Ante la ausencia de un cuadro definido en Myanmar, la ONU calcula que de 1.5 a 2.5 millones de sobrevivientes necesitan alimentos, agua, albergue y cuidados médicos. Los grupos de ayuda sólo han llegado a unos 270 mil damnificados. (Fotografías de AP)
Estiman en 55 mil 917 el número de desaparecidos entre ellos 58 empleados del Gobierno tras
el paso del ciclón Nargis.
La televisión estatal de Myanmar (antes Birmania) actualizó ayer las cifras de víctimas por el paso del ciclón Nargis hace una semana y reportó casi 78 mil muertos, más de 55 mil desaparecidos y 19 mil 359 heridos.
De acuerdo con el reporte, del que da cuenta la agencia china de noticias Xinhua, la cifra de muertos asciende a 77 mil 738, incluidas 159 personas de servicio estatal, y los desaparecidos se estiman en 55 mil 917, entre ellos 58 empleados del Gobierno.
El drástico aumento en el número de víctimas y la demora en su difusión se debió a la dificultad que han encontrado las autoridades birmanas para llevar a cabo la contabilización en las áreas devastadas por Nargis, aclaró el reporte televisivo.
A principios de mayo, el fenómeno meteorológico entró a Myanmar por las costas de la Bahía de Bengala y golpeó cinco estados del país, de los cuales Ayeyawaddy y Rangón fueron los más afectados con el mayor número de muertos y daños en infraestructura.
Tras el desastre, el Gobierno birmano acogió la ayuda humanitaria que ofrecieron países y organizaciones, pero negó la entrada al país de rescatistas extranjeros, argumentando que prefería utilizar su propia fuerza.
Fuertes críticas recibió la gobernante Junta Militar de ese país, que además celebró un referéndum constitucional ese fin de semana pese a la tragedia, ya que la ayuda esperaba en las fronteras mientras crecía la cifra de muertos y el riesgo de epidemias.
Los reportes indicaron que ayer las labores de rescate se vieron obstaculizadas por las fuertes lluvias registradas en la región, que además ponían en riesgo a millones de sobrevivientes.
Sin embargo, el régimen militar insistió en que la primera fase de los trabajos de ayuda, como rescate de víctimas, refugios temporales, distribución de alimentos y ropa, así como atención médica, se desarrollan sin problemas.
En tanto, empresas nacionales de la construcción se aprestan a participar en la segunda fase para la rehabilitación de inmuebles dañados o reconstrucción de edificios destruidos por completo, principalmente en Ayeyawaddy y Rangón.
Busca ONU evitar la venta de niños
La Organización de las Naciones Unidas afirmó ayer que la situación de los niños birmanos en las zonas devastadas por el ciclón Nargis es desoladora y que su prioridad es ayudar a las familias en peor situación para evitar que “vendan a sus niños o los obliguen a trabajar” .
Con miles de menores durmiendo a la intemperie en medio de las fuertes lluvias de estos días, el riesgo de enfermedades y explotación es alto, declaró la portavoz de Unicef, Veronique Taveau.
Para proteger a la niñez damnificada, ese organismo de la ONU ha puesto en marcha un programa de protección, que tendrá como una de sus tres prioridades “la identificación de las familias más vulnerables que puedan estar tentadas de vender a sus niños u obligarlos a trabajar” por la desesperación.
Las otras prioridades serán el registro y protección de los niños que han quedado separados de sus familias o huérfanos, así como el acondicionamiento de espacios infantiles dentro de los campamentos que albergan a las víctimas del ciclón.
Por ahora se han registrado 500 niños en esa situación, mencionó Taveau, quien consideró esa cifra provisional.
De otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desmintió la aparición de una epidemia de cólera en la región del delta del río Irrawady, en reacción a informaciones que se habían extendido al respecto.
