El presidente de Yemen, Alí Abdulá Salé, ofreció una recompensa de 76 mil dólares a quienes den pistas de los ataques del lunes. (Archivo)
Las autoridades yemeníes sabían que Al Qaeda estaba fraguando un atentado, pero nunca intuyeron que sería contra el turismo del país, indicó el presidente Alí Abdulá Salé.
Abdulá condenó enérgicamente el ataque suicida contra un convoy de turistas que mató a siete españoles y dejó a otros seis heridos y prometió que los autores del atentando serán detenidos y llevados ante la justicia.
Un funcionario acusó a la red terrorista Al Qaeda del atentado, en el que también perecieron tres yemeníes, incluyendo el atacante suicida. El ataque se produjo cerca al templo de la Reina de Saba, en la provincia de Mareb.
El gobernador Arief al-Zoka dijo en Marib que los primeros informes de la investigación apuntan a la autoría de Al Qaeda. Al Zoka no profundizó en la información, aunque señaló que el aparato de seguridad gubernamental está tras los autores del crimen.
“Este es un ataque terrorista considerable”, dijo Al Zoka, y “Al Qaeda está detrás del mismo”. Un agente de seguridad dijo que Al Qaeda había advertido recientemente de un ataque contra instalaciones petrolíferas en el país, edificios gubernamentales y embajadas.
Pero “lo que pasó ayer fue inesperado... Lograron engañarnos”, dijo el agente, que habló bajo condición de anonimato porque no está autorizado a hablar con los medios.
Las autoridades desplegaron “medidas de seguridad alrededor de las instalaciones petroleras y las instituciones gubernamentales, pero el templo de Bilquis no había sido tomado en consideración”, dijo el mandatario en rueda de prensa
El presidente ofreció una recompensa de 76 mil dólares a aquellos que suministren información de los ataques.
Mientras tanto, España envió ayer un avión de la Fuerza Aérea a Yemen para repatriar los cadáveres de siete españoles fallecidos, así como a seis heridos, por un ataque suicida.
En la aeronave se desplazaron el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos; el secretario de Estado de Exteriores, Bernadino León, así como un funcionario del Gobierno vasco y un equipo de la Comisaría General de la Policía Científica, que participarán en la investigación del atentado.
En el parlamento español se guardó un minuto de silencio en honor de los fallecidos y los heridos.
En el exterior, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, condenó el lunes el ataque y señaló que ninguna causa puede justificar tales actos de violencia indiscriminada contra civiles.