La anticoncepción hormonal oral (AHO) empezó a extenderse en el mundo al principio de los años 60. Representó una auténtica revolución para la mujer y un cambio radical en su rol laboral, social y familiar. Desde ese momento, se puede afirmar que ha sido el método anticonceptivo más utilizado, así como el más estudiado por la literatura, tanto desde un punto de vista farmacológico como clínico.
A lo largo de estos años, la AHO ha evolucionado extraordinariamente en su composición, su dosificación y administración, en búsqueda de una reducción de la carga hormonal, una acomodación al ciclo menstrual de la mujer y de otras aplicaciones beneficiosas para la usuaria.
Entre sus rasgos, destaca su alta eficacia teórica, cifrada en un 99 por ciento, así como la posibilidad de poder ser utilizado durante toda su vida fértil por mujeres sanas. Su índice de fallos es del 0.12 al 0.34 por ciento años/mujer en ensayos clínicos y grupos de población seleccionados. Pero la situación se modifica si se considera a la población general. Entonces, la cifra se sitúa entre el tres y el ocho por ciento. Si se analiza a población de riesgo, como puedan ser adolescentes o mujeres de estratos socioeconómicos bajos, las cifras oscilan del 16 al 20 por ciento.
Se estima que desde los años sesenta hasta la fecha, 150 millones de mujeres han utilizado el método. En la actualidad, simultáneamente, se considera que 60 millones de mujeres lo toman con regularidad (2) (6). En América Latina, aproximadamente podríamos establecer que unas diez millones de mujeres en edad fértil consumen AHO, lo que viene a representar un diez por ciento de la población femenina con capacidad reproductiva. En esta región, por razones difíciles de aquilatar, la duración del tiempo de toma por mujer promedia de seis meses a un año.
Una de las consecuencias más dramáticas y comunes de la falta de cumplimiento son los embarazos no deseados, que en la mayoría de las ocasiones acaban en la interrupción voluntaria del mismo, con sus secuelas emocionales y sociales.
Motivación: Se hace necesario una actitud positiva y favorable de la usuaria respecto a las características del método que ha elegido. Su participación en la selección previa del método es muy recomendable, pues le ayudará a ventajas y beneficios que le aporta en su vida cotidiana. El uso correcto siempre representa una buena motivación.
Continuidad: Cabe entenderla como la ejecución del método a un largo plazo. Es necesario que la mujer sea constante en sus costumbre, para disminuir las interrupciones y abandonos.
El incumplimiento, que pese a su frecuencia es poco conocido por el profesional de la Medicina, se manifiesta de cuatro diferentes maneras:
-Olvidos durante un día o más de la toma.
-Intervalos o pausas entre un ciclo y el siguiente. Pocas mujeres conocen el uso correcto.
-Descansos o interrupciones, sin justificar.
-Abandonos del método las cuatro posibles situaciones acarrean consecuencias muy perniciosas para la mujer, pues, normalmente, no adoptan medidas precautorias ni sustitutivas.
Gracias a la respuesta obtenida se les comunica que los boletos para el evento Mujer Madura Amor Maduro se agotaron, esperando que sea todo un éxito con su presencia ya que ustedes son los principales actores del escenario de la vida.
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