar al otro “hermano cómodo” del Estado, Carlos Moreira, uno de los herederos de la maestra Elba Esther Gordillo. Varios secretarios del Gabinete del gober se juntaron con más de mil maestros para celebrar con el festejado. También hubo notables líderes del PRI que no se iban a perder la oportunidad. No se dieron detalles sobre los regalos, pero sí sabemos que don Carlos no ha recibido el que más quiere: la dirigencia del gremio de maestros. Ése se lo tiene guardado la “maestra” para un cumpleaños futuro. Todo a su tiempo y a su precio.
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