La Feria genera que las ventas de las panaderías locales sufran un decremento, informa la Canainpa.
El Siglo de Durango
A los miembros de la industria panificadora pensar en la Feria les genera tristeza en lugar de alegría. Y es que la experiencia en dicho periodo del año suele ser negativa en cuanto a las ventas en sus negocios.
Guillermo Fernando Flores Gómez, presidente del gremio en la localidad, señala que debido a que la gente se concentra en el recinto ferial- lo que se une a la temporada de calor- se tiene una disminución en sus clientes.
El dirigente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa) reconoce que como organismo no se han acercado a los responsables de organizar los festejos fundacionales para solicitarles espacios pero tampoco les han ofrecido apoyo.
“Lo más importante es que promocionen un poco más los espacios, que estén más accesibles a toda la gente o a todos los comerciantes que estamos legalmente establecidos con el fin de que haya más movimiento y por ende, más cosas que ofrecer y más atractivo”, señala el líder empresarial.
PROBLEMAS
“Resulta un poco difícil para nosotros trasladar maquinaria, equipo, hornos. La gente que viene de fuera ya viene con todo su sistema porque se la pasan de Feria en Feria, vienen con su maquinaria pero para nosotros representaría mucho gasