El Siglo de Durango
Aunque en México no ha sido fácil romper estructuras añejas, vicios y cacicazgos en el medio rural, el campo mexicano tiene expectativas importantes de desarrollo siempre y cuando se cuide el aspecto de la sustentabilidad de los recursos naturales.
Así lo expusieron Robert Davis, Juan Martínez y Ricardo Hernández, miembros de la comitiva del Banco Mundial que visitó diversas comunidades rurales de Durango durante los primeros días de la semana que transcurre.
“El campo mexicano es viable siempre y cuando los diferentes sectores vinculados a las actividades primarias avancen en el desarrollo de sus sistemas productivos bajo un entorno de sustentabilidad, dijeron.
Los funcionarios del Banco Mundial acudieron a distintas comunidades que se han beneficiado con la segunda etapa del Proyecto de Conservación y Manejo Sustentable de Recursos Forestales en México (Procymaf II).
En ese sentido, la Conafor espera que esa institución trasnacional preste a México recursos por más de 40 millones de dólares para que en 2008 inicie la tercera etapa del Procymaf.
Esto permitiría ampliar sus beneficios de seis a 12 estados en el país, luego que en una primera etapa contó con poco más de 17 millones de dólares, y más de 30 millones de dólares en la segunda fase que actualmente se desarrolla.
Los enviados dijeron que lamentablemente aún hay problemas que hacen cada vez más difícil la actividad forestal, pues en México apenas hay cien mil hectáreas de plantación de árboles mientras en Chile esta cifra llega a un millón 200 mil hectáreas con plantaciones en el sector forestal.
Empero, insistieron en que la tendencia es dejar de extraer madera de los árboles y dedicar a otras actividades los bosques ejidales y comunales, régimen en el que se encuentra el 80 por ciento de la superficie forestal.
Entre los beneficios que busca el Banco Mundial con su participación está el hecho de hacer ver a los ejidatarios y comuneros la importancia de contar con otras alternativas de desarrollo en el bosque.