El municipio de Jiménez del Teúl requiere de mayor presencia policial.
JIMÉNEZ DEL TEÚL, ZAC.-En dos años y medio han ocurrido alrededor de siete homicidios en el municipio y es un número elevado, ante los dos mil habitantes que conforman la cabecera municipal, señaló el sacerdote de la Parroquia de San Andres del Teúl, Donato Hinojosa.
El sacerdote señaló que los crímenes en este municipio siempre han existido y en este momento hay mucha alarma por los crímenes que se han cometido en los últimos días, donde asesinaron a sangre fría a un matrimonio de Atotonilco y el pasado domingo masacraron a un policía.
Indica que en el último caso todo mundo en la comunidad sabe que el policía asesinado se acercó a tratar de quitarle un arma a un menor de edad en pleno centro.
Pero con él se encontraba uno de sus hermanos, quien le dijo al policía que no se atreviera o se lo “tronaba”. El agente insistió y el joven sacó el arma y lo baleó y al caer lo remató en el piso.
ASESINOS SUELTOS
El detalle, señala el sacerdote, es que el asesino ya había matado a una persona en la comunidad de Carretas y en forma campante se pasea ahora por el municipio.
Lo extraño, agregó el sacerdote, es que ahí mismo estaban sus compañeros policías y lo dejaron y el asesino llegó y lo remató en el piso, sin misericordia.
NO LES HACEN CASO
Ante todo esto, señala que desde que llegó a la parroquia ha solicitado al Gobierno del Estado un destacamento de la Policía Ministerial, pues no hay respeto para los agentes municipales. “Para el Ejército y la Judicial sí”.
Muchos jovencitos andan armados en la plaza y en las calles; los dos últimos homicidios así lo indican. No existe tampoco el Ministerio Público en el lugar, y sólo unos cuantos policías municipales otorgan “seguridad ciudadana”, destacó.
Los mismos ganan un sueldo miserable y se encuentran mal armados. Lo paradójico del caso es que el día del entierro estrenaron uniformes y los utilizaron para el funeral de su compañero.
Precisa que le solicitó públicamente al Alcalde que gestionara mayor seguridad para el municipio, que prácticamente se encuentra desamparado y los que matan andan libres.