Videojuegos pueden servir como un apoyo pedagógico
Reconoce psicólogo que los juegos de video han evolucionado para reducir el aislamiento y la pasividad
TORREÓN, COAH.- El psicólogo Francisco Gutiérrez considera que los videojuegos actuales han evolucionado en términos de que se ha buscado reducir el aislamiento e incluso en algunos casos, se empieza a fomentar el ejercicio, además de que han dejado de ser sólo “ocio” para convertirse en apoyo pedagógico.
“Es una cuestión muy polémica porque sabemos que los videojuegos ayudan en cuanto al desarrollo de la motricidad y cosas por el estilo, pero algunos estudios ya los colocan como estrategias pedagógicas. Por ejemplo, la serie Sim es considerada como un simulador social y urbanístico que bien podría ser utilizado en proyecciones de cuestiones laborales, sociales o hasta ecológicas”, expone.
El psicólogo comenta que muchos de los videojuegos tienen alrededor de 30 años en el mercado, por lo que los niños que crecieron jugando estos aparatos ahora son adultos que siguen jugando, lo que ha derivado en la evolución de los materiales, que cuentan con clasificación como las películas, de acuerdo al grado de violencia y sexo.
“Se quedó la idea de que los videojuegos son de niños pero ya no es así, ahora hay para todas las edades y eso es lo que deben cuidar los papás”, indica.
El psicólogo dice que es necesario cuidar los casos de los menores que tienen problemas de socialización, ya que el videojuego debe ser el apoyo, pero no causa del aislamiento: “hay muchos casos de niños que comentan que aprendieron a jugar futbol jugando videojuegos, ahí conocieron las reglas del deporte y qué movimientos se hacen, pero fue en la práctica donde lo perfeccionaron y donde más lo disfrutan, el videojuego es un apoyo”.
Señala que los videojuegos pueden promover el aislamiento de las personas que se sienten más seguras en la ficción que en la realidad, sin embargo, dichos individuos pueden encontrar este aislamiento también en el Internet, en la televisión, en la música o en los libros.
“Se trata de la patología propia del individuo y no del videojuego como agente patológico”, explica, “en el punto entre la realidad y la ficción siempre van a estar la familia y la inteligencia emocional de los niños y los adultos”.
Explica que el desarrollo de los videojuegos ha originado novedosas formas de control que requieren de utilizar el movimiento del cuerpo para hacerlos funcionar, al grado de que, “al usar consolas como el Wii, ya no se trata de que la persona esté sentada y moviendo los dedos, sino que ahora tiene que estar de pie y moverse dependiendo del juego, que va desde beisbol hasta golf y lo que te imagines.
“Hay estudios en Inglaterra donde ya se les empieza a observar como un beneficio en términos de ejercicio, porque en algunos casos son tan dinámicos que representan un consumo de calorías similar al de una caminata, esta tecnología ha evolucionado mucho”, manifiesta.
Otras formas de videojuegos que requieren movimiento son los tapetes y las cámaras de video especiales que se conectan a las consolas, donde la persona debe bailar o pisar ciertas zonas según lo requiera el juego. Según estudios, esto puede tomarles hasta 300 calorías.
“Lo importante siempre es que los papás sean los conductores de sus hijos, que los guíen a través de temas educativos que les aporten conocimientos interesantes y sana diversión, que revisen los juegos de sus hijos para que éstos sean de acuerdo a su edad”, indicó, “también existe contenido nocivo pero si los padres están al pendiente y mantienen una buena comunicación con sus hijos, esto no debe representar ningún problema”.
Recomendaciones
Enseguida se presentan algunas recomendaciones para los padres de familia cuyos hijos gustan de los videojuegos.
-Revisar las clasificaciones de los juegos, para que los menores no adquieran material que es para adultos.
-Promover los juegos que estimulen su inteligencia y aquellos que le hagan ejercitarse.
-Fomentar los juegos que buscan que el individuo socialice.
-Guiar a los menores a temas educativos que les aporten sana diversión.
-Revisar los juegos de sus hijos para que éstos sean de acuerdo a su edad.
-Mantener una buena comunicación con los menores.
FUENTE: Francisco Gutiérrez, psicólogo