El borlote por la zona metropolitana de La Laguna ha dado pie a que algunos funcionarios quieran hacer lo que ellos saben hacer muy bien, que es crear nuevos funcionarios. Esa fue la propuesta del director de Fomento Económico de Torreón, Julián Jaime, que salió con la idea de hacer una comisión, organismo o instituto (usted escoja), con su correspondiente inclusión en la nómina, para elaborar los proyectos para la zona conurbada. Ya se sabe que en el mundo de la burocracia, las comisiones y las consultas como la ocurrida el jueves son la mejor vía para no hacer nada y pasarse la “bolita”. Y más cuando se tienen doscientos cincuenta millones de pesillos que no se sabe en qué gastarlos, pues qué mejor que gastarlos en una comisión, que además parecería superflua tomando en cuenta que hay organismos empresariales y un montón de universidades que le entrarían a esto. Nuestros subagentes se han tomado el cuidado de proponer un nombre: “Comisión Interinstitucional Innecesaria para la Concepción, Planeación, Ejecución y Dar Largas a los Proyectos de la Zona Metropolitana” (CIICPEDLPZM). Por cierto, esto es lo más concreto que ha surgido en torno a esta nueva figura, pues hasta ahora, ninguno de los alcaldes de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo ha presentado propuestas estructuradas y sustentadas, nomás lugares comunes. Pero como suele suceder en el equipo del alcalde José Ángel Pérez, la propuesta de don Julián fue rápidamente desmentida por el propio alcalde y el director de Planeación, Jorge Núñez (quien ya amarró la chamba de coordinador de este asunto), que salieron a decir que no será necesario crear más burocracia, sino que todos los funcionarios involucrados se pongan a chambear un poquito más. A veces parece que eso es mucho pedir, pues están acostumbrados (salvo excepciones honrosas) a evitar la fatiga.
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Todavía seguían agarrados de la greña las huestes del gober Humberto Moreira y las del alcalde José Ángel Pérez sobre el asunto de los dos policías ejecutados la semana pasada, cuando empezaron a pasar otras cosas misteriosas. Por un lado la desaparición de un agente municipal la tarde del miércoles que luego apareció sin mayor explicación. Dicen nuestros subagentes que, luego de aparecer, el policía en cuestión optó por volver a desaparecer. De ahí que la postura de don José Ángel y del jefazo Alfredo Castellanos se vea un tanto debilitada cuando dice que en la Policía Municipal no hay bronca. Claro que también se ha visto debilitada la postura del procurador Jesús Torres Charles y el secretario de Seguridad Pública, Fausto Destenave, con otro asunto misterioso: el asesinato de un policía estatal en Gómez Palacio. Don Jesús y don Fausto, que ven la paja en el ojo ajeno no han dicho ni pío sobre la Policía Estatal. ¿Será qué ahí andan muy bien las cosas?
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El gober Humberto Moreira anduvo ayer en la capirucha del esmog con el presidente Felipe Calderón para anunciar la nueva inversión de General Motors en Coahuila. Mejor dicho, en Saltillo, (para ellos Saltillo es Coahuila, lo demás es “el interior”) porque se ve que allá es donde se van las buenas inversiones, como los quinientos millones de dolarillos que la empresa gringa va a meter allá. Y como el gober es cuate de Al Gore, el anuncio le vino muy bien, pues GM anunció que en la peronera capital van a fabricar carros híbridos, de esos que llaman ecológicos. Y eso tiene repercusiones interesantes, pues los automóviles requieren de tecnología que no existe en México y que, por lo tanto, tendrá un impacto positivo no sólo económico, sino también en cuestiones laborales y educativas. Pero, claro, eso será en Saltillo. ¿Y acá?
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Y con eso de que todo se lo quieren llevar a Saltillo, ahora también el director de la Comisión Estatal de Aguas (CEAS), Emilio Bichara, quiere acarrearle el agua (literalmente) a la peronera capital. Pero lo hace de una manera que, si no fuera trágica, sería comiquísima. Resulta que don Emilio tuvo la brillante idea de proponer que el agua de la presa Lázaro Cárdenas se lleve ¡a Saltillo! La idea tiene la virtud de causar sorpresa por partida doble. Por un lado, porque no es posible que el jefe del sistema de aguas del Estado salga con semejante barbaridad (ni fumándose toda la hierba decomisada este año). Pero lo más grave es que don Emilio no propuso llevar el agua a La Laguna, sino a la peronera capital, lo cual da todavía más coraje. Don Emilio tuvo que decir luego que “probablemente saldría un poco caro”. Pero cada vez queda más claro que la presencia en el CEAS del ex alcalde de San Pedro es parte de un arreglo político del “Gobierno de la gente” para quitarle clientela al PRD y no un intento serio por administrar el problema del agua.
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La elección de consejeros estatales del PRI sigue causando revuelo, sobre todo porque los tricolores hicieron uso de sus mejores artes electorales y en algunos casos se les pasó la mano. Un caso interesante en Torreón fue el de la contienda entre el delegado de la Procuraduría Estatal, David Centeno, y el subsecretario de Educación en La Laguna, Jesús Rentería. Don David, dicen los subagentes, andaba ofreciendo hasta cervezas a los cuadros que iban a votar y armó su campaña con un entusiasmo tal que si lo usara en la procuración de justicia en la región, otro gallo cantaba. Resulta que don Jesús se molestó y empezó a documentar los movimientos del delegado hasta en video, con un entusiasmo tal que si lo usara en elevar la calidad educativa y el estado de las escuelas, otro gallo cantaría en ese renglón. El caso es que, dicen los subagentes, probablemente don David se va a quedar sin ser consejero porque de plano no se midió. Por lo visto, los tricolores conservan intactas las mañas y no nada más las usan en elecciones contra otros partidos, sino también contra ellos mismos. En otro caso sonado, un hermano del vicegobernador Eduardo Olmos amarró puesto de consejero, lo cual también demuestra que no nada más los Moreira son buenos para poner familiares en el partido y que los malos ejemplos cunden.
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Si quiere regalarle algo de Navidad al secretario del Ayuntamiento de Gómez Palacio, Raúl Muñoz de León, le sugerimos una bonita agenda. Resulta que don Raúl anda vuelto loco a la hora de agendar las sesiones de Cabildo, que hoy son cada vez que se siente con ganas. Nuestros subagentes comentan que no hay calendario fijo para las sesiones y éstas se agendan a veces con horas de anticipación, lo cual no trae muy contentos a los regidores, pues tienen que levantarse, bañarse y peinarse para ir a las juntas. Sería bueno que alguien ponga algo de orden en la agenda antes de que las malas lenguas empiecen a pensar que quieren pasarse los asuntos por debajo del radar.
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