Todo un éxito resultó el evento de paracaidismo celebrado en el aeropuerto General Jesús Agustín Castro de Ciudad Lerdo, Durango, en el cual participó un buen número de amantes a este deporte extremo. (Fotografías de Jesús Galindo López)
Ciudad Lerdo, Dgo.- Saltar en paracaídas es una experiencia “super padre”, así lo manifestó ayer Katrin Kort Sánchez al aterrizar en el campo del aeropuerto General Jesús Agustín Castro de esta ciudad, después de haber saltado desde una altura de nueve mil pies en compañía del instructor Temis Ramos.
Minutos antes había aterrizado el camarógrafo Ricardo Pino, quien se había encargado de grabar el salto de Katrin, quien cuando estaba próxima al aterrizaje gritó de emoción, mientras su amiga Laura Sánchez von Bertrab se aprestaba a recibirla en tierra.
Gerente de una cadena de tiendas de conveniencia, Katrin se mostró contenta por haber realizado el salto a la perfección, y consideró que el momento más emocionante fue cuando quedó completamente suspendida en el aire.
“Fue un gran reto saltar en paracaídas, era algo que deseaba realizar, me sentí muy bien durante el mismo y disfruté del paisaje. Fue una experiencia inigualable”, puntualizó Katrin Kort Sánchez, mientras era abrazaba por su amiga Laura Sánchez von Bertrab. Minutos después saltó su hermano Yamil, quien disfrutó también del salto.
El espectáculo de paracaidismo celebrado el fin de semana en el aeropuerto General Jesús Agustín Castro, sirvió de marco para que el lagunero Alberto Torres Cofiño se graduara como paracaidista con todos los honores.
Torres Cofiño explicó que obtuvo este título después de año y medio, por haber participado en dos saltos en tandem, después nueve saltos con instructor independiente, utilizando un radio para preparar el aterrizaje, que es lo más difícil del salto, pues hay que librar los hangares y la pista.
Agregó que es requisito indispensable que durante el salto realicen giros y maromas para estabilizar el vuelo, siendo lo más emocionante cuando los brazos quedan pegados al cuerpo, lo cual produce una gran sensación.
Indicó que el avión utilizado para la práctica del salto fue un Sessna, modelo 182, siendo el séptimo espectáculo de paracaidismo en un año y cuatro meses, ya que el primero fue en febrero de 2006.
En el evento, celebrado sábado y domingo, habían participado hasta el mediodía de ayer 17 personas, la mayoría de ellas de la ciudad de Monterrey.
Aunque no hubo gran asistencia de público, la afluencia de participantes y aficionados a este deporte extremo fue buena en términos generales.