Las mujeres y muchos hombres han pugnado por involucrar al padre en el proceso de crecimiento y educación de los hijos, logrando lentos, pero significativos resultados, afirman organizaciones nacionales e internacionales, así como especialistas. (El Universal)
En México existen 20.1 millones de padres que viven con sus hijos, de los cuales 17.2 millones tienen entre 25 y 64 años de edad, 2.2 millones son adultos mayores y 700 mil son menores de 25 años, según estimaciones del Consejo Nacional de Población (Conapo).
El organismo, dependiente de la Secretaría de Gobernación, expuso con motivo del Día del Padre que esos datos sugieren que, si bien la paternidad se ejerce principalmente entre los adultos jóvenes y los adultos mayores, hay un grupo de varones (700 mil) para quienes el inicio de la vida en pareja y de la crianza de hijos son muy tempranas.
Mediante un comunicado, explicó que la nueva dinámica que imprime el aumento de separaciones y reconstituciones familiares ha modificado la lógica de las relaciones y la organización de la vida entre padres e hijos.
En el caso de los padres, la mayoría (alrededor de 19.3 millones) vive con su pareja y con sus hijos, sólo una pequeña parte (275 mil) están separados o divorciados, 166 mil son padres solteros y 341 mil son viudos.
El Conapo precisó que el modelo familiar en el que se encuentra inmersa la mayoría de padres en México sigue un patrón de tipo tradicional, en el que tres de cada cuatro varones viven con sus hijos y lo hacen en un hogar nuclear.
Las parejas tienen menos hijos que en el pasado -de poco más de siete hijos en 1970 a poco más de dos en 2006- y el tamaño promedio del hogar se redujo de 5.8 a alrededor de cuatro miembros en el mismo periodo.
Eso se refleja en el número de hijos con los que convive el padre dentro del hogar (29.9 por ciento lo hace con sólo un hijo, 34.1 con dos y el resto, 36.0, con al menos tres hijos).
Los roles asignados a la paternidad no son estáticos y el papel de padre es redefinido a partir de cambios en las relaciones entre hombre y mujer, generados, entre otras cosas, por la creciente libertad para decidir cuándo y cuántos hijos tener, mayores niveles educativos y la mayor participación de las mujeres en la actividad económica remunerada.
No obstante, señaló, la mayoría de padres sigue participando como principal proveedor económico en el hogar, ya que nueve de cada 10 de ellos son económicamente activos.
La educación, indicó, impacta directamente en la calidad de vida de la población porque quienes enfrentan la paternidad con un nivel de instrucción adecuado poseen más herramientas para responder activamente y adaptarse a los retos y oportunidades de la vida en familia y del entorno extradoméstico.
Si bien en México se ha logrado incrementos sustantivos en el nivel educativo de la población, uno de cada 12 de los padres no sabe leer ni escribir, sobre todo entre los de mayor edad.
En ese mismo sentido la distribución por nivel de escolaridad de los padres refleja su rezago educativo: 19.1 por ciento no tiene terminados los estudios de primaria, 25.1 por ciento tiene primaria completa, 25.8 por ciento secundaria completa, mientras que 20.6 por ciento tiene más de secundaria.
El Conapo agregó que las limitaciones económicas pueden incidir en la formación de tensiones entre padres e hijos, sobre todo cuando la descendencia se encuentra en la etapa de adolescencia y juventud temprana.
Así se estima que 41.9 por ciento de los hogares nucleares en donde se encuentra presente el padre con algunos de sus hijos se encuentra en pobreza patrimonial, acentuándose en aquéllos de resiente formación, es decir en donde el jefe del hogar cuenta con menos de 25 años (58.9 por ciento).
