BANDERAZO DE SALIDA.- Monstruo marino: Larga serpiente con jorobas que se niega a salir a la superficie del mar cuando en las cercanías hay un turista con una cámara fotográfica. * La compañía de modelos “Elite”, la mejor de Nueva York, acaba de seleccionar a un grupo de futuras estrellas de la pasarela. De cincuenta chicas escogió a diez que, afortunadas, irán a París a la semifinal, con otras concursantes europeas. Las que ganen saltarán a la fama modelando jeans y, por supuesto, exhibiéndose en las mejores pasarelas del Viejo y del Nuevo Mundo. La eliminatoria en Nueva York fue en el sofisticado Fashion Café, y las chicas concursantes recibieron valiosísimos consejos.
CURVA PELIGROSA.- Por ejemplo, pocas chicas saben posar y es importante que coloquen las manos en algo, o las metan en los bolsillos de las chaquetas o el pantalón... Para dar la vuelta en la pasarela, algo muy difícil, debe hacerse con gracia y en forma calmada, no girar como trompo. La modelo va caminando, se detiene, pone las manos en sus caderas y gira lentamente... Cuando se camina en la pasarela, debe hacerse con los hombros echados hacia atrás, las caderas adelante, y adoptando una pose de Diva. Es esencial que una modelo adquiera una nueva imagen, un nuevo look, y eso se logra en relación directa cabello-rostro. El pelo es decisivo para lograr una imagen deslumbrante, nueva y brillante.
RECTA FINAL.- En la mayoría de los casos, las jóvenes deben cortarse el pelo. Es duro cuando toda su vida lo han tenido largo y echado sobre los ojos y la cara. Pero el cambio es notable... En el maquillaje hay que resaltar lo mejor que se tenga. Si su nariz es afilada, si sus ojos son grandes, si su piel es tersa, saque provecho de ello. No olvide que los primeros veinte segundos en la pasarela son los decisivos para demostrar si se es buena modelo o no. Hay chicas que se congelan, que caminan a saltos, con miedo. Una buena modelo debe mostrar siempre vivacidad, alegría, confianza en sí misma, parecer que flota más que caminar.
META.- Cuando se posa ante al fotógrafo, hay que permitir que el hombre de la cámara dé las ordenes, porque él buscará el mejor ángulo, la luz que favorezca más, la pose más interesante. Cuando una muchacha se congela frente al fotógrafo, la solución es que se mueva, que adopte diversas posturas. Eso la relaja y rompe la tensión. Una modelo tiene en el espejo de su recámara la mejor ayuda. Se recomienda que practiquen allí gestos, formas de caminar, de sonreír, de mostrarse desenvuelta y segura de sí misma. Si una modelo no sabe proyectarse, por muy bonita que sea no atraerá la atención de nadie.
