Finalmente llegó la fecha tan ansiada para aquellos que tienen la dicha y fortuna de roer un hueso en alguna nómina pública de la Comarca Lagunera. Como se hizo el año pasado, y para no cansar tanto al pobre ordenador PONY que sufrió terribles espasmos a la hora de procesar calificaciones, viendo el exceso de barbaridades cometidas este año, se decidió dividir la boleta en dos, esta primera parte dedicada a las administraciones municipales de Lerdo, Matamoros, Francisco I. Madero y San Pedro. Venga, pues, un redoble de tambor para los siguientes funcionarios.
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En Lerdo, la PONY tuvo su primera sobrecarga, y estuvo a punto de tronar un fusible cuando vio el lastimoso estado que tiene el Municipio. De modo que la máquina, que normalmente es piadosa y comprensiva, mostró en su pantalla una cara despiadada y amenazó, para acabar pronto, con soltarle un CERO a toda la Administración que dejó el Gobierno Municipal en septiembre pasado en una precaria situación financiera, con la electricidad cortada en la Presidencia, créditos cancelados y deudas a proveedores, todo por que el dinero que se iba a usar en obras que mejorarían la imagen de Lerdo, como el Teatro de la Ciudad o el mercado Donato Guerra, simplemente desapareció. Los técnicos tuvieron que reprogramar la computadora para que soltara calificaciones por separado. La ex alcaldesa Rosario Castro Lozano, apenas gobernó tres de los últimos ocho meses de su Administración y optó por pegarse a la nómina federal. La PONY le hubiera puesto un CINCO nada más viendo cómo doña Rosario tiró la toalla, pero al tomar en cuenta que no era la primera vez y que la ocasión anterior en que fue alcaldesa también dejó encargado el changarro para perseguir otro hueso, la máquina tuvo que escupir un vergonzoso CERO.
Su sucesor, Antonio Olivas, tuvo que navegar con la falta de dinero y el turbulento periodo electoral en el que se vio bajo acusaciones priistas de manipular programas sociales. Finalmente, el triunfo del PRI calló la boca a los descontentos, pero don Antonio tuvo que preocuparse de cosas más urgentes, como pagar la luz y las últimas quincenas a los funcionarios municipales, que todavía las esperan. Pero la PONY decidió ser comprensiva con quien agarró el timón de un barco hundiéndose, aunque aún así le mandó un reprobatorio CINCO.
Durante la pasada Administración, dos personas estuvieron al frente de la Dirección de Seguridad Pública. El primero, Raúl Villegas Morales, nomás estuvo hasta febrero cuando, al igual que su jefa, dejó la chamba para irse tras una diputación. Poco hizo en el año por lo que se queda con el CUATRO que la PONY le recetó el año pasado, reforzado porque no tuvo el compromiso de terminar. Su sucesor, Jorge Jiménez Favela, pasó sin pena ni gloria, aunque hay que mencionar que el narcomenudeo en Lerdo sigue a la orden del día y el Municipio se ha convertido en un tiradero de cadáveres. Poco pudo hacer don Jorge en el tiempo que estuvo encargado, de modo que la PONY se puso buena onda y lo pasó de panzazo con un SEIS, esperando que el actual jefe, Abelardo Díaz Pedroza, mejore la nota.
El ex director de Obras Públicas, Fernando Blanco, quiso lucirse con obras magnas como el Teatro de la Ciudad, que en México ya se daba por terminado y cuando vinieron los representantes de CONACULTA a ver cómo había quedado, se toparon con que estaba todavía a medias. Lerdo no se distinguió por obra pública durante el último año del trienio, tampoco es que hubiera tiempo o dinero, luego de tantos hoyos financieros, por lo que don Fernando se lleva un feo CINCO. Igual calificación se lleva la tesorera, Martha Mayela Segura, que dice que los presuntos desvíos se dieron para cubrir dinero que no mandó el Gobierno del Estado, pero cuyo argumento se cae porque nunca lo dijeron cuando estaban en el Gobierno, sólo cuando tuvieron el fuego a los pies.
El más congruente resultó el ex secretario del Ayuntamiento, Rodolfo Olmos Muñoz, que retó a la nueva Administración municipal de presentar las pruebas y denuncias de los supuestos desvíos, pero hasta ahora nadie le ha cantado el “blof”, así que don Rodolfo se lleva al menos un decoroso SEIS. Claro que es en el reto de don Rodolfo donde está la prueba de fuego para el nuevo alcalde Carlos Aguilera, que anda desesperado pidiendo dinero, pero que ha sustituido la brava retórica contra la Administración castrista que adoptó en la campaña por un discurso de “ya veremos”, “más al rato”, “ahorita no”. Nomás porque don Carlos y su equipo llevan cuatro meses en el cargo, la PONY se abstuvo de darles una calificación, pero ya está alimentándose de información para el año que entra.
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Después de procesar la información de Lerdo, la cibernética PONY cruzó el Nazas para procesar los datos de Matamoros, en donde el alcalde Raúl Onofre Contreras, se ha dejado caer redondito en los brazos del gober Humberto Moreira. Don Raúl cierra el año terminando la urgente pavimentación de buena parte de Matamoros y el reciclaje de tres cuartas partes del pavimento de la ciudad. Sin embargo, persisten problemas en áreas como agua y desarrollo económico, que no han sido atacados. Ya estaba don Raúl en vías de una calificación decorosa cuando la máquina recibió información que le bajó la marca. Por un lado, que tiene las escuelas medio descuidadas y cuando su colega de Torreón se ofreció a ayudarle en una, le armó un teatro y hasta lo amenazó con demandarlo. Don Raúl mostró poco interés en la unidad lagunera y más en anotarse un punto frente al gober. Por otro, parece mostrar poco compromiso, ante el insistente rumor de que va a ir tras una diputación local y dejaría el changarro tirado un año y medio, lo cual es suficiente para que la PONY, que no gusta de funcionarios peleoneros y que gobiernan a medias, le dejara un deslavado SEIS.
El director de Obras Públicas, Rafael Hernández, ha sido el encargado de darle lustro al Gobierno municipal este año, con obras de pavimentación y adecuación de carreteras vecinales. Don Rafael no tuvo problema para ponerse a las órdenes de la vicegubernatura de Desarrollo Regional, consciente de que ahí es donde está el billete que les permite pararse el cuello con obras de infraestructura aunque, como en el caso del puente de la carretera a Saltillo, hayan salido con retraso y medio mal hechas. Así las cosas, la PONY decidió darle un bonito OCHO.
En el polo opuesto está Ignacio Abascal, el director de Fomento Económico que llegó en agosto a cubrir la salida de José Francisco Elizalde. Desde entonces, don Ignacio se ha dedicado a detener los proyectos que dejó su antecesor, además de que rara vez se le ve en su oficina y manda a un asistente a dar declaraciones sin sentido sobre proyectos sin rumbo, que en nada ayudan a que Matamoros consiga inversiones urgentes. Cuando lo vean, avísenle que la PONY le mandó un feo y redondo CERO.
Pasando a la Policía, Matamoros se distinguió por mantenerse relativamente al margen de la ola de crimen organizado que azotó a buena parte de la Comarca Lagunera, aunque en ocasiones sí fue depósito de algunos cuerpos de ejecutados. Pero la Dirección de Seguridad Pública Municipal ha aplicado interesantes operativos de seguridad en áreas urbana y rural y ha logrado bajar la violencia en los festejos de aniversario de los ejidos y el jefazo Armando Rangel, ha mostrado interés en capacitar a los agentes. Tomando todo eso en cuenta, y que Matamoros ha logrado bajar su nivel de nota roja, la PONY mandó un decoroso OCHO.
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Cuando tocó el turno a Francisco I. Madero, la pantalla de la PONY repetía la leyenda “Datos Insuficientes”, de modo que su “chip” tuvo que trabajar a marchas forzadas para procesar la poca información alimentada, porque al parecer las autoridades de ese Municipio lo único que hacen es cobrar. El Cabildo ha sesionado sólo a puerta cerrada y sin la periodicidad que marca el Código Municipal, y los regidores y funcionarios apenas y acuden a sus oficinas y no dan información porque al parecer no están al tanto de lo que sucede. El alcalde Nicolás Muñiz Domínguez, no ha metido en cintura a sus funcionarios, que lo contradicen sobre el inicio o desarrollo de obras y programas de Gobierno y mantienen contentos a los regidores, que ganan el doble de sus colegas de San Pedro a pesar de que Madero tiene menos población, y también a sus familiares, sobre todo a su hermano Raúl, que se mantiene al frente de Obras Públicas. Don Nicolás sobrevive apenas con el apoyo del Estado, que arrancó dos obras desde hace tiempo postergadas: el puente sobre la carretera a San Pedro y la carretera a Florida. Sin embargo, nada ha hecho sobre la escasez de agua, que es el principal problema que aqueja al Municipio. Viendo que don Raúl ni se esmeró en mejorar su actuación del año pasado, la PONY, le mandó un oscuro CERO.
En cuanto al director de Seguridad Pública, Horacio Flores Peralta, es el único que más o menos puede justificar que de repente trabaja, porque el Municipio ha estado en relativa paz este año. De hecho, ya llevaban dos años que no se registraba un homicidio en Madero y cuando ocurrió el único del año, los polis maderenses rápido agarraron al culpable. Sin embargo, don Horacio tiene que ponerle más ojo a su gente, que al parecer dan muchas facilidades a los operadores de rastros clandestinos que pasean carne sin verificar de lo más tranquilos. Además, este año enfrentó una breve huelga de policías que exigían la destitución de un regidor, por lo que el jefazo no parece controlar bien a sus agentes. De cualquier modo, viendo que Madero no se distingue por la violencia, don Horacio se lleva un SEIS, que dado el medio que lo rodea, puede considerarlo salvador.
En el sistema municipal de agua, el director Francisco Lucio Ortiz, no parece mover un dedo para paliar la escasez del vital líquido en comunidades rurales en la temporada de calor, donde el servicio se recibe de tanteo cada tercer día y sólo durante unas horas. Cualquier avance que hubo en drenaje se anula con el hecho de que no se puede usar por falta de agua, y a don Francisco tampoco se le ha visto mucho interés o movimiento por concretar la planta tratadora de aguas residuales, que se siguen usando para regar el campo. Así que el encargado del agua maderense se lleva un seco TRES.
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Un poquito más al norte, en San Pedro, el joven alcalde Arturo Babún Moreno, es otro edil lagunero que trae problemas con el “Gobierno de la gente”, que agarró por su cuenta la ejecución de obras sin avisarle al gober y trae a sus huestes tricolores denunciando irregularidades del alcalde perredista. A duras penas, don Arturo ha podido arrancar obras pequeñas, como un campo de futbol con recursos propios, porque aparte el nuevo lema del Municipio parece ser “Debo no niego, pago, no tengo”, a propósito de la deuda que trae con Comisión Federal de Electricidad y que tuvo que renegociar este año. Pero todo esto es poca cosa comparado con el problemón que trae el alcalde con el crimen organizado en su municipio, en donde trece policías fueron detenidos por la Agencia Federal de Investigación bajo sospecha de andar en malos pasos, con lo cual el alcalde cierra pésimo el año, porque al parecer hay más tela de donde cortar en el asunto de la Policía. Con esto, don Arturo se lleva un feo CINCO.
El director del Simas de San Pedro, Humberto Núñez Sifuentes, se pasó el año anunciando programas para aliviar el desabasto de agua en el Municipio sin que llegar a concretar nada. Dijo que iban a comprar pozos y nada, que iban a perforar nuevos pozos y nada. Durante el verano tuvo que soportar el enojo de usuarios que se la pasaron pidiendo su renuncia. El problema radica en las pésimas finanzas de la empresa, donde la cartera vencida superaba los ciento veinte millones de pesillos, así que don Humberto salvó el año con un programa para ofrecer descuentos a los morosos que al parecer rindió buenos resultados, que dicen irán acompañados de acciones legales contra los que de plano no pagan, con lo que la PONY, haciendo un balance vio que al menos al funcionario se le prendió un foco y le mandó un SEIS que le permitió pasar de hermoso panzazo.
La PONY ya estaba dando señales de fatiga y cuando recibió la información sobre el director de Seguridad Pública, Marco Antonio Valerio; estuvo a punto de tener un cortocircuito al enterarse de que el jefazo policiaco había renunciado en medio de un operativo federal que terminó deteniendo a trece policías municipales. Simplemente, la PONY nunca había visto algo así por lo que rechinó durante varios minutos hasta que regresó un CERO.
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Pasado este trance, tuvimos que desconectar la microprocesadora PONY para que se le enfriaran los bulbos y tuviera un respiro antes de regresar el próximo miércoles con las calificaciones del resto de los actuales beneficiarios de la nómina que tanto se han sacrificado por el pueblo que les paga sus sueldos.
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