El alcalde José Ángel Pérez salió bueno para la grilla partidista y logró poner a su “gallo” en la Presidencia del PAN municipal. El cuarto regidor Manuel Villegas, le dio un buen llegue al coordinador de los curulecos panistas, José Antonio Jacinto Pacheco, al ganarle por más de doscientos votos a pesar de que el diputado contaba con el apoyo del senador y primer compadre, Guillermo Anaya. El alcalde andaba muy contento porque a pesar de que los chismosos lo subestimaron, él pudo reír al último. Don José Ángel ya se hizo con el control del partido y de paso demostró que tiene firmemente unidas la nómina municipal y el padrón de militantes del blanquiazul, una movida que don Memo no se aventó en sus épocas de alcalde y que ahora resiente. En realidad, el comité de Torreón es uno más de los comités municipales del PAN en Coahuila que don José Ángel anda coleccionando como canicas, con miras a sus aspiraciones posteriores. Pero las malas lenguas de doble filo ya empiezan a preguntarse si la razón por la que al alcalde le salen bien las cosas en el partido y no tan bien en la ciudad, es porque le dedica más tiempo al partido que a servir a sus súbditos. ¿Será?
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Como cualquier buen político, que dice una cosa y hace otra, las huestes del gober Humberto Moreira y del alcalde José Ángel Pérez se la pasan afirmando que no hay que politizar la seguridad pública para luego proceder a politizarla. Esto es a propósito de la bronca que se volvió a armar luego de la ejecución de dos policías municipales en la que Estado y Municipio se pasan la “bolita” sobre la respuesta al crimen, sin que nadie tenga los pantalones para reconocer las fallas. No fue suficiente que el procurador Jesús Torres Charles haya revelado que existía una investigación sobre infiltraciones del crimen organizado en la Policía de Torreón, para que ahora diga que no tiene por qué darle pruebas a nadie. Luego el secretario de Gobierno, Homero Ramos, le reclamó al alcalde José Ángel Pérez que hablara de cosas que deben mantenerse “en secrecía” cuando fue el mismo procurador el que se pasó la tal secrecía por el arco del triunfo. Pero don José Ángel debería andarse con cuidado a la hora de defender a la Policía, porque ésta no precisamente rechina de limpia que digamos. La cuestión, apuntan nuestros subagentes, es que en estos tiempos prácticamente todas las policías del país están bajo la lupa, y eso incluiría a la de Torreón. Claro que ello también incluye a las estatales de Coahuila, cosa que el Procu ha omitido convenientemente, aun cuando el domingo asesinaron a un policía estatal en Gómez Palacio en circunstancias misteriosas. O sea, tres policías asesinados en menos de una semana. Así que, si quieren seguir politizando la seguridad, adelante.
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El gober Humberto Moreira no se aguantó la tentación de anunciar a los cuatro vientos la visita que hizo el ex presidente Carlos Salinas a Batopilas para recordar sus juventudes de izquierdista revoltoso. Don Carlos anduvo en La Laguna el sábado y el gober se dejó venir para atenderlo, con una comilona con los ejidatarios del lugar en donde el ex presidente, junto con su hermano Raúl y otros, ayudó en la revuelta para convertir a Batopilas de propiedad privada a ejido, allá por la década de los setentas. Nuestros subagentes, disfrazados de ejidatarios neoliberales, comentan que don Carlos estuvo muy contento y fue bien recibido con las notas de “El Ausente” (“Ya llegué de donde andaba, se me concedió volver...”). Don Carlos y don Humberto se prodigaron mieles mutuas sobre sus programas de Gobierno, como si “Cero Marginación” fuera un “Solidaridad”, pero en chiquito y región cuatro. En lo que se decide si “El Innombrable” (Peje, dixit) es buena o mala compañía, nuestros subagentes tratan de descifrar por qué el gober andaba muy solícito con el ex presidente, que mantiene sus hilos en el tricolor. A lo mejor don Humberto quiere amarrar los buenos oficios del chaparrito para el futuro, léase Los Pinos y mientras tanto quiere tomar algunas lecciones de cómo se le hace para tener un férreo control político, así como el que don Carlos disfrutó en sus tiempos antes de que le brincaran los de Chiapas.
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El que ya se encuentra despachando de regreso en La Laguna es el subsecretario de Medio Ambiente, Gabriel Calvillo, quien anda muy contento porque le salió muy bien la elección para consejeros estatales del PRI, que le tocó organizar en Torreón. Esto confirma que don Gabriel no viene nomás a ver cómo andamos en eso del calentamiento global, sino también a dar otro tipo de calentamiento, específicamente en el tricolor rumbo a las elecciones del año que entra. Lo curioso es que don Gabriel no queda en la vicegubernatura de Desarrollo Regional, sino que dependerá del secretario del Medio Ambiente, Héctor Franco, lo cual no debió ser muy alentador para el vicegobernador Eduardo Olmos. Pero el ex presidente del PRI municipal y estatal tendrá doble encomienda, lo que significa que en horas de trabajo se reportará con don Héctor y en horas libres y fines de semana, con el “Big Brother” Rubén Moreira, quien después del domingo pasado logró amarrar un consejo estatal nuevecito y a modo.
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El alcalde de Gómez Palacio, Ricardo Rebollo, será mañana el anfitrión de la consulta ciudadana para recibir propuestas de qué hacer con los doscientos cincuenta millones de pesillos para la zona metropolitana. A don Ricardo y a sus colegas José Ángel Pérez, de Torreón, y Carlos Aguilera, de Lerdo, les entró un arrebato democrático con eso de abrir las cosas a consultas, lo cual demuestra dos cosas: Primera, como comentan nuestros subagentes, que el envío del dinero los agarró de sorpresa y no tenían la menor idea de qué propuestas hacerle al Gobierno Federal, con lo cual optaron por preguntarle al pueblo. Segunda: que no conocen a los laguneros que tenemos la gracia de no podernos poner de acuerdo en nada, excepto en irle al Santos (y a veces ni eso). Así que deberán tener cuidado de que la consulta no degenere en propuestas sin aterrizar, pues son precisamente los alcaldes los que deberían tener el diagnóstico de las necesidades de la región. El problema, como siempre, es que se pongan de acuerdo y eso está en chino conociendo la calidad de la melcocha.
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