¿A dónde van los desaparecidos?

Comandos fuertemente armados se hicieron presentes en cada “levantón”; hay 20 en la capital

En esta ciudad hay por lo menos 20 personas desaparecidas, mismas que fueron “levantadas” durante el año pasado y aún no se tiene conocimiento de su paradero, no se sabe si están vivas o muertas, sus familiares lloran su ausencia “es preferible saber que está muerto a estar sufriendo esta terrible incertidumbre”, me comentó un hermano de uno de los privados de la libertad, mientras que la madre de otro señalaba “no pierdo la esperanza de que algún día aparezca”.

Los llamados “levantones” no son otra cosa que una privación ilegal de la libertad para ejecutar un cobro de una cuenta pendiente, para intimidar a la víctima o a sus allegados, o en las menos de las veces para cobrar un rescate, sin embargo, también se dieron casos de personas sustraídas por estar en el momento y en el lugar equivocado.

UN GRITO DESESPERADO

No es fácil olvidar las noticias que fluían por los medios de comunicación locales durante el año pasado donde informaban sobre diversos “levantones”, que los desaparecidos del Bambuz, los del Domingo Arrieta, el de las inmediaciones de Excalibur o los que se llevaron saliendo del Instituto Estatal del Deporte (IED), así como el del ex funcionario del municipio de Canelas, quien fue sustraído de las afueras del Hospital General, en fin, fueron muchos los casos y hasta ahora los familiares se preguntan ¿Adónde van los desaparecidos? ¿Dónde los podemos encontrar? ¿Qué está haciendo la autoridad para entregárnoslos?

Recuerdo cómo una madre desesperada con coraje y la impotencia de no poder encontrar a su hijo se presentó en este medio de comunicación para pedir ayuda para localizarlo, al igual que un hermano de otro de los “levantados”, y así se fue manifestando cada uno de los afectados reclamando a la autoridad la falta de resultados en las investigaciones.

CIFRAS OFICIALES

De acuerdo a los datos manejados por este medio de comunicación se tienen registradas 20 personas desaparecidas aquí en la capital, sin contar al comerciante de Santiago Papasquiaro, a otro sujeto de El Oro y a los siete trabajadores madereros que el pasado martes fueron privados de la libertad en San Dimas, por decir algunos.

Cada uno de los casos fue cotejado con la información del titular de la Dirección de Averiguaciones Previas (DAP), Antonio Molina Ravelo, quien comentó que efectivamente no se ha logrado el esclarecimiento de por lo menos estos 20 reportes.

Si bien es cierto, algunos casos en los que se presume la participación de la delincuencia organizada, por la forma como se suscitaron los hechos deberían haberse atraídos por la Procuraduría General de la República (PGR), pues se tiene conocimiento que en la mayoría de los “levantones” hubo presencia de fuertes comandos armados con fusiles de alta potencia y a bordo de unidades de lujo y de reciente modelo, incluso se dio a conocer que los delincuentes portaban uniformes o insignias de corporaciones federales.

EL CORAJE DE UNA MADRE

Lo que sí es un hecho es que los familiares de las personas desaparecidas no han cesado en exigir a la autoridad, cualquiera que sea, estatal o federal, que investiguen y les entreguen a sus parientes, pues la esperanza de tenerlos nuevamente nunca muere, como decía la madre de uno de los privados de la libertad.

Las demandas a la autoridad se han hecho en diferentes formas, han enviado cartas al Gobernador, han realizado Marchas por la Paz tanto en la capital como en el interior del estado, y se han pasado horas, días, semanas y meses en la Procuraduría para saber si hay alguna noticia de sus parientes.

Por la avenida 20 de Noviembre desfiló una multitud hasta llegar al Palacio de Gobierno exigiendo que la autoridad investigue el caso de las desapariciones, las mamás gritaban con coraje que querían justicia, invitaban a la demás gente que a que sumara a su movimiento, esperando a que les dieran noticias de sus seres queridos.

Al igual que la Marcha por la Justicia llevada a cabo en El Salto, Pueblo Nuevo, por familiares de los tres “levantados” en las afueras del IED originarios de ese municipio.

LA ESPERANZA RENACIÓ

Inclusive luego de que el pasado lunes encontraran dos cuerpos sin vida, ya en estado de putrefacción, en un paraje del poblado Contreras, a unos kilómetros de la mancha urbana de esta ciudad, varios de los familiares de los desparecidos acudieron a la Procuraduría con la ilusión quizá de que los restos óseos fueran de sus parientes, o tal vez con la ilusión de que no fueran, por tener la esperanza de que todavía estén vivos.

Molina Ravelo comentó que en su oficina desfilaron varias personas con la intención de identificar los cadáveres, pues aunque no se tiene una fecha exacta de cuándo pudieron haber sido ejecutados no descarta que se pudiera tratar de algunos de los 20 sujetos privados de la libertad el año pasado.

Así mismo, recuerdo cómo algunos de los familiares estaban al pendiente de cada cuerpo sin vida que localizaba la Policía, esperando a que les llamaran para solicitarles que fueran a identificar el cuerpo o bien, sin esperar el aviso de la autoridad, ellos iban a la Morgue para ver si se trataba de su pariente.

Una intensa angustia ha sufrido la gente que por cualquier motivo es separada de un ser querido y aunque ya hayan pasado meses se siguen preguntando al igual que la ciudadanía en general y sin obtener una respuesta ¿Adónde van los desaparecidos?

