Durango

Violenta bienvenida para Jennifer Natalia en hospital del ISSSTE

El Siglo de Durango

Violenta bienvenida a este mundo tuvo la hija de Yolanda Barraza Betancourt en la clínica Santiago Ramón y Cajal del ISSSTE el pasado viernes por la madrugada.

La bebe, quien llevará por nombre Jennifer Natalia, según reveló su mamá a El Siglo de Durango, nació el 16 de febrero a las 2:45 de la mañana.

Yolanda fue llevada a piso, proveniente del área de tococirugía, cerca de las 03:00 horas, ocupando un moisés de acrílico al lado de la cama 105, donde descansaba Yolanda, luego de su trabajo de parto.

Guadalupe Betancourt, abuelita de la recién nacida reveló que al llegar su hija a dicha cama, la cama contigua, la 106, estaba ocupada por una enfermera que dormitaba ahí y que le hizo pasar el coraje de su vida.

Doña Guadalupe señaló que al llorar Jennifer, la enfermera se despertó molesta, abandonando su lecho. Al filo de las 3:30 horas, prosigue doña Guadalupe, llegó la enfermera en cuestión, llevándose a su nieta al cuarto donde se les da su primer baño a los recién nacidos, sin mediar palabra.

La abuelita instintivamente siguió a la enfermera al cuarto de baño, ubicado a la derecha del cuarto ocupado por Yolanda, quedándose afuera.

Doña Guadalupe informó que al escuchar el llanto de su descendiente observó por la abertura sin chapa del cuarto de baño cómo la enfermera en cuestión soltó con brusquedad a la bebé, quien sintió por primera vez el efecto de la gravedad, ya que la enfermera no la recostó como sería lógico, sino que la dejó caer en el mueble infantil.

Doña Guadalupe literalmente se petrificó, no entendía el proceder de la profesional de la medicina, que con su movimiento dejó a la niña con una mano doblada bajo su cuerpo, lo mismo que sus piernitas.

Sin embargo el martirio no terminaba aún. La enfermera, de quien sólo supo que lleva como nombre de pila Angélica ?esbelta, de mediana estatura, con el cabello teñido de rubio, aproximadamente de 30 años- le dio vuelta con brusquedad a la bebé como si se tratara de un libro.

El primer movimiento fue con la mano izquierda, impactando a la niña con la base de una repisa sobre la que descansan artículos como aceite, talco, entre otros enseres para los recién nacidos.

El segundo movimiento fue en sentido inverso, acabando la niña junto a dos toallas que colocó la enfermera sobre el mueble.

En ese momento doña Guadalupe no esperó más y abrió la puerta, con la sangre galopándole a toda velocidad, luego de tan lamentable experiencia.

Dijo que ella sólo observó a Angélica, esperando una respuesta de la trabajadora del ISSSTE, sin embargo la uniformada de blanco con vivos azules esa noche, no emitió comentario alguno.

Sólo se limitó a tomar con nerviosismo aceite en sus manos para untarle a la bebé.

Luego de envolver a la niña en una sabanita, dice doña Guadalupe, ?con cinismo me dijo ahí tiene a su bebé?.

Mientras tanto la mamá de Jennifer Natalia, junto con otra paciente a su lado, se cuestionaban sobre las causas por las que un bebé lloraba con tanta vehemencia, sin sospechar que el llanto era de su hija.

Cuando llegó al lado de su hija, a depositar a su nieta en el moisés, con voz temblorosa le contó a Yolanda lo que acababa de presenciar.

Luego de relatarle a su hija lo acontecido y de depositar a su nieta en el moisés, doña Guadalupe salió a buscar a la enfermera en cuestión.

Para entonces Angélica ya estaba relatando con voz temblorosa a sus compañeras y a personal de seguridad lo ocurrido.

Al acercarse doña Guadalupe fue informada por uno de los tres guardias que se reunieron ahí que el hecho ya estaba asentado y sería informado a sus superiores.

Apenas amanecido, doña Guadalupe no esperó más y se entrevistó con el Subdirector del nosocomio, pero señaló que lejos de inmutarse, le sugirió que talvez se había equivocado en su percepción de los hechos.

Afortunadamente, dijo Yolanda ?fui dada de alta alrededor de las 17:00 horas ?del viernes-?.

Extraoficialmente la familia de Jennifer Natalia supo que se había suspendido a Angélica, sin poder darlo por cierto.

También reveló que trataron de indagar el nombre completo de la enfermera, pero el velo de la complicidad apareció, negándole el personal del nosocomio, el dato requerido.

Indignación

?Cómo es posible que enfermeras como ésa, estén cuidado a las criaturas?.

Guadalupe Barraza,

Abuelita de Jennifer Natalia

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