Israel y la ANP vuelven hoy a la mesa de negociaciones tras un breve paréntesis por la fiesta musulmana de Eid Al Adha (Sacrificio), informó ayer un portavoz oficial palestino.
Nabil Amer, asesor del presidente de la ANP, Mahmoud Abbas, comunicó en rueda de prensa que las negociaciones comenzarán en medio de la “negra atmósfera” creada por Israel, en alusión a varios proyectos de construcción en los asentamientos judíos que se dieron a conocer ayer.
Según el portavoz, la continuación de estas actividades “perjudica al proceso de paz”, reactivado, tras siete años, en la conferencia de Annapolis del pasado 27 de noviembre.
“Israel no puede combinar la paz con la colonización”, manifestó el asesor palestino, quien exhortó a Estados Unidos a “presionar a Israel para que detenga las expansión de asentamientos”.
El diario Haaretz informó ayer que Israel planea construir otras 500 viviendas en la colonia de Har Homa, a las afueras de Jerusalén, y 240 en el de Maalé Adumim, el más grande de los asentamientos.
La última reunión que ambas partes celebraron, el pasado día 12, concluyó sin avances, después que las delegaciones se acusaran mutuamente de sabotear el proceso.
La ANP sostuvo que Israel viola permanentemente su compromiso de no construir en las colonias, en tanto que la delegación israelí elevó el problema de los ataques con cohetes desde Gaza y la participación de un agente del orden de Cisjordania en el asesinato de un colono, semanas antes.
Descarta primer ministro israelí un alto al fuego con Hamas
El primer ministro israelí Ehud Olmert, descartó ayer un alto el fuego con el movimiento islamista Hamas, y describió la situación en la Franja de Gaza como una “guerra real”, informaron medios locales.
“Las operaciones contra los terroristas continuarán como se ha venido haciendo durante muchos meses”, declaró Olmert al rechazar un ofrecimiento del depuesto primer ministro palestino Ismail Haniye, de Hamas, para negociar una tregua para la Franja de Gaza.
“No hay otra vía para describir lo que está pasando en la Franja de Gaza sino como una guerra real entre el Ejército de Israel y grupos terroristas. Esta guerra continuará”, puntualizó.
Los dirigentes de la Franja de Gaza, territorio controlado por Hamas, firmaron hace escasos días un acuerdo para alcanzar un cese del fuego, y varios ministros del gabinete israelí recomendaron al Gobierno que debería considerar este ofrecimiento.
“El Estado de Israel no tiene ningún interés en la negociación con las entidades que no reconocen las demandas del Cuarteto,” dijo Olmert durante la reunión semanal del Gabinete.
Haniye formuló el ofrecimiento por medio de la Agencia Palestina de Noticias Maan, con sede en la ciudad cisjordana de Belén, y a principios de la semana pasada hizo lo mismo mediante declaraciones a la televisión israelí.
Las operaciones contra las milicias palestinas, señaló Olmert, “continuarán para reducir al mínimo sus ataques con cohetes” contra localidades vecinas de Gaza en el sur de Israel.
PREPARA ISRAEL NUEVO SISTEMA ANTI-COHETES
El Gobierno israelí aprobó ayer una partida de 811 millones de shékels, más de 140 millones de euros, para un nuevo sistema de defensa capaz de derribar cohetes de corto y mediano alcance.
El prototipo del nuevo sistema, conocido como “Iron Dome” (cúpula de hierro), no estará listo hasta dentro de dos años y medio, y el programa deberá luego pasar un largo número de pruebas hasta alcanzar la versión final.
El presupuesto aprobado será repartido a lo largo de cinco años, informaron fuentes gubernamentales.
Israel afronta desde hace décadas el disparo de pequeños cohetes contra centros urbanos fronterizos, sin que hasta ahora haya logrado inventar un sistema capaz de derribarlo.
Se trata en los últimos seis años de los cohetes Kasam disparados desde Gaza por las milicias palestinas, aunque ya antes, durante la ocupación del sur del Líbano entre 1985 y 2000, tuvo que lidiar con un problema similar con los cohetes Katyusha de la guerrilla libanesa Jezbolá.
En 2006, este grupo islámico disparó más de cuatro mil cohetes de corto y mediano alcance contra el sur de Israel, durante la guerra de 34 días que enfrentó a ambas partes tras la captura de dos soldados israelíes.