TORREÓN, COAH.- No se presentaron al careo las víctimas del delito de secuestro agravado que se le imputa a dos jóvenes que inicialmente fueron arraigados por sus presuntos nexos con una banda de extorsionadores telefónicos. La defensa de los inculpados agota otros recursos para verse favorecidos en el proceso.
Dentro del término constitucional, la defensa de Mario Fortunato Parra Moreno de 21 años y José Mario Ibarra Pérez, de 22 años de edad, solicitó un careo y una inspección judicial. La víctima no se presentó a la primera diligencia y en la segunda, sólo acudió uno de los cinco agentes ministeriales que debieron comparecer.
Las diligencias se desahogaron en el Juzgado Tercero del ramo penal, a cargo de María Luisa Valencia García y en su ampliación de declaración, Mario Fortunato dijo que fue torturado para firmar su confesión en los delitos que le imputan.
La ausencia de las víctimas en las diligencias solicitadas por la defensa puede favorecer a los inculpados, ya que de no presentarse la parte acusadora, la juzgadora tendrá que evaluar las pruebas ofrecidas y resolver en tiempo.
Como se informó, a los dos jóvenes se les dictó orden de arraigo junto con cuatro más, por la probable responsabilidad en delitos cometidos, ostentándose como miembros de una banda del crimen organizado “Zetas”.
El delito que enfrentan los 2 sujetos es secuestro con circunstancias calificativas por cometerse en casa habitación por 2 o más personas con violencia moral y mediante el uso de armas de fuego, además de robo en su modalidad especialmente agravada por cometerse con intimidación en las personas, por 3 o más individuos.
El proceso penal es el 181/07, por hechos cometidos el pasado 8 de octubre de 2007, cuando robaron con lujo de violencia a una familia en su casa de la colonia Nueva California, para luego secuestrar al jefe de la familia y obligarlo a entregar todos los bienes de su negocio de telefonía celular.