¿Está planeando sus próximas vacaciones? Nuestros subagentes recomiendan una agencia de viajes ubicada en Matamoros y Galeana que saca buenos paquetes a cuenta del erario público. Al menos ésa fue la experiencia de dos clientas, las regidoras Karina García y Montserrat Martínez. García (sexta regidora) y Martínez (octava regidora) fueron a darse una vueltecita a Miami (que está bonito en estas fechas) a un seminario de mercadotecnia en el Gobierno, según esto para aprender técnicas efectivas de comunicación con los ciudadanos. Nadie niega que esto le urge a las huestes del alcalde José Ángel Pérez, pero el detalle es que las regidoras hace menos de un mes habían vuelto de Cancún, de un congreso de la Asociación de Municipios de México. O sea que en Miami pueden agarrar el último bronceado antes del invierno. El viaje incluye, para cada una, viáticos por veinte mil pesillos, la inscripción de unos once mil pesillos y el boleto de avión que anda en alrededor de siete mil pesillos el más barato. García y Martínez, se recordará, fueron las investigadoras que anduvieron siguiendo a tres empleados del departamento de Alumbrado a quienes agarraron con las manos en el cable, supuestamente robado, que es el principal dolor de cabeza para los encargados de iluminar la ciudad. Los empleados fueron detenidos y liberados en un día. Lo que apuntaba a un escándalo, está resultando ser un petardo, pues el propio jefe de Alumbrado, Baltazar García Villa, declaró al Ministerio Público que el material eléctrico que traían los tres detenidos en realidad fue regalado por el propio Municipio para compensar la ausencia de pago por horas extra, lo cual luego fue desmentido por sus superiores, como suele suceder en esta Administración. No parece que en la Presidencia estén muy sincronizados en lo que hacen y dicen, pero también parece que las regidoras andaban muy ocupadas planeando su viaje a Florida para enterarse de cómo estaba la situación con los supuestos ladrones.
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Y este asunto del robo de cable está dando pie a otra bronca entre el Municipio y el Gobierno del Estado. Por un lado, el delegado de la Procuraduría Estatal, Carlos Centeno, dice que el Municipio no ha puesto ninguna denuncia por el robo de cable. Por el otro, el vicealcalde Rodolfo Walss jura y perjura que sí las hay y mostró once denuncias puestas en el último año. Don José Ángel se metió al ajo sugiriéndole a don Carlos que le diera una checada a sus expedientes. Puede ser que en el Ayuntamiento anden algo desorganizados en su estrategia jurídica, lo cual hace mucho dejó de ser noticia. Pero también, sugieren nuestros subagentes, ésta puede ser otra instancia en la que el “Gobierno de la gente” no está muy interesado en echarle la mano al Municipio para resolver sus problemas.
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Y hablando del “Gobierno de la gente”, el gober Humberto Moreira ha estado encerrado estos días preparando su Segundo Informe, que dará este lunes y nada más asoma la cabeza para soltar trancazos. Así fue el jueves pasado cuando la agarró contra los curulecos del PAN, que algo le han de haber hecho porque el gober sacaba espuma por la boca cuando los amenazó con revelar propuestas indecorosas que le habrían hecho los diputados blanquiazules que comanda José Antonio Jacinto Pacheco. Don Humberto dijo que si los panistas hacían “un pancho” iba a revelar negociaciones “vergonzosas e ilegales” sobre tres asuntillos. Don José Antonio estaba francamente sorprendido porque dice que los panistas no hicieron nada más que los usuales golpes que se pegan con el PRI en ese ring de box que se llama Congreso del Estado y que ellos tienen toda la intención de portarse bien. El gober se quiere curar en salud por si los panistas dan lata el lunes, pero si hay transas de por medio, lo bueno sería que el gober las diga en lugar de amenazar, pues si todo se queda en eso, lo más seguro es que no haya nada. Todo el asunto de las amenazas es digno de un priista de la década de los cincuenta y de hecho nuestros subagentes recuerdan un episodio de la época en que Adolfo López Mateos era Presidente y antes de un Informe se enteró que un panista lo quería interrumpir. Sencillo, don Adolfo mandó a un diputado del PRI a que se sentara junto al potencial rijoso con la pistola bien visible y asunto arreglado. El panista, en lugar de interpelar, se la interpeló. Esto va a manera de anécdota, ojalá que los tiempos hayan cambiado y los tricolores no agarren ideas.
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Las calles del Centro Histórico de la capirucha del esmog amanecen este fin de semana libres de ambulantes. Ochenta y siete calles fueron las liberadas por el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, incluso a riesgo de enfrentarse con el gremio del ambulantaje que es uno de los principales apoyos económicos y clientelares del PRD en la capital. Pero el tiro se lo aventó y los ambulantes fueron reubicados a zonas donde no estorban tráfico y peatones cuentan con espacios arreglados. Obviamente, esta noticia traída a Torreón lo único que hace es dejarnos con la pregunta de para cuándo va a ocurrir aquí algo similar. El asunto de los ambulantes, dicen nuestros subagentes que venden discos pirata, es que su destino es clave para cualquier proyecto de remodelación en el Centro Histórico. No sólo por la oposición que pueda poner el gremio a su reubicación, sino la postura de los comerciantes establecidos sobre el lugar al que irá a parar su competencia. La propuesta del Municipio de mandar a los ambulantes a nuevos espacios peatonales en Cepeda y Valdés Carrillo no han dejado muy contentos a los comerciantes que ven esos espacios como privilegiados y ya empiezan a hacer campaña contra el estacionamiento subterráneo de la Plaza de Armas con el argumento, algo razonable, de que servirá para estacionar a los que van a comprarle a los ambulantes. Mientras tanto, los informales siguen adueñados de la calle.
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Allá en Gómez Palacio, el flamante alcalde Ricardo Rebollo no se tardó nada en contribuir al negocio familiar al enviarle chamba a dos empresas de sus hermanos. Una se encarga de proveer material de construcción canjeado con vales de gestoría que se dan a los regidores y otra es un taller que le da servicio a vehículos del Ayuntamiento. Don Ricardo dice que las empresas son contratadas porque dan precios más baratos, sólo que se le olvidó el pequeño detalle de que la ley dice que nada de parientes, así que no estaría de más que lo checara con los abogados. Pero la cuestión es que el Ayuntamiento no cuenta con un comité que se encargue de aprobar adquisiciones, que podría haber detectado estas situaciones y evitar revelaciones incómodas. En verdad, no tenemos remedio.
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