Rosa María Ojeda recibió el apoyo de la gente. (AP)
El Universal
MÉXICO, DF.- El Auditorio Nacional se estremeció con el grito de ¡México, México!, ante la presencia de la representante del país, Rosa María Ojeda, la noche del pasado miércoles durante la semifinal del certamen Miss Universo 2007.
Las 77 mujeres más bellas del mundo desfilaron por el escenario ante la mirada del público y el jurado (el cual cambiará para la final) que seleccionó en secreto a las 15 que continúan en la contienda y cuya identidad será dada a conocer el próximo lunes durante la gran final.
A las cinco de la tarde se formaron dos filas de misses en el interior del Auditorio: una para peinado y otra para maquillaje. El patrocinador oficial de peinado fue la firma CHI, que se encargó de contratar a 26 estilistas tanto de Nueva York como de Nueva Jersey, y las ciudades de México, Sonora y Chihuahua. Uno de los elegidos fue el estilista Carlos Reyes.
Carlos reveló que 95% de las concursantes lleva extensiones en el cabello, que se les colocan mediante grapas o con queratina. Con ellas debe invertirse más tiempo, pues hay que cuidar que aquéllas no se les caigan.
En cuanto al maquillaje, la indicación fue que no se aplicaran a las misses tonos azules, verdes, ni rosas, sino café, negro o gris. La boca debía llevar gloss.
De México, hay dos grupos de maquillistas: el integrado por Alfonso Waithsman y Vinicio Conti, y el equipo del tapatío Alejandro Loccoco, con 13 integrantes más, entre ellos la también ex modelo Renée Fraga. Curiosamente, la mayoría de las reinas de belleza prefería que un hombre las maquillara. Así, mientras Waithsman se esmeraba con Miss México, Conti hacía lo propio con Miss España y Loccoco, con las misses Noruega, El Salvador y finalmente, Israel, quien no se movió hasta que el tapatío la maquilló con algunos efectos de brillos en los párpados.
Después de extenuantes horas que se pasaron literalmente “volando”, a las 19:20 horas se cortaron las sesiones de peinado y maquillaje, para que las participantes fueran a ponerse su primer cambio y cuando regresaban ya listas, con todo y accesorios, volvían a pedir retoques.
Las aspirantes a llevar la corona de Miss Universo sabían que el de la semifinal era un gran día, pues de las 77, solamente pasarían 15 a la gran final, el lunes 28. ¿Quiénes son ellas?, no lo sabrán hasta ese día.
Memorable y agotador
Vivir la semifinal del concurso Miss Universo, en el Auditorio Nacional, es uno de los momentos más importantes en la vida de las 77 mujeres que participan el en concurso Miss Universo 2007 en la ciudad de México es memorable... y también agotador.
Cada una de ellas ha tenido que salir bien librada del cúmulo de actividades que implica el concurso. Para empezar, han viajado solas desde países remotos, con la única compañía de las “chaperonas” asignadas por el comité organizador para que estén al pendiente de ellas. Cada chaperona, cuida y ayuda al grupo que le ha sido encomendado. Se ocupa, por ejemplo, de cambiar el peinado y maquillaje, si alguna de las chicas lo solicita, cuidar de su vestuario y estar con ellas en todo momento.
Algunas de las concursantes han tenido ciertos malestares estomacales con nuestra comida, a la que no están acostumbradas. Otras, como Miss Australia, tuvo que visitar el hospital, porque no le ha sentado del todo bien la altura del país.
En otros caso, ha sido el idioma la dificultad. Casi todas las misses hablan español o inglés, pero Miss Kasajastán, por ejemplo, que no domina ninguno de los dos, ha llegado a desesperarse un poco por no poder comunicarse con sus compañeras o con los colaboradores más cercanos.
Durante la semifinal, llevada a cabo el miércoles por la noche en el Auditorio Nacional, la actividad comenzó desde muy temprano.
Las misses se levantaron a las seis de la mañana, bajaron a desayunar al restaurante del Hotel Camino Real, sede del certamen, y a las ocho ya estaban todas listas en el Auditorio Nacional para la prueba de ropa, maquillaje y estilizado de cabello. Luego tuvieron sesión fotográfica y grabación de televisión; comieron lo que el Hard Rock Café les envió, y a las 15:30 comenzó el ensayo de las salidas con traje de baño y vestido de gala, para su primer evento en vivo y con público.
Inicialmente se presentaron con un vestido rojo, corto, con adornos de encaje negro, de la firma Tadashi. Más tarde aparecieron en traje de baño. En su mayoría, las jóvenes eligieron bikini. Llevaban también un pareo metálico. Glitter y aceite no faltaron para que sus cuerpos brillaran. Para esta salida, el cabello suelto fue el look preferido por la mayoría.
Después de este cambio, siguió el vestido de noche y cada una de ellas se esmeró en lucir como una reina. Muchas optaron por recogerse el cabello, para verse más glamorosas.