Aref Al-Zoka, gobernador de la provincia yemení de Marib, ante los medios de comunicación para informar sobre el ataque suicida con coche bomba de ayer en la provincia de Marib, a 170 kilómetros de Sanaa, Yemen, hoy martes 3 de julio. (EFE)
El presidente de Yemen, Ali Abdulá Saleh, prometió hoy una recompensa de 15 millones de riales yemeníes (unos 80 mil dólares) a quien facilite información que ayude a la detención de los terroristas, tras el atentado suicida en Mareb.
En una rueda de prensa en Saná, Saleh se comprometió a lanzar una "guerra sin cuartel contra los terroristas", y afirmó que el autor físico del atentado suicida que el lunes causó la muerte de siete ciudadanos españoles y dos yemeníes "no era yemení".
"Las primeras investigaciones muestran que el terrorista era de (otro) país árabe", dijo Saleh en la rueda de prensa, la primera que ofrece después del ataque, en el que otros seis españoles y dos yemeníes resultaron heridos.
El dirigente yemení rechazó precisar la nacionalidad del atacante, si bien dijo que los organismos de seguridad han intensificado las investigaciones sobre el atentado y "anunciarán más detalles en los próximos días".
Hasta el momento, ningún grupo ha asumido la autoría del ataque.
Sin embargo, Saleh reafirmó que las primeras informaciones muestran que la red Al Qaeda está detrás del ataque, el último cometido con coche bomba en Yemen desde los que tuvieron lugar en septiembre de 2006 contra instalaciones petrolíferas en Mareb (este de Yemen), y causaron la muerte de cuatro suicidas y un policía.
Un responsable del gobierno yemenita informó este martes que se realizan análisis de ADN a los restos del suicida para intentar determinar su identidad.
Fuentes de seguridad recordaron que el atentado se produjo una semana después que Al Qaeda pidió la liberación de algunos de sus miembros presos en Yemen o de lo contrario amenazó con tomar medidas no especificadas.
Una delegación española, encabezada por el ministro de Industria, Comercio y Turismo, Joan Clos, partió este martes a Yemen para repatriar los restos de los siete turistas españoles y los seis heridos, que fueron trasladados desde Mareb a Saná.