BANDERAZO DE SALIDA.- Una amiga del columnista, que acaba de regresar de Inglaterra, me cuenta sus impresiones de Londres: “París es una ciudad más hermosa que Londres; Roma, más amistosa; Nueva York es más excitante, y Río de Janeiro tiene más color, pero Londres posee todo eso y más... Miles de turistas de todo el mundo se encuentran y se saludan, sin conocerse, en la visita que hacen a la Abadía de Westminster, a la Catedral de St. Paul (donde se casaron el Príncipe Carlos y Lady Diana); en el Parlamento; en el cambio de guardia del Palacio de Buckingham; en la Torre de Londres... Llaman la atención las placas color azul, que indican en las esquinas los nombres de las calles... Londres nunca ha olvidado a sus genios literarios, y hay placas donde nacieron, vivieron o escribieron William Blake, Thackeray, Dickens, Carlyle, Kyats, Jonson.
CURVA PELIGROSA.- En muchos pubs (nombre inglés que se aplica a las tabernas), se recuerda también a sus famosos y sedientos clientes. “Ye Old Cheshire Chesse” era el preferido del Dr. Johnson y uno de los pubs más pintorescos de Londres. Se conserva el que era su asiento favorito y un gran retrato del autor del más conocido diccionario en inglés está a la entrada de la bodega de los vinos... El corazón de Londres es Piccadilly, que es una intersección al comienzo de la zona de los teatros y de la vida nocturna de la ciudad. El nombre de Piccadilly Circus se lo dio un sastre del Siglo XVIII que vivió allí y cuyos modelos de cuello “pickadills” (curveados), se aplicaron al lugar. En el centro hay una columna con la estatua de un ángel en la cúspide. El ángel, se dice, representa a Eros, el dios del Amor.
RECTA FINAL.- Los parques de Londres, llamados desde el siglo pasado “los pulmones de la ciudad”, son grandes áreas verdes en los que pasean, caminan y trotan los ingleses. Lo hacen siempre que hay un día bueno (es decir, cuando no llueve), y también hacen allí pic-nic, juegan cricket, empujan los carritos de los bebés, o simplemente se distraen viendo a los pelícanos y gansos nadar en los lagos... En esos parques (los más conocidos son St. James’ Screen, Regent y por supuesto Hayde Park), tanto como en los balcones de las casas londinenses abundan los tulipanes, narcisos, geranios, petunias y hortensias. Para dar una idea mejor de cómo aman los londinenses las flores, basta señalar que los almacenes “Derry and Toms” tienen un piso completo con flores y plantas de todo tipo. Por cierto los norteamericanos llaman a tales almacenes “Tom y Jerry”.
META.- El barrio más alegre de Londres es el Soho, al oeste de la ciudad, con sus calles muy estrechas y su hacinamiento de pubs, clubes de estripteases, restaurantes exóticos, salas de masaje y tatuaje, teatros de todo tipo de espectáculos, adivinadores de la suerte y, por supuesto, muchachas y muchachos de inequívocas inclinaciones, dispuestos a todo por una suma razonable... Allí también anidan los Mods (jipis ingleses), y el contraste entre este ambiente y la abundancia de Rolls Royce, limousinas y motocicletas estacionadas allí es sorprendente... Nota muy londinense: En las sastrerías donde venden ropa para equitación o caza, se hace que el cliente se monte sobre un caballo de madera, para que vea cómo lucirá la chaqueta cuando monte un caballo real... El Támesis sigue siendo el corazón, el alma y el espíritu inalterable de Londres.
