Los abogados del empresario Zhenli Ye Gon Martin McMahon (der.) y Ning Ye (izq.) hablan con los periodistas durante una conferencia de prensa realizada en el exterior del tribunal de distrito de Washington, DC, hoy viernes 03 de agosto. (EFE)
El empresario chino Zhenli Ye Gon se declaró hoy inocente de la acusación de tráfico de drogas de México a Estados Unidos, sin embargo, un juez rechazó concederle la libertad bajo fianza, bajo el argumento que puede escapar del país.
El empresario Zhenli Ye Gon, acusado en Estados Unidos por conspiración en el tráfico de drogas y requerido en México por narcotráfico, quedó hoy detenido sin fianza a la espera del juicio que comenzará la semana próxima ante un juez federal.
En la audiencia celebrada hoy, Zhenli, un chino naturalizado mexicano, se declaró no culpable del único cargo presentado contra él en EU., por el cual fue arrestado el mes pasado en el vecino estado de Maryland.
Después que Zhenli ingresara en la sala, con uniforme anaranjado y escoltado por dos alguaciles, el comienzo de la audiencia ante el magistrado federal, Alan K. Kay, estuvo marcado por la confusión acerca de la necesidad de intérprete para el trámite.
Zhenli se puso en pie y permaneció impasible cuando el magistrado le preguntó su nombre, lo cual generó una breve discusión acerca de si el acusado entiende inglés o necesita intérprete en chino o castellano.
Aclarado ese punto, Zhenli respondió en un inglés pulcro y se declaró no culpable del delito que se le imputa, que es el de conspiración para la introducción de 500 gramos o más de metanfetaminas.
En caso de que se le declare culpable de este crimen, encarará una sentencia mínima de 10 años de prisión.
El gobierno mexicano, que según el magistrado Kay, la fiscalía y la defensa todavía no ha presentado una solicitud de extradición, afirma que Zhenli estuvo vinculado a la importación ilegal de precursores químicos usados en la producción de drogas.
Informó, además, que un allanamiento en su residencia en marzo pasado llevó a la incautación de 205 millones de dólares en efectivo, supuestamente producto del tráfico de drogas.
El caso de Zhenli ha levantado polémica en México porque acusó al gobierno de ese país de pedirle que guardara en su casa los 205 millones de dólares, que iban a ser usados para "comprar armas y financiar actividades terroristas" en caso de que el entonces candidato Felipe Calderón perdiera las elecciones del año pasado.
El presidente Calderón ha calificado la acusación de "ridícula" y de treta para intentar evadir a la justicia.
La fiscal del caso, Wanda Dixon, pidió que a Zhenli se le mantenga detenido sin fianza a la espera del juicio, al alegar que el acusado es un peligro para la sociedad y presenta un alto riesgo de fugarse.
Por su parte, el abogado defensor, Ning Ye, afirmó que fue el mismo Zhenli quien desde que llegó a EU. contactó a las autoridades de este país porque "quiere que los tribunales estadounidenses ejerzan jurisdicción en este caso".
Según Ning, a quien el magistrado Kay tuvo que recordarle varias veces que se trataba de una audiencia sobre detención y no de un juicio, si Zhenli saliera de Estados Unidos correría riesgos considerables.
La abogada defensora, Lisa Angelo agregó que el detenido "no tiene antecedentes criminales, no ha cometido delito alguno durante los seis meses que lleva en este país, y no tiene dinero para irse a parte alguna".
Kay respondió que los cargos, validados por un jurado investigador, apuntan a que Zhenli ha sido un riesgo para la sociedad y que "obviamente tiene dinero para pagar sus abogados, y quizá tenga otros recursos en el exterior o dentro de Estados Unidos".
También se discutió el estatus de Zhenli en Estados Unidos. Las autoridades de inmigración cancelaron la visa del empresario el pasado 25 de julio, el mismo día en que sus abogados solicitaron que se le otorgara asilo político.
"Si se le deja en libertad, de inmediato será detenido por las autoridades de inmigración, este tribunal perderá jurisdicción sobre él, y puede ser deportado", señaló Kay.
Zhenli "presenta un riesgo grave de fugarse", concluyó Kay, quien ordenó que el procesado quede detenido sin fianza, a la espera de la audiencia del 9 de agosto ante el juez federal Emmet Sullivan, quien presidirá el juicio.