BANDERAZO DE SALIDA.- Gratitud: sentimiento que se expresa cuando se ha recibido un favor y se espera recibir otro. * Médicos, sicólogos y expertos en la conducta humana están de acuerdo en que todos los hombres y mujeres han mentido alguna vez en su vida; que los hombres mienten más que las mujeres y que todos, en general, aunque sean viejos, siguen mintiendo... En un reciente estudio hecho al respecto se encontró que el 61 por ciento de los entrevistados aceptó que solían mentir con alguna frecuencia, y que lo encontraban divertido... Las mentiras que todos decimos alguna vez van desde las llamadas “blancas”, como fingir que se tiene un dolor de cabeza para no asistir a una fiesta, hasta decirle a la muchacha que se quiere conquistar que uno está por heredar una fortuna millonaria en dólares de un tío que acaba de morir en Afganistán.
CURVA PELIGROSA.- Hombres y mujeres, más éstas que aquéllos, mienten respecto a su edad... Mienten cuando llegan tarde al trabajo, o cuando no quieren ir a trabajar, o cuando quieren salir temprano... Los jóvenes mienten cuando no hicieron la tarea, cuando se les pregunta si fuman o toman licor... Las mujeres mienten respecto a su vida matrimonial, cuentan fantasías que no existen de su vida sexual, dicen elogios de sus hijos aunque éstos no los merezcan... Hay personas que mienten respecto a su estado de salud y a su situación económica... Hay quienes mienten sobre su posición social. (Fíjate que me encontré a mi jefe, tomamos unas copas y ahora nos tuteamos); sobre sus vacaciones (me divertí una barbaridad y mira cómo me broncee en la playa), cuando en realidad no salieron a ningún lado y tomaron baños de sol en la azotea de su casa.
RECTA FINAL.- Los hombres mienten cuando llegan tarde a casa (me encontré a un viejo amigo y me dio tanto gusto que lo invité a tomar una copa); mienten de su vida conyugal cuando hablan con una muchacha bonita (pues sí, estoy casado, pero no soy feliz. Si yo encontrara a una muchacha como tú, tan bonita y dulce...); mienten de su posición en el trabajo (tengo un puesto de gran responsabilidad, y espero pronto un nuevo ascenso) cuando en realidad son pobres oficinistas que llevan diez años en el mismo escritorio... Las mujeres mienten a sus amigas respecto a su felicidad conyugal, y se dan el brillo social que no tuvieron de solteras... Y todos mienten cuando dicen que acaban de hacer el último pago de lo que debían, lo que no han hecho aún; mienten cuando la anfitriona de la casa les pregunta qué les pareció la cena.
META.- Los niños aprenden a mentir gracia a los adultos. Hacen un garabato y la madre asegura que es un futuro Picasso, y aplauden con locura el poema que el niño balbucea apenas ante los invitados... Los niños aprenden a mentir cuando oyen que su mamá le dice a la sirvienta: “Contesta el teléfono, y si es esa pesada de Gloria le dices que no estoy”... Aprenden a mentir cuando el padre les dice: “Abre la puerta, y si es el cobrador dile que no he llegado”... O cuando oyen que el padre le dice a la madre: “Estoy muy crudo. Habla a la oficina y dile al jefe que no voy a ir porque amanecí enfermo de gripe, y tengo calentura y dolor de cuerpo”.