Un 2007 de claroscuros tuvo Santos Laguna, con un primer semestre de sufrimiento y casi descenso, pero se reivindicaron ante la afición en el Torneo Apertura 2007, superando todas las expectativas. (Fotografía de Ramón Sotomayor Covarrubias)
TORREÓN, COAH.- Santos Laguna vivió muchos contrastes en este 2007, desde estar a las puertas del descenso hasta casi la gloria acariciando el campeonato, para que en los inicios de los festejos del vigésimo quinto aniversario de su fundación anunciaran la construcción del nuevo Estadio Corona.
En el Torneo Clausura ocurrió un milagro, ya que además de contar con la ayuda tanto de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) como de los Rojinegros del Atlas, los Guerreros pudieron salvarse de la quema del descenso, donde los Gallos Blancos del Querétaro no pudieron permanecer en el máximo circuito.
Las grandes contrataciones llegaron para los albiverdes, que ya contaban en la directiva con Alejandro Irarragorri, por lo que Oswaldo Sánchez, Daniel Ludueña, Fernando Ortiz, Juan Pablo Rodríguez, Iván Estrada y compañía firmaron con el equipo, tomando el compromiso para que el equipo no descendiera.
Los primeros juegos fueron complicados, incluso se hilvanaron tres derrotas consecutivas, por lo que el técnico Daniel Guzmán presentó su renuncia, la cual no le fue aceptada por Carlos Fernández, director general de Grupo Modelo.
La mala racha continuaba, pero después de la jornada ocho todo cambió y los resultados comenzaron a darse, ya que el buen futbol lo demostraron en la cancha desde la fecha inaugural ante Rayados, aunque nunca pudieron reflejarlo los jugadores en el marco rival.
Después del triunfo ante Cruz Azul en el cierre de la campaña regular, jugadores y cuerpo técnico lloraron y festejaron en grande, sacaron una presión bárbara de cinco meses, y el mismo capitán Oswaldo Sánchez confesó que nunca vivió una situación similar, la cual obviamente no querrá volver a pasar.
Salieron varios jugadores y a cambio llegaron Christian Benítez y Miguel Becerra, entre otros. La mayoría de la prensa lagunera vio con escepticismo las contrataciones, pero tanto el delantero ecuatoriano como el arquero demostraron con hechos su valía y contribuyeron con el equipo en gran medida para conseguir el liderato general, teniendo una sola derrota en 17 juegos.
Cerca se tuvo el campeonato, pero una mala noche en Ciudad Universitaria sepultó las aspiraciones de avanzar a la gran final, donde se buscaba el tercer título de su corta historia, aunque el objetivo principal del torneo ya se había cumplido: conseguir la mayor cantidad de puntos para salir de los últimos puestos de la tabla porcentual.
Los futbolistas santistas que vivieron ambos torneos tuvieron una gran enseñanza de la vida y de su profesión, ya que valoraron la labor de su trabajo en el plano futbolístico y personal, que sin duda los marcó para siempre y con ello maduraron, al igual que la afición y medios de comunicación.
Oswaldo quiere la revancha
El arquero Oswaldo Sánchez reflexiona lo vivido en los últimos meses y cataloga los momentos como duros: “fue un año complicado al igual que lo fue el 2006 en mi vida, tanto en el aspecto personal como en lo anímico y futbolístico”.
Ex jugador de los Rojinegros del Atlas, Águilas del América y Chivas Rayadas del Guadalajara, el cancerbero asistió a los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, además de tres Copas del Mundo, la de Francia 1998, Corea-Japón 2002 y Alemania 2006, este último donde fue titular indiscutible.
“Sucedieron cosas anormales, murió gente muy querida (entre ellas su padre días antes de debutar en la justa mundialista en tierras germanas), hubo lesiones que no había tenido y operaciones que no pensé, fue muy complicado”.
No todo fue malo para Sánchez Ibarra, ya que en el recuento de los daños el balance fue positivo pues en lo grupal consiguió cosas muy importantes, como un campeonato con el Rebaño Sagrado antes de venir a la Comarca, además de salvarse con los Guerreros, cuando el equipo estaba abajo y era candidato para descender.
Habló además de los firmes propósitos que tiene para el 2008, donde por principio de cuentas realizará una pretemporada completa como antes no lo hacía: “en lo personal quiero tomar el nivel que me gusta, recuperar lo que alguna vez era mío, y es la ilusión que tengo”.
Señaló que tanto a Santa Claus como a los Reyes Magos les pidió más que nada mucha salud, ya que cuando está fuera de la cancha y de su ciudad natal es cuando se da cuenta que es lo más importante que existe tanto en su persona como para su familia.
Becerra peleará titularidad
Por su parte, el también arquero Miguel Becerra, luego de descender a la Primera División A con los Gallos Blancos del Querétaro, continúa disfrutando su estancia con los albiverdes, quienes le dieron la oportunidad de mantenerse en el máximo circuito, y de qué manera, entrando al quite cuando Oswaldo Sánchez tuvo que ser operado del hombro izquierdo.
Con Santos Laguna espera permanecer un buen tiempo, ya que el proyecto es interesante: “como dicen los directivos, queremos que esto se convierta en una gran institución, que ya lo es, pero aún más reconocida a nivel nacional e internacional”.
Advierte que aunque pasen el Año Nuevo lejos de sus familias en Barra de Navidad, la convivencia con sus compañeros los unirá más como el gran grupo que son, además que la pretemporada será un buen trabajo porque es la base de todo el torneo y están todos mentalizados en aprovecharla.
Acerca de lo que costará por hacerse cargo de la titularidad, el “Gordo” se abrió de capa y espada: “estoy consciente que ese puesto no me pertenece, que es de Oswaldo, pero hay que competir para ganarnos una oportunidad y la confianza del entrenador”.
Indicó que para el presente año espera y anhela salud para toda la familia y el mundo entero en general, además de continuar por el mismo camino bajo los tres postes, trabajando más y esforzándose día con día, al igual que estar más tiempo con sus seres queridos.
Osmar vive un gran momento
Para el juvenil santista Osmar Mares, el 2007 fue un año muy importante en el aspecto personal y futbolístico, ya que cumplió con un sueño que tenía desde niño y logró una meta trazada, como lo fue ir al Mundial Juvenil Sub-20 de Canadá, donde a pesar de jugar un solo encuentro anotó un gol ante Nueva Zelanda.
“Fue trascendental en mi carrera, además por lo vivido con mi equipo Santos en el torneo anterior del Clausura, donde nos salvamos; por la cuestión de las eliminatorias para la Copa del Mundo y las concentraciones sólo pude jugar en cinco partidos, pero puse mi granito de arena”.
Entre sus anhelos para el 2008, que iniciará en breves horas, está consolidarse como jugador titular en la Primera División Nacional, participar y ser protagonista en las liguillas, además de ser campeón con Santos Laguna, algo que estuvo cerca de ocurrir en el Apertura 2007.
Sobre su actual situación como elemento de relevo, el orgullo de la Antigua Aceitera de Torreón no se anda con rodeos y señala: “son los riesgos que se corren por ir a la Selección y así es el futbol, de aprovechar las oportunidades y el que esté mejor jugará, ‘Homie’ pasa por un excelente momento, por lo que sólo me resta aguantar, saber esperar y trabajar lo mejor posible para responder cuando me toque y lo solicite el entrenador”.