La Guerrilla en México
Los lamentables atentados en contra de las instalaciones de Pemex marcan un nuevo párrafo en la historia de los grupos guerrilleros en México.
Los antecedentes de estos grupos están marcados el 23 de Septiembre de 1965 cuando el profesor Arturo Gamiz y el doctor Pablo Gómez, encabezaron aquel famoso grupo armado que ataco un cuartel militar en Madera, Chihuahua.
En esa época nació también el PROCUP (partido revolucionario obrero clandestino unión del pueblo), cuyo fundador - Héctor Eladio Hernández- fuera muerto en 1978. A partir de esa fecha han surgido otros grupos armados como el FUZ ( frente Urbano Zapatita) , el MAR ( movimiento de acción revolucionaria ), el CAP (comandos armados del pueblo ), el FRAP (fuerzas revolucionarias armadas del pueblo ), y el PPUA (partido proletario unido de América ).
Y por supuesto el PDLP (partido de los pobres) de aquel famoso guerrillero Lucio Cabañas quien - de acuerdo a la historia-era un profesor normalista con ideas marxistas-socialistas radicado en Guerrero y que debido a sus ideas radicales fuera transferido a Durango.
Según cuentan Lucio Cabañas regreso a su pueblo en Chiapas a pedir la destitución de la directora de aquella escuela y la reinstalación de su puesto, en aquellos meses de 1967 Lucio Cabañas convoco a un un mitin y cuando este se llevaba a cabo arribó la policía judicial y abrió fuego contra los ahí reunidos, resultando muertos siete civiles y dos policías.
La culpa de ese altercado le fue atribuida a Lucio Cabañas quien huyo a la sierra, y fue ahí donde presumiblemente fundo el PDLP.
Este grupo fue el responsable de varios secuestros y ataques a instalaciones militares.
Otros grupos de guerrilleros han tenido notoriedad en México como el frente Zapatista y el EPR (Ejercito popular revolucionario) a estos últimos se les atribuye los últimos atentados en contra de las instalaciones de Pemex.
La ampliación tan significativa de la brecha entre ricos y pobres, la falta de oportunidades, los problemas de marginación e inmigración, y la creación de grandes y poderosos monopolios en los negocios en México, pudieran ser algunos de los caldos de cultivo donde se han engendrado estos nuevos grupos.
La perdida del poder político y la percepción de que existen las elecciones de Estado que benefician a algunos grupos en el poder pudieran ser otras razones.
Razones o no, estos nuevos grupos parecen haber encontrado la formula para hacer daño sin ser vulnerables en los miles de kilómetros de tubería que Pemex tiene expuesta a lo largo y ancho del territorio mexicano.
Ni con toda la policía y el ejército juntos podrían custodiar esas instalaciones.
La existencia de poderosas mafias de narcotraficantes, quienes además de utilizar armas y explosivos de alta sofisticación, también tienen en sus filas a estrategas ex militares con entrenamiento y tácticas profesionales, ponen ahora un elemento adicional de gran preocupación para el gobierno de Calderón.
La mezcla de guerrilleros con narcotraficantes ha sido común en los países latinoamericanos, ahí se tienen los casos de Colombia, Bolivia, Guatemala, Perú etc.
No parece que el México de Calderón tenga suficientes recursos humanos y económicos en el ejército y policía federal capaz de detener la perversidad y capacidad delictiva de estos nuevos grupos armados.
