La J.R. Mijares es la colonia más afectada de Torreón por casos sospechosos de dengue.
La Secretaría de Salud trabaja con cuatro máquinas fumigadoras en la colonia
TORREÓN, COAH.- Suman ya 70 los casos sospechosos de dengue clásico en la J.R. Mijares; la razón: el desabasto de agua potable en esta colonia provoca que sus habitantes la almacenen en tambos, y todo recipiente capaz de contener líquido puede transformarse en criadero del mosquito trasmisor Aedes Aegypti.
Desde Saltillo y Francisco I. Madero llegó apoyo para la Jurisdicción Sanitaria VI. En la actualidad se trabaja con cuatro máquinas fumigadoras en esa colonia, pero según José Aguirre Carrillo, jefe de esta dependencia, la situación es difícil porque las amas de casa no pueden dejar de almacenar agua en tambos o piletas porque sólo cuentan con el servicio unas cuantas horas al día.
De acuerdo al funcionario, la ciudadanía no se debe alarmar por el número de casos sospechosos porque no todos resultarán positivos, “a las 70 personas se les dará seguimiento por siete días, lo que pasa es que el examen detecta anticuerpos y éstos tardan una semana en aparecer en la sangre”.
Si las muestras se toman antes, explicó el doctor, se corre el riesgo de que los resultados salgan negativos a pesar de que estén enfermos de dengue, “estamos realizando una búsqueda intencionada y cualquier persona que tenga fiebre se reporta como sospechoso pero puede tratarse de catarros o faringitis, o cualquier otro problema infeccioso”.
Aguirre Carrillo insistió en que el principal problema de la J.R. Mijares es la escasez de agua potable, y por eso es importante erradicar todos los criaderos del mosquito transmisor del dengue porque en el interior de la mayoría de las viviendas proliferan las plantas acuáticas y depósitos de agua como piletas y tambos.
Los cuerpos de agua donde se desarrolla la fase acuática del Aedes Aegypti son comúnmente llamados criaderos. En su mayoría, son de tipo artificial, producidos por el hombre y ubicados dentro o cerca de las casas.
El funcionario explicó que todo recipiente capaz de contener agua puede transformarse en criadero, y sus características condicionan la presencia permanente o temporal de los mosquitos.
El tamaño de los criaderos puede variar, desde la tapa de un envase de refresco, hasta una cisterna; pueden ser artificiales (plástico, metal, madera y cemento) o naturales (como son las axilas de los árboles, plantas o pequeños encharcamientos), según la Secretaría de Salud.
>b>Acciones<
En la J.R. Mijares se llevan a cabo las siguientes acciones de:
Fumigación.
Descacharrización.
Abatización.
Toma de muestras.
Pláticas de salud.
FUENTE: Jurisdicción Sanitaria VI