BANDERAZO DE SALIDA.- Los jóvenes, ahora más que nunca, están expuestos a caer en el vicio de las drogas. ¿Es su hijo un drogadicto? ¿Sospecha usted que lo sea? Pues es fácil saberlo si mantiene un ojo alerta ante los siguientes detalles: Si le llegan rumores de que en la escuela, o en la zona donde está la escuela a que asiste su hijo, hay casos de jóvenes drogadictos... Si nota alteraciones en su conducta cotidiana sin razón justificada... Si su hijo demuestra de pronto gran interés por el tema de las drogas, o si por el contrario se muestra cauteloso o molesto cuando se habla del asunto... Si, pese a sus advertencias, él mantiene amistad estrecha con algún amigo de conducta sospechosa o con antecedentes de drogadicción... Si su rendimiento escolar empieza a decaer... Si de pronto se muestra indiferente en actividades que antes le encantaban como deportes, pasatiempos, juegos de salón, etc.
CURVA PELIGROSA.- Vigile a su hijo porque puede estar metido en drogas si comienza de pronto a volverse antisocial... Si hace o recibe llamadas telefónicas que trata de ocultar, y de las cuales no tiene explicación digna de crédito... Si comienza a llegar tarde a casa... Si comienza a volverse huraño, encerrándose en su cuarto en cuanto llega de la calle, y sin desear hablar con nadie... Si de pronto comienza a mostrarse alterado por cualquier motivo, si pelea con sus hermanos en forma inexplicable; si nota cambios en su conducta rutinaria... Si se torna colérico e irritable por cualquier cosa (reacción de las anfetaminas), o si está constantemente con sueño, ausente, sin deseos de hacer nada (reacción de los barbitúricos)... Si de pronto se vuelve más alegre, más conversador, más amable (reacción de que está fumando marihuana).
RECTA FINAL.- También, si su hijo está fumando marihuana, notará usted que se ríe sin motivo, que habla solo, o que por el contrario se mantiene pensativo y silencioso... Si ve usted que tiene los ojos inyectados en sangre, es un síntoma común de que acaba de fumar marihuana... Si de pronto cae en un profundo aletargamiento, significa que el efecto de la droga está pasando... La marihuana, por si no lo sabe usted, se suele dar a los jóvenes en fiestas y reuniones juveniles de varias maneras, y sin que ellos se den cuenta: en cigarrillos a los que se ha extraído tabaco y se rellenan con la yerba, en ensaladas, en platillos tan inocentes como un sándwich... Cuando se fuma con exceso causa fuerte dolor de cabeza, desvanecimiento y pérdida del autocontrol... Muchos jóvenes padecen de alucinaciones y persecuciones imaginarias... Es totalmente falso que la marihuana estimule la capacidad intelectual o artística, o que sirva como afrodisiaco. Al contrario, perturba la facultad intelectual y causa impotencia.
META.- Si un joven toma tranquilizantes, siempre andará cansado, con ganas de dormir y no hacer nada. Parecerá que está ligeramente ebrio, pero sin que huela a alcohol. Hablará en forma incoherente y caminará con pasos vacilantes... Si toma estimulantes, que provocan alegría artificial y falsa energía, mostrará inusitada actividad, siempre querrá estar haciendo diversas cosas, y hablará en forma incontenible y entusiasta. Las pupilas de sus ojos estarán muy dilatadas y tendrán un brillo intenso. No podrá dormir con facilidad y despertará exhausto, sumido en profunda depresión. Perderá el apetito.