Cultura Cultura columnas editorial

Vive México hora crucial: De Tavira

Luis de Tavira, director de escena y dramaturgo.

Luis de Tavira, director de escena y dramaturgo.

AGENCIA REFORMA

MÉXICO, DF.- La obra teatral representada por la realidad actual del país va en su tercer acto “y a los mexicanos les toca definir el desenlace de un drama donde está en juego la destrucción de lo humano”, considera el director de escena y dramaturgo Luis de Tavira.

“En nuestro país nos ha tocado vivir un tiempo formidable, decisivo, por la radicalidad de lo que hagamos o dejemos de hacer frente a ese dilema”, señala el autor de Hacer Teatro Hoy (El Milagro), libro con 17 ensayos que comenzó a escribir como un alegato en favor del teatro y derivó en una defensa de la humanidad.

“Casi todo depende”, dice, “de que seamos capaces de reflexionar (...) La libertad es la capacidad de hacernos conscientes de nuestros actos”.

Hacer Teatro Hoy se presentó el martes a las 7:00 de la noche, en la Casa del Teatro (Vallarta 31-A, Coyoacán), espacio de formación teatral que De Tavira encabeza, en un acto donde se festejaron también los 15 años de ediciones El Milagro.

“Son textos que en su conjunto articulan una consideración urgente sobre la cultura, sobre el País, sobre la crisis del espíritu que vivimos. Hace 40 años se proclamaba la muerte del teatro y hoy uno se percata de que lo que verdaderamente se está muriendo es el mundo”.

Fuenteovejuna, de Lope de Vega, es la obra que con mayor precisión refleja lo que sucede en México hoy en día, afirma el ex jesuita, porque el pueblo está secuestrado por el Ejército, su indignación es profunda y clama contra la impunidad.

“Se ha alterado la justicia y estamos en el ciclo de la venganza. Para Lope la salida fue clara, el traspaso del mundo feudal a la monarquía, que funda la nación. Hoy el conflicto es el mismo, ¿cómo se soluciona? La única posibilidad es la negociación para llegar a una razón común”.

El gran dilema que enfrenta el país, antes que educativo es cultural, porque se ha perdido la fe en las instituciones y las leyes, agrega De Tavira, para quien la cultura es el diálogo que construye la conciencia histórica, colectiva e individual.

“?Cómo se destruye el estilo y se aliena el alma (de un pueblo)? Ahí están la televisión comercial, las vociferaciones del mercado, el espectáculo devastador de la masificación, la democracia como campaña mercadotécnica cuyo resultado en las urnas dependerá de la publicidad. Vivimos un gran fraude y el fraude se comete antes de las elecciones, en el ejercicio político, y se consuma después”.

Poder transformador

De Tavira, director de más de 70 montajes y Premio Nacional de Ciencias y Artes 2006, confiesa que en el teatro ha transitado del pesimismo y escepticismo hacia un porvenir esperanzador, aunque al mundo contemporáneo lo observa sumergido en el horror.

Con la apertura del Centro Dramático de Michoacán en 2003, su convicción de que el teatro estaba agotado se alteró al entrar en contacto con una comunidad que nunca antes había presenciado una obra, y reconoció que todo está por hacerse.

A esos pueblos, sin embargo, llegan tarde, porque son pocos, la mayoría mujeres y niños, los mexicanos que no se han marchado a Estados Unidos.

“El teatro nos dice que lo humano nos atañe a todos. No basta tener claro que hay que seguir haciendo teatro, urge saber para qué: para cambiar. Está demostrado históricamente que se cambia al mundo haciendo teatro, el teatro cambió la historia, la conciencia; me cambió a mí. No estoy para discutirlo”.

Esquilo, autor de la Orestíada, inventó la democracia al imaginar el consenso entre los hombres, no ya entre los dioses, y los misioneros integraron a los antiguos mexicanos a la cultura europea por medio del teatro, recuerda De Tavira.

El arte teatral convirtió a los hombres en espectadores de sí mismos, dice, y les recuerda a través de los personajes que experimentan el drama su capacidad para cambiarlo todo.

Para que el teatro tenga una fuerte presencia en México, considera necesaria su inserción en la comunidad, además de que sea reconocido como un derecho de la sociedad, un bien público como la salud y la educación.

“Me da risa y me indigna el pensar que la solución para la vitalidad del teatro dependa de la publicidad, como piensa la mayoría; ésa es la muerte del teatro”.

La palabra teatro significa mirador y la teoría, en griego, equivale a contemplación, de ahí que para De Tavira este arte no pueda renunciar a la reflexión.

“La construcción de la conciencia depende de que se entienda la indivisibilidad entre teatro y teoría”.

Leer más de Cultura

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Cultura

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Luis de Tavira, director de escena y dramaturgo.

Clasificados

ID: 276104

elsiglo.mx