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VERDADES Y RUMORES

El Agente 007

A veces parece que no hay terreno en La Laguna que no tenga problemas legales. O será sólo la mala suerte para la seguridad pública de la región que nuestras autoridades hayan querido hacer un centro de respuesta policial, según esto súpermoderno, en terrenos que no tienen bien amarrados.

Primero el alcalde José Ángel Pérez ofrece el terreno del corralón, que ni era del Municipio y aunque eso se hizo desde principios de año, empezaron el trámite para regularizarlo hace apenas dos semanas. Luego el secretario de Seguridad Pública, Fausto Destenave, sale con otro que vende al Fideicomiso de Seguridad Pública como la octava maravilla, pero omitiendo el pequeño detalle de que también estaba en litigio por parte de ejidatarios de Matamoros. Lo peor del asunto es que nadie explica por qué se tardaron más de tres meses en darle para adelante al mentado centro, que estaba planeado desde mayo y hasta ahora descubren que había problemas con los terrenos. En pocas palabras, no les importó, y el no haber planchado el asunto desde antes provocó una nueva confrontación entre las autoridades, como si al alcalde y al gober Humberto Moreira les faltaran motivos para agarrarse de la greña. Un detalle que nuestros subagentes han recogido de la pasada reunión del Fideicomiso es que don José Ángel quiso hacer un cambalache y les dijo a los consejeros que retiraría la controversia con el Estado si le aprobaban el centro policiaco en el terreno que había ofrecido, a lo cual los consejeros respondieron dándole “avión” y exigiéndole que no mezclara las cosas. Luego el Municipio empezó a limpiar el corralón de automóviles, como si ése fuera el problema para instalar el centro, y no el hecho de que no es de su propiedad, con lo que todo parece un teatro. Para ponerle más surrealismo al asunto, resulta que don José Ángel, que busca en la Suprema Corte que el Estado no meta las manos en Torreón, ahora se queja de que el Estado no haga una obra en la ciudad.

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Nuestros subagentes disfrazados de jarras de café en las reuniones que han sostenido el gober Humberto Moreira y el alcalde José Ángel Pérez, reportan que el acuerdo para blindar las obras de cualquier litigio futuro fue apenas lo que se pudo rescatar de un entendimiento al que habían llegado el vicealcalde, Rodolfo Walss, y el secretario de Gobierno, Homero Ramos Gloria, pues el gober no estaba muy de acuerdo con los puntos que habían negociado, en concreto, el aceptar que el Municipio tenía el derecho de presentar su controversia contra la vicegubernatura de Eduardo Olmos. Al menos el alcalde ya retiró la solicitud a la Corte de suspender la obra en el Nudo Mixteco y el proceso para reconstruir el DVR, quizá lo único sensato de toda esta telenovela. Pero eso también se puede leer como una admisión de que su estrategia legal fue fallida, pues el Municipio reconoció ante la Corte que eso de suspender las obras no tuvo un impacto muy positivo que digamos. Del otro lado, las malas lenguas dicen que en el círculo alrededor del gober aumentan las voces inclinadas a pensar que el asunto se arreglaría tan sólo con la renuncia de don Lalo. Esto se ve improbable, pues don Humberto estaría admitiendo una derrota, por lo que en la pasada reunión con don José Ángel mejor les pidió que se dieran un abrazo, a lo cual accedieron ante el azoro de los ahí presentes. Mientras tanto, la Corte ya regresó de vacaciones y cuando retomen el caso, el Estado tiene un as bajo la manga, que es la relación de cuates entre el ministro a cargo de la controversia, Fernando Franco, y el mismo Homero Ramos. El problema para la sufrida ciudad es que no se ve para cuándo, pues los ministros están enfrascados en una discusión en la que nomás está en juego la protección de las garantías individuales. Los ministros llevan una semana averiguando cuánto calambre le pueden meter a autoridades que violen derechos constitucionales, como el gober precioso de Puebla, Mario Marín, o el azote de Oaxaca, Ulises Ruiz. Es decir, un asunto de mucho más peso que un gobernador y un alcalde peleando.

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La maestra Elba Esther Gordillo canceló su aparición en la peronera capital para acompañar a uno de sus discípulos más aventajados. La profesora Gordillo y el gober Moreira iban a firmar todo tipo de convenios para hacerle la vida más placentera al gremio de maestros, aunque no necesariamente al gremio de alumnos quienes empiezan el ciclo escolar sometidos a la tortura de la campaña publicitaria de don Humberto, que ahora se aparece en carpetas, diccionarios y otros útiles escolares, como si no fueran suficientes tantos espectaculares que los alumnos se topan caminito de la escuela. No cabe duda que la maestra tiene motivos sobrados para estar orgullosa de su pupilo que gobierna Coahuila y se deja gobernar. Pero como no pudo venir mandó en su representación al director del ISSSTE, Miguel Ángel Yunes. El gober Moreira dio una cátedra de oratoria al señalar en un discurso que “la única forma que los mexicanos podremos salir de jodidos” es con la educación. De acuerdo, pero ciertamente el lenguaje es florido. También llamó “pelado” al oficial mayor de la Secretaría de Educación porque no cubrió el bono sexenal para los maestros coahuilenses. Quizá don Humberto conseguiría más efectividad si le echa un telefonazo a la maestra, la que realmente manda en la SEP.

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Los que andan envalentonados son los regidores priistas en el Ayuntamiento de Torreón, que ahora le quieren parar todo al alcalde José Ángel Pérez. Cuentan que don José Ángel ya estaba preparado para que el nuevo reglamento de vialidad, que tiene semanas terminado, fuera sometido a votación en una sesión de Cabildo el jueves, pero se echaron para atrás, pues no tenían los votos del PRI necesarios para la mayoría calificada que debe aprobar el reglamento. Los subagentes dicen que el regidor Samir Fernández es el que anda más caliente con el asunto de meterle trabas al alcalde, a ver si piensa que así hace puntos con el jefazo tricolor Rubén Moreira, aunque la perjudicada a fin de cuentas sea la ciudad de Torreón. Pero si en el Gobierno del Estado acusan al alcalde de obstruir las cosas, tampoco se vale que los priistas hagan lo mismo.

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Como regalo de despedida para Gómez Palacio, el alcalde Octaviano Rendón mandó tapizar la ciudad con anuncios de su último informe de Gobierno. Parece que don Octaviano hace caravana con sombrero ajeno, pues la mayoría de las obras que presume las hizo el Gobierno del Estado, aunque el alcalde dice que lo que cuenta es que se hicieron y que se trabaja bien con el Gobierno Estatal, cosa que no puede decirse de otros municipios vecinos. Claro que en el informe de don Octaviano estarán ausentes algunos asuntillos del último año, como la inseguridad, los atentados en el edificio de la Policía, el deficiente servicio de recolección de basura en la empresa que se acaba de hacer cargo (sin contar las monerías que pintaron todo el proceso de concesión) y la escasez de agua en algunas colonias o el exceso de agua en otras por las inundaciones. Todo un paquete para presumir el final del mandato. Mientras tanto, el sucesor Ricardo Rebollo espera en capilla sin soltar prenda sobre los nombres de los próximos beneficiarios de la nómina municipal, mientras los “tiradores” a dejar de vivir en el error rezan sin cesar novena tras novena.

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