Buscan una salida decorosa del presidente del BM tras el escándalo que sacude al organismo.
Mientras el apoyo al presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, continúa desmoronándose, Estados Unidos ha comenzado a buscar a su inminente reemplazo, indicaron en Nueva York fuentes financieras.
La posición oficial de la Casa Blanca sigue siendo de apoyo a Wolfowitz, pero de acuerdo con una de las fuentes, su relevo es “cuestión de días (..) cuando mucho, una semana”.
Entre los principales candidatos a sucederle está un ex subsecretario del Tesoro, Peter McPherson; el actual jefe del banco central israelí, Stanley Fischer y el ex líder de la política comercial estadounidense, Robert Zoellick.
Y entre posibles aspirantes no-estadounidenses estarían el ex presidente de México, Ernesto Zedillo y el ex ministro de finanzas afgano, Ashraf Ghani, según las fuentes.
El ex secretario de Estado, Colin Powell, es mencionado por algunos, pero las críticas que hizo a la Casa Blanca por el manejo de inteligencia previo a la invasión iraquí -orquestada entre otros por Wolfowitz- lo habrían descalificado.
Un panel de siete de los 24 miembros de la junta directiva del Banco consideró esta semana que Wolfowitz entró en conflicto de interés cuando instruyó a subalternos a promover y subirle el sueldo de su pareja, empleada del banco.
Le dio hasta la noche del miércoles para responder y el pleno de la junta se reunirá en los próximos días para decidir si le pide su renuncia, lo despide o encuentra una salida decorosa al peor escándalo en la historia de la institución.
Wolfowitz se ha disculpado por el incidente, que asegura, no fue producto de mala fe o premeditado y ha señalado que se mantendrá en el puesto.
Gran parte de su mandato en el Banco Mundial lo ha encabezado con cruzadas contra la corrupción y conflictos de interés en países en desarrollo, como en el que parece haber incurrido.
El ex economista en jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michael Mussa, opina que “la mejor manera de ayudar al futuro del Banco, es renunciando”.
“Cuando llegas a este punto, lo que menos es importa ya es cómo llegaste hasta ahí”, indicó.
El puesto máximo del Banco Mundial es ocupado de forma tradicional por un estadounidense, mientras que los europeos eligen al del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En años recientes ha habido reclamos de decenas de países miembros de ambas instituciones, para que se abra el juego a candidatos de otras regiones del mundo, pero es incierto si la Casa Blanca tomara esta oportunidad para hacerlo.
Europa presiona salida; Casa Blanca reitera apoyo
Europa y EU demostraron ayer que los separa algo más que un océano al abogar, en un caso, por la dimisión de Paul Wolfowitz de la presidencia del Banco Mundial (BM) y apelar, en el otro, por su permanencia al frente de la institución.
Mientras tanto un grupo de unos 30 activistas de distintas nacionalidades se manifestó ayer en la sede del BM en Washington para pedir que Wolfowitz abandone su puesto.
Alemania reiteró por su parte que el ex número dos del Pentágono debería dejar su puesto.
Karin Kortmann, la secretaria de Estado de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, recordó, en una comparecencia ante la Cámara Baja del Parlamento alemán, que la ministra de Desarrollo del país, Heidemarie Wiezorek-Zeul, expresó a Wolfowitz que su dimisión voluntaria “es la mejor solución para el banco y sus objetivos”.
Desde Francia, Jean-Baptiste Mattei, portavoz del ministro francés de Asuntos Exteriores, Philippe Douste-Blazy, señaló que esperan que el Consejo Ejecutivo se reúna “rápidamente” para decidir cómo proceder en vista de los resultados del informe del panel investigador.
La premura de Francia y los deseos de Alemania de que Wolfowitz dimita contrastan con la postura de Washington.
“Todavía lo respaldamos plenamente”, aseguró ayer el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow. A las palabras de Snow se sumaron las del asesor de la residencia oficial estadounidense, Dan Bartlett, quien insistió en que Wolfowitz merece “un proceso justo”.