Parece ser que la principal obra que va a traer el gober Humberto Moreira a Torreón este año no va a ser ni vialidad, ni infraestructura o algo así, sino el regreso de la señal abierta para los partidos del Santos. Dicen nuestros subagentes que el gober se movió en TV Azteca para que se les quite lo “agarrados” y abandonen eso de pasar los juegos locales en pago por evento. Y eso cuenta como “megaobra”, porque uno de los pocos consuelos que tiene la Comarca de que las cosas marchan algo bien es la racha invicta del Santos. Por lo pronto, el gober se prepara para venirse a vivir diez días a Torreón para los festejos del Centenario, a ver si aguanta tanto tiempo porque a lo mejor le van a parecer diez años. Por el clima, decimos.
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Como habían adelantado nuestros subagentes, el Tribunal Electoral de la Federación le dio “avión” a las impugnaciones del PAN en Gómez Palacio y Lerdo. Los magistrados le inyectaron algo de suspenso al emitir su resolución hasta el miércoles pasado, dos días antes del cambio de administraciones, que se realizó ayer. Los blanquiazules no pudieron probar que el gober Ismael Hernández Deras metió las manos en la elección, (a pesar, dicen, de que traía pegada una boleta en el saco) cosa que, por supuesto, no necesariamente significa que don Ismael se mantuvo al margen, más bien, afirman los “grillos”, supo tapar sus huellas. Lerdo debió haber dolido más al PAN, porque desde hace años mantenían un férreo control y a partir de ahora se las verán negras ya que el alcalde saliente Antonio Oliva se quiso hacer “pato” con las cuentas que entregaba, pero eso de querer ocultar la quiebra de las finanzas municipales y el boquete de más de diez millones de pesillos que deja, era un tanto ingenuo, pues algo así no puede pasar desapercibido por mucha tierra que le echen. Dicen nuestros subagentes que los del clan Castro Lozano se confiaron tanto en que su candidato, Carlos Morales iba “cincho” para la alcaldía que no se preocuparon en tapar los malabares financieros. Dicen nuestros subagentes que tomaban una nieve confundidos en la bola, que don Antonio le fue a pedir un préstamo de catorce millones de pesillos a don Ismael para completar, pero el gober le dijo que no había de piña. El alcalde saliente programó entonces su último informe para las seis de la tarde, media hora antes de la toma de protesta de Carlos Aguilera, nomás para meterle un último calambre y los panistas se alebrestaron con que iban a boicotear la asunción del priista. Cuánta civilidad.
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En Gómez Palacio, el nuevo alcalde Ricardo Rebollo llegó rayando a su toma de protesta con la lista de colaboradores, que terminó de integrar apenas veinticuatro horas antes de tomar posesión y tuvo que anunciar ayer, poco antes de subirse a la silla. En las oficinas de “Proterra”, la empresa recolectora de basura, se sintió un leve temblor, porque esa empresa anda en la mira de don Ricardo Rebollo, que si quiere demostrar que va en serio con eso de darle un nuevo rumbo a Gómez Palacio, va a tener que dar un campanazo fuerte y pronto y “Proterra” se ha convertido en un blanco fácil. Por cierto, el ahora ex alcalde Octaviano Rendón se despidió dejando plantado al noticiero de GREM a donde iba a ir el jueves para dar el balance de su gestión, Dicen por ahí que don Octaviano y sus huestes se asustaron cuando escucharon la cantidad de llamadas con quejas y reclamos que empezaron a llegar al programa en cuanto se anunció la presencia del todavía alcalde. Claro que los asesores de don Octaviano dicen que simplemente se les olvidó recordarle la cita. O sea, cerraron con broche de oro sacándole la lengua a la opinión pública.
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Regresando a Torreón, demasiado fría está últimamente la oficina del secretario del Ayuntamiento, Rodolfo Walss, allá en la Presidencia Municipal y no precisamente por que le subieron al aire acondicionado. Don Rodolfo se ha ganado el enojo de más de un funcionario por el pantano en el que metió al alcalde José Ángel Pérez con el asunto de las obras suspendidas y la manera en que ha manejado la controversia contra la vicegubernatura-Secretaría de Desarrollo Regional, sin sentir necesidad de informar lo que estaba haciendo. Tanto que en el círculo del alcalde como en los corrillos del “Gobierno de la gente”, más de uno se pregunta por qué don Rodolfo se mantiene en el puesto. Las malas lenguas especulan que don Rodolfo se fue por la libre en el manejo de la ampliación de la controversia ante la Suprema Corte en la que se pidió parar el Nudo Mixteco, pero incluía, además de obras que nada tenían que ver, una lista a Santa Clós para desterrar al Gobierno Estatal de Torreón. Pero aún luego de que el Municipio se desistió de esta petición, el numerito sigue costando tiempo a la ciudad, porque la Corte todavía no se pronuncia, ni ha dado señas de para cuándo. El caso es que don Rodolfo, que se pasó el año sacando al alcalde de más de un aprieto, ahora hizo su chamba al revés y necesita hacer puntos para que sus colegas en la presidencia municipal dejen de verlo feo. No le vayan a hacer mal de ojo.
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Allá en San Pedro, el gober Humberto Moreira demostró que sabe ser amigo de los amigos. El caso es que el gober salvó al ex alcalde de San Pedro, Emilio Bichara Marcos Wong, de vivir en el error y le dio el suculento hueso de la dirección de la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento (CEAS). Algunos apuntan a que don Emilio se la merece por el apoyo que desde la alcaldía de San Pedro y aún siendo perredista, le dio a don Humberto cuando era candidato a gobernador. Otros comentan que el gober se la debía porque le apadrinó la boda a don Emilio y porque sus huestes operaron sin éxito en favor del sampetrino cuando fue candidato a diputado contra el priista Javier Guerrero, que fue rival de don Humberto y a quien no debió gustarle mucho el nombramiento. El caso es que el joven Bichara ya está cómodamente instalado en la nómina estatal y fue curioso ver la cantidad de desplegados que le pusieron sus cuates, agradeciendo al gober su generosidad. Todavía queda por ver si don Emilio le sabe algo al tema del agua, pero faltaba más, eso es lo de menos. Lo importante es que el ex alcalde se pasó en paquete al “Gobierno de la gente” no sólo para agarrar chamba, sino que también abandonó el PRD para regresar a los brazos abiertos del PRI. Por cierto, hablando de San Pedro, el clan Moreira ha tenido un acercamiento con un viejo rival: el ex secretario de Gobierno, Raúl Sifuentes. Esto lo reportan algunos subagentes que hablan de una reciente reunión entre el hermano cómodo y jefazo del PRI, Rubén Moreira y don Raúl, cuyo paradero político es desconocido desde que desmontó su “peje-carpa” en el zócalo capitalino el año pasado. Unos dicen que don Raúl quiere arreglar las broncas que dejó pendientes, como el desfalco en el Registro Público de la Propiedad. Otros dicen que hay otro hijo pródigo que quiere regresar al camino de la salvación. ¿Cuál será? Estaremos pendientes porque el asunto se torna interesante.
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