Gisela Valeria Rivera Esparza.
Javier Eduardo Rivera Gallardo y Yaneth G. Esparza de Rivera le ofrecen una gran fiesta a su hija.
Con una alegre fiesta, Gisela Valeria Rivera Esparza celebró sus quince años la noche del pasado sábado siete de julio. La feliz quinceañera acudió a la parroquia del Centro Saulo para dar gracias a Dios por permitirle disfrutar de este hermoso día, oficiando la ceremonia el Pbro. Guillermo Medina. Con anticipación sus padres, señores Javier Eduardo Rivera Gallardo y Yaneth G. Esparza de Rivera, prepararon todos los detalles de esta celebración a la que invitaron a familiares y amigos de la festejada. El hermoso vestido que lució la quinceañera fue confeccionado en organza color azul celeste, con delicadas incrustaciones de fina pedrería y cristal swarovsky. Su ramo era de rosas blancas y su tiara de exquisito cristal. En medio de un gran ambiente se llevó a cabo la recepción en el Hotel Crowne Plaza, que se decoró con velas y arreglos florales. Entre sus padrinos, la acompañaron: de vestido, Adriana Esparza; de álbum, Rosa Isela Rea; y de fotografía, Lourdes Lugo y Marilú Esparza, así como algunos invitados que vinieron de Saltillo y de la Ciudad de México. Un riquísimo banquete pudieron disfrutar todos los invitados a esta celebración tan especial para la familia Rivera Esparza. Gisela fue acompañada esa noche por su chambelán, el joven Luis Mario García, con quien bailó el tema Héroe, mientras que con su papá bailó la canción Todo Cambió del grupo Camila. Gisela Valeria lució muy contenta con la compañía de amigos como Denisse, Gabriel, Diana Obregón, Rocío, Enrique, Héctor, Vianey, César, Ale, Edith, Jesús, Mónica, Mariana y Judith, con los que disfrutó su fiesta de quince años. Un enorme perro de peluche, entregado por unos divertidos arlequines con zancos, fue el regalo sorpresa que Valeria recibió por parte de su hermana Yaneth Rivera y sus amigas Diana, Marissa, Rita y Karina Rivera. Para amenizar el festejo estuvo un conocido sonido que hizo bailar a chicos y grandes, prolongando el festejo hasta las primeras horas del amanecer. Al día siguiente se ofreció una agradable comida para familiares y amigos de Valeria, para continuar con el festejo de una fecha tan especial.
