México, DF.- El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) aseguró que la desaceleración económica en México, en especial en el sector industrial, “ya tocó fondo” y comenzará la recuperación en la segunda mitad del año.
El vicepresidente del IMEF, Juan Pedro Treviño, expuso que el fuerte repunte que mostró el ISM Manufacturero de Estados Unidos sugiere un mejoramiento en la actividad manufacturera de ese país en los próximos meses.
“Dada la estrecha relación entre la actividad industrial de México y Estados Unidos, esto podría significar el punto de inflexión para el sector en México”, aseguró en conferencia de prensa.
Refirió que la industria automotriz mostró recuperación en ambos países y se revirtió la tendencia a la baja del Indicador IMEF Manufacturero, lo que apuntaría a que la actividad industrial en México pudo haber alcanzado su mínimo y podría repuntar en los próximos meses.
Treviño consideró que los resultados del Producto Interno Bruto (PIB) muestran que la desaceleración de la actividad industrial fue la causa principal del bajo crecimiento económico en el primer trimestre de 2007.
En los primeros tres meses de 2007, abundó, el PIB creció 2.6 por ciento respecto al mismo periodo de 2006, cuando en el último trimestre del año pasado fue de 4.3 por ciento. Precisó que el PIB del sector industrial se incrementó sólo 0.6 por ciento en el periodo enero-marzo de 2007, cuando en el último trimestre del año pasado creció en 3.6 por ciento.
El presidente nacional del IMEF, Sergio Ruiz Olloqui, sostuvo que en 2007 la economía mexicana registrará un crecimiento de entre 2.8 a tres por ciento, dato que -dijo- ya incorpora la posible recuperación de la segunda mitad del año.
Explicó que este crecimiento implicaría la creación de sólo 600 mil empleos, por lo que exhortó a todos los actores del país a detonar un crecimiento de cuando menos cinco por ciento, que generaría el millón de empleos que requiere la nación.
Por otra parte, afirmó que los hechos de violencia de las últimas semanas no han disminuido los flujos de inversión ni el clima de negocios de los capitales estructurales, “quienes siguen viendo a México con mucho interés”, finalizó.