El Ballet de San Petersburgo se presentó en el Teatro Nazas a beneficio de la Fundación Child AC. (Fotografía de Érick Sotomayor)
TORREÓN, COAH.- Aunque en estas fechas decembrinas no se han registrado bajas temperaturas como es costumbre, la noche del lunes 17 de diciembre sí bajó el termómetro para la presentación de El Cascanueces, una historia mágica situada en el frío característico de Rusia.
El ballet ruso de San Petersburgo demostró por qué es considerado uno de los mejores del mundo gracias a su adaptación del libreto realizado por Marius Petipa con música de Tchaikovski, y que presentó en el Teatro Nazas dando inicio a las 20:15 horas.
Cientos de laguneros acudieron al recinto cultural de Matamoros y Cepeda para ser testigos de este evento, que a parte de encantar con infinidad de movimientos delicados y sincronizados, tuvo la intención de ayudar pues una gran parte de que lo que recaudó en taquilla se destinó a la fundación gomezpalatina Child AC.
Y la historia comenzó. Ahí estaba en el escenario del Nazas el mago Drosselmeier buscando un corazón bondadoso que lo ayude a salvar la vida de su sobrino, llega a San Petersburgo y encuentra a Clara; es Navidad y se celebra una fiesta en la casa de un noble donde alrededor de un gran pino todo es alegría.
Cada bailarín de la compañía ejecutaba perfectos movimientos y así Drosselmeier, representó la historia del Príncipe y la Princesa Pirlipat así como la malvada bruja Ratonalda, quien convirtió al soberano en un cascanueces.
La aventura que pasó el juguete le fascinó a Clara por lo que le pidió al mago que se lo regalara, acción que realizó. La reunión culminó con la antigua danza Grossvater, las luces bajaron su intensidad en el teatro y la protagonista volvió a al salón para ver de nueva cuenta a su muñeco. Fue entonces cuando las luces regresaron y con ellas un ejército de ratones bailadores.
El rey de los roedores hizo su aparición, El Cascanueces luchó pero eran demasiados. Afortunadamente como en la mayoría de los cuentos, el bien siempre vence al mal los protagonistas triunfan y huyen hacia el mundo mágico.
Así terminó el primer acto entre varios minutos de aplausos. Antes de empezar la segunda parte representantes de la Fundación Child AC dieron las gracias al público que acudió, ya que con su aportación se contribuyó a la creación de una casa hogar que albergue a los niños que protegen.
La escenografía que presentó el ballet de San Petersburgo fue de primer nivel al igual que el vestuario de los bailarines, quienes bajo la tutela de Yury Petukhov realizaron varias coreografías dignas de admirar.
El acto siguiente dio inicio y con él llegaron Clara y el Príncipe al País de las Golosinas, causando una gran alegría. Ya los esperaban el Hada de Azúcar y su Caballero (Valladares y Laza) para presentarles a los dulces de diferentes partes del mundo: chocolate de España, té de China, nuggat de Rusia, café de Arabia, flautas de caramelo, y las flores que bailan para ellos, todos representados por diestros bailarines que presentaron sofisticadas y hermosas coreografías en donde fueron utilizados todos y cada uno de los siete movimientos básicos del ballet, desde brincos, estiramientos, elevaciones, giros, deslices, dobleces y precipitaciones.
Luego de casi dos horas, El Cascanueces llegó a su fin a las 22:15 horas. Los aplausos no se hicieron esperar y es que el nivel artístico de todo el espectáculo dejó satisfechos a los laguneros que fueron al Nazas, no por nada esta compañía rusa es una de las más reconocidas a lo largo y ancho de los Cinco Continentes.
Más de 40 años de ballet
La compañía de San Petersburgo fue creada en 1966 como ballet del Teatro de San Petersburgo bajo la dirección de Piotr Gusev, famoso bailarín, coreógrafo, profesor y condecorado con la máxima distinción en
Rusia: Artista del Pueblo.
■ Desde 1969 a 1976 dirigió el Ballet el gran coreógrafo Leonid Yakobson, Artista de Honor de Rusia y Laureado con el Premio Nacional de la URSS. Un especialista en ir “contra corriente”, que en su juventud negaba la danza clásica y en su madurez volvió al lenguaje tradicional ampliando sus posibilidades plásticas, estilísticas y géneros.
■ Tras la muerte de Yakobson, se quedó al frente de la compañía Askold Makarov, uno de los solistas más reconocidos del Ballet Kirov Mariinsky, quien hizo todo lo posible para mantener vivas las creaciones de su predecesor y colaboró con muchos coreógrafos nacionales y extranjeros.
■ Desde 2001 dirige el ballet Yury Petujov, solista principal del Teatro de Ópera y Ballet Musorgsky, famoso coreógrafo que cuenta también con innumerables distinciones y con doce ballets y miniaturas coreográficas, algunas de las cuales están galardonadas con distintos premios.