En el siguiente capítulo de la telenovela que protagonizan el gober Humberto Moreira y el alcalde José Ángel Pérez se anticipa que Kafka entre en escena. Y es que don Humberto continúa aferrado a la idea de tener a un vicegobernador a La Laguna y ahora anunció una nueva dependencia con un nombre deliciosamente burocrático por si la Suprema Corte le da el avión a la Secretaría de Desarrollo Regional. La Coordinación General de Desarrollo Interinstitucional e Intersecretarial para La Laguna (CGDIIL) sería la nueva encargada de manejar las acciones del Estado en la Comarca si es que desaparece la vicegubernatura de Eduardo Olmos. Y quién mejor para dirigir la CGDIIL que el mismísimo don Lalo, a quien el gober pondera como un “funcionario capaz” (cuyo defecto, añaden nuestros subagentes, es que el alcalde José Ángel Pérez no lo puede ver ni en pintura). Todo es tan absurdo que, como dicen nuestros subagentes, probablemente al gober Moreira se le ocurrió semejante nombre cuando estaba en la entrevista y no se le ocurría qué más decir. En todo caso, todavía falta tiempo para que la Corte decida si la vicegubernatura se vale, pero a ver cómo le cae al alcalde eso de la CGDIIL. Por mientras, don José Ángel ya giró instrucciones a sus funcionarios para que lleven la fiesta en paz con la vicegubernatura y lo mismo sucedió en el feudo de don Lalo. La cuestión con la kafkiana CGDIIL es que si se cumple, estaríamos dentro de una de esas historias del colega Catón, las del “señor Pérez y su trágica lucha contra la burocracia”.
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Por cierto, el alcalde José Ángel Pérez se va a dar un respiro en estos días en que la ciudad voltea los ojos a las fiestas del Centenario y del mes patrio y dejará de poner atención a lo que se hace y deshace en la Presidencia Municipal. Don José Ángel tiene que ver hacia su propio equipo porque las cosas no marchan muy bien que digamos. Apenas ayer se soltó el borrego de que el vicealcalde y secretario del Ayuntamiento, Rodolfo Walss, había renunciado luego de meterse en el lío de la suspensión de obras, pero que don José Ángel no le aceptó la dimisión. Falso, dijeron don Rodolfo y don José Ángel. Nuestros subagentes infiltrados en la Presidencia Municipal también dicen que no hubo tal renuncia y comentan que el chisme tuvo su origen en la oficina del otro vicealcalde (y primer amigo) Ricardo Muñiz, que sigue cobrando sin saber exactamente qué hace. Las malas lenguas dicen que don Ricardo enfrenta la competencia de don Rodolfo en la búsqueda de poder en la burocracia municipal y hasta ahora no le han dado un hueso oficial porque el Cabildo no le ha aprobado su puesto de superasesor.
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Nuestros subagentes en el Palacio Rosa reportan que por ahí anda un corazón partido. Resulta que el gober Humberto Moreira terminó su noviazgo con la subsecretaria de Educación, Eréndira Loza, quien decidió regresar a su natal Michoacán por cuestiones familiares. Doña Eréndira renunciará a su cargo este lunes. Y el gober, luego de meses de andar como adolescente enamorado y cuando ya sonaban campanas de boda, se queda con el alma en pena. Hay que notar que, mientras regresa al mercado de solteros, un buen remedio es atorarle más a la chamba.
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Mañana es el “Día D” para el nuevo alcalde de Lerdo, Carlos Aguilera, que cada día ve crecer más el boquete financiero que le heredaron Antonio Olivas y Rosario Castro. Nuestros subagentes reportan que la deuda del Municipio anda por los cuarenta millones de pesillos, más lo que se acumule esta semana. Don Carlos tendrá hoy una conferencia en la que dará a conocer la situación financiera de la ciudad y en la que nosotros veremos cuánto quiere agarrarla contra la Administración anterior. Pero el alcalde procederá luego a dejarle el paquete al Congreso de Durango que, como se sabe, trabaja para el gober Ismael Hernández Deras, que seguramente verá la oportunidad de cobrarse una con los panistas de la entidad. Don Carlos dice que quiere ver para adelante y concentrarse en las obras que hay que hacer en Lerdo, aunque eso va a estar un poquito difícil cuando no tienen ni para pagar la gasolina de los camiones de basura.
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Siguen lloviendo las felicitaciones para el ex perredista Emilio Bichara por agarrar el hueso de la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento (CEAS). Pero además de desplegados, el nombramiento ha desatado las malas lenguas que ven detrás toda una estrategia del clan Moreira para desmantelar al PRD en el Estado. Ya sabemos que el nombramiento de don Emilio, que conoce de sistemas de agua sólo cuando abre la llave, es más electoral que técnico. El gober Moreira le da cobijo a un elemento que tiene buena parte del control político sobre el principal bastión perredista de Coahuila, que es San Pedro. Las redes que don Emilio tendió cuando fue alcalde y cuando estuvo a punto de ganar la diputación federal le permitirán traspasarlas al PRI del “big brother” Rubén Moreira sin mayor problema, desarticulando parte de la estructura que había armado el ex candidato a gobernador, Raúl Sifuentes. Si a esto le agregamos que la reforma electoral elevó el porcentaje de votos requeridos para mantener el registro, se ve claro que el PRD estará en una posición difícil para librarla en las próximas elecciones al no tener una figura como la del “Peje” López Obrador que arrastre a los candidatos y una baja en su clientela. Además, la llegada de don Emilio al CEAS también se puede interpretar a la luz de que el CEAS opera principalmente en áreas rurales, donde está en marcha una estrategia electoral para quitarle esa fuente de votos a los perredistas. ¿Cómo la ve?
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Subagentes en los corrillos panistas de la capirucha del esmog nos reportan el alto perfil que está tomando el diputado lagunero (aunque cada vez se “achilanga” más) Rogelio Carvajal. El joven legislador se ha convertido en el operador político de César Nava, el secretario particular del presidente (y “primer compadre” de Coahuila) Felipe Calderón. Don César es una de las cartas de don Felipe para desbancar a Manuel Espino de la dirigencia nacional del PAN. Se comenta que don Rogelio le opera a don César la colocación de sus piezas en las dirigencias estatales del PAN para ganarse apoyos en el partido. Pero enfrente tienen al secretario de la Función Pública, Germán Martínez, que es otro de los aspirinos a dirigir el blanquiazul. Por lo que se ve, don Rogelio no ha abandonado el primer círculo calderonista, aún estando en la Cámara de Diputados (a lo mejor por eso mismo tiene tiempo de sobra para grillar). Pero el hecho de que ambos aspirinos a dirigir el PAN sean calderonistas anticipa fracturas, pues moverá a los blanquiazules a tomar posiciones. Ya se comenta que acá en Coahuila las fichas se están moviendo más hacia don César, quien tendría entre sus apoyos al senador Guillermo Anaya. ¿Será?
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