LAS DOS PRIMERAS VÍCTIMAS

A inicios del mes de abril del año pasado la Procuraduría estatal tuvo conocimiento del “levantón” de Agustín García, quien fue interceptado por varios sujetos armados a bordo de su vehículo por las inmediaciones del billar Excalibur, en pleno centro de la ciudad, y a más de diez meses del suceso Molina Ravelo confirmó que no se tienen noticias de su paradero.

Tampoco se supo nada de la ubicación de Marcos Salgado, quien al llegar a un puesto de mariscos ubicado por la carretera a Mazatlán, también fue sustraído con lujo de violencia por un comando armado el pasado 13 de abril.

En ese momento, aunque las autoridades no daban a conocer los hechos oficialmente, nadie imaginaba la ola de “levantones” que se generaría en la capital del estado, sin contar los innumerables casos que se presentarían en la región lagunera de Durango, al parecer generados por la delincuencia organizada.

IRRUMPIERON EN EL BAMBUZ

La madrugada del 15 de abril en un bar denominado El Bambuz, también en el centro de la ciudad por la calle Negrete, se encontraban Iván Sánchez Pulido, Juan Gerardo Rojero Ávalos, José Arturo Núñez Lozano y Cristian Martínez Cabrera, cuando llegaron varios sujetos fuertemente armados a bordo de por lo menos tres camionetas y a la fuerza se los llevaron.

Los familiares de los cuatro plagiados en su incansable lucha por recuperarlos estuvieron acudiendo a los medios de comunicación para pedir ayuda, pues las autoridades no les otorgaban nada de información, así mismo participaron en Marchas por la Paz y acudieron al Gobierno del Estado para pedir apoyo pero hasta la fecha no hay resultados positivos.

El 25 de abril, aunque este caso no entra en el conteo de las 20 desapariciones, fue privado de la libertad Gustavo Pérez en la cabecera municipal de El Oro.

UN COMANDANTE Y OTRO AGENTE

El 17 de abril el comandante José Quiñones, quien era el dirigente de la Unidad Contra el Crimen Organizado (UCCO) y que acababa de salir de su trabajo, fue “levantado” y sólo se encontró su camioneta abandonada en las inmediaciones del balneario San Juan. El mismo Molina Ravelo aseguró que no se han tenido noticias de él.

Por otra parte, el 12 de enero del presente año se tuvo el conocimiento de la desaparición del agente de la Dirección Estatal de Investigación (DEI), Luis Enrique Antuna Meza, de quien el principio ni los mismos compañeros le tomaron importancia pues pensaban que andaba “dando la vuelta” en algún municipio cercano, sin embargo conforme fueron pasando los días el mismo titular de la corporación Jesús Alberto Alejo Núñez manifestó su preocupación por la ausencia del elemento policiaco.

SE HICIERON PASAR POR FEDERALES

Otro de los casos muy sonados durante el mes de mayo fue cuando el día 14, como a las 4:00 de la mañana, un comando armado a bordo de tres camionetas fue a un domicilio del fraccionamiento Domingo Arrieta y sacó con lujo de violencia a cuatro personas, inclusive uno en silla de ruedas, según lo informó el titular de la DAP, quien añadió que no hay ni pistas de su paradero.

En este caso el comando armado fue interceptado por la Policía Municipal frente a Soriana Madero, ahí estuvieron frente a frente 15 agentes contra 15 presuntos delincuentes, todos armados pero obviamente con mejores fusiles los “malandros”, sólo que para no ser detenidos los raptores se identificaron como agentes federales, inclusive traían identificaciones y uniformes de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y de la Policía Federal Preventiva (PFP), por lo que los preventivos los dejaron ir, sin saber que minutos antes habían “levantado” a los cuatro sujetos en el Domingo Arrieta.

TRES MÁS AFUERA DEL IED

Uno de los casos del que mismo Antonio Molina obtuvo pocos datos fue el que se suscitó en las afueras del Merendero San Pancho, a mediados del mes de mayo, pues aunque no se presentó una denuncia formal, el funcionario tuvo conocimiento de voz de testigos en relación del plagio de una persona, sin que se hubiera conocido más sobre su ubicación.

El 22 de junio varios sujetos armados, quienes al parecer iban por el empresario maderero originario de El Salto, Pueblo Nuevo, de nombre Eduardo Gómez de la Garza, al ver la camioneta de éste la siguieron hasta el libramiento San Ignacio donde bajaron al chofer de nombre Ángel González Adame, pensando que era el primero mencionado y se lo llevaron.

Más tarde, cuando se dieron cuenta de que no era a quien buscaban fueron al IED donde estaba Gómez de la Garza y también se lo llevaron junto con un compañero de nombre Víctor Soto Avendaño, y hasta la fecha ninguno de los tres ha aparecido.

LO ESPERARON AFUERA DEL HOSPITAL

El ex secretario del Ayuntamiento del municipio de Canelas, Reinaldo Jiménez García, fue “levantado” el pasado 23 de septiembre cuando iba saliendo del Hospital General, después de haber ido a visitar a su amigo y ex alcalde del citado municipio, Francisco Javier Cárdenas Gamboa, quien un par de días antes había sido balaceado en Circuito Interior, del fraccionamiento Santa Teresa, por un grupo de sujetos fuertemente armados.

Por último, en diciembre pasado, en una de las calles de la colonia Valle Verde fueron privados de la libertad, de igual manera por un comando armado, tres sujetos que hasta la fecha no han aparecido.

Según los datos que proporcionó el Director de la DAP, dos de ellos llevan el apellido Rangel y del otro por el momento no tenía el dato preciso.