BANDERAZO DE SALIDA.- Inés de la Fressange, una de las modelos más cotizadas y conocidas del mundo, retirada ahora y dueña de su propia tienda de diseños exclusivos, acaba de contar su vida en su libro “Yo, Inés de la Fressange”, que se está vendiendo muy bien... A los 39 años de edad, casada, y con una hija, la ex modelo exclusiva de la Casa Chanel, y la tercera nombrada “Símbolo de Francia”, después de Brigitte Bardot y Catherine Deneuve, dice no estar arrepentida de haber abandonado su carrera en el modelaje. “En ese trabajo, señala, como en cualquier otro, una debe saber retirarse a tiempo. Y como modelo, una debe apartarse ante el avance de las jóvenes, antes que alguna te dé un empujón y te tumbe de la pasarela”.
CURVA PELIGROSA.- En su libro, Inés revela también que una de las cosas valiosas que deja ser modelo es la disciplina y la seguridad en una misma. Cuando tuvo a su hija, Nine, subió de peso terriblemente, pero su disciplina la hizo recuperar casi enseguida su estilizada figura... Inés mide 1.80 y pesa 65 kilos, y para estar siempre en forma, su alimento substancial es a base de jugo de frutas frescas, ensaladas sin ningún aderezo, y grandes vasos de agua... Confiesa que se volvía loca por una comida sólida, y por los ricos pastelillos que vendían en una panadería cercana a su casa, pero que tuvo que controlarse antes de sucumbir. Ahora, aunque no tiene por qué seguirse privando de esas cosas, lo hace porque siempre perdura la buena disciplina.
RECTA FINAL.- Inés tuvo el valor de decirle “No” a Karl Lagerfeld, zar de los modistas, cuando éste quiso que modelara un traje que mostraba demasiado de su anatomía. El pleito hizo historia, ocurrió hace seis años, y Karl no le ha perdonado su “insubordinación”... Conocida por su figura “delgada como un alambre”, según los periodistas de modas, su rostro delgado, su nariz afilada y su pelo corto, Inés fue la Top Model más cotizada antes de que llegaran las modelo-empresarias como Cindy Crawford, Noami Campbell, Claudia Schiffer y Linda Evangelista, que tienen cafés, empresas de bienes raíces, y cadena de boutiques.
META.- La tienda de diseños exclusivos de Inés está en un modesto apartamento que ella misma reacondicionó y decoró. Tiene a media docena de diseñadores y ayudantes que trabajan con ella, y no sólo en la confección de ropa, sino también en el diseño de muebles y joyería. Inés, sin embargo, no abandonó los dos cuartos que tiene en el Palais Royal, para no olvidar sus años de modelo... Dice que es una buscadora de sorpresas, y que los fines de semana recorre con Luigi, su esposo, los alrededores de París para encontrar antigüedades, y que es asidua a las Galerías Lafayette para estar al tanto de todas las cosas de vanguardia.
