El Universal
MÉXICO, DF.- Primero de octubre de 2006. Casa de Raquel Pankowski. “Nunca más haré a Martita Según”, se dijo a sí misma. Desde esa noche sintió la tristeza de la pérdida: habían sido seis años con este personaje de sarcasmo político que le dio el éxito que siempre le negaron las telenovelas.
“Mi futuro se volvió oscuro. Ya no tenía expectativas de nada”. Durante todo el año anterior, los periodistas le habían preguntado qué pasaría el día en que tuviera que dejar a Martita. Ahora lo sabía: “Mis cinco minutos de gloria se acabaron”.
Sin embargo, cinco meses después, Martita Según ha regresado. Sí, la verdadera sigue vigente con conferencias en el extranjero, Pankowski decidió darle una última oportunidad a su personaje de parodia.
“En noviembre me visitó en mi casa Manuel Rodríguez Ajenjo, guionista del programa de televisión El privilegio de mandar y me dijo: Tú tienes que despedir a este personaje con todos los honores. Te voy a escribir una obra. En cuanto me llevó el primer acto yo enloquecí, me atacaba de la risa porque era Martita empacando, pero resistiéndose a abandonar Los Pinos, mientras Felipe empujaba la puerta porque ya quería entrar”.
Justo al mismo tiempo, el dueño del bar Ribabella llamó a Pankowski para pedirle un espectáculo que reinaugurara este lugar. Pankowski le dijo que tenía algo sobre Martita y el dueño aceptó “encantado”. Así se gestó la que será la última aventura de este personaje: Lo que el Rancho se Llevó. La actriz consiguió la dirección de Alejandro Springall, cineasta con quien trabajó en Morirse está en Hebreo, película que se estrenará el 25 de marzo en el Festival de Guadalajara.
Pero dos días antes, sucederá el estreno de Lo que el Rancho se Llevó, en el que veremos a Martita cómodamente recostada en pacas de pastura acompañada de su Vaca Presidencial y cargada con dos maletas, una que dice Dinero y la otra Archivos Secretos. Aparecerá llamando por teléfono a Elba Esther para que la saque del rancho y le consiga un puesto en el gabinete de Felipe. Y también le llamará a Enrique Peña Nieto para darle el pésame y, de paso, ofrecerse como primera dama para 2012.
“Dentro de mis posibilidades le estoy metiendo toda la carne al asador para despedir con honores a este personaje que me dio tanto”, explicó.
Visto a la distancia, la actriz sólo encuentra una explicación divina para todo lo que le sucedió durante el sexenio foxista: “Mira que tener la suerte de que se apareciera una primera dama como Marta Sahagún ¡y que además se pareciera a mí! Sólo pudo haber sido un regalo de Dios”.
“No voy a echar por la borda mi carrera anterior, no me puedo quejar porque aprendí todos los géneros teatrales. Sin embargo, yo conocí el éxito real cuando ya no lo esperaba, me sentía vieja y frustrada; en ese momento fue cuando decidí hacer la parodia de Martita”.
La actriz sabe que esta será la última vez que interprete a su personaje, pero ya no hay tristeza, sino satisfacción: “Por lo menos no me fui de este planeta sin saber lo que era el éxito”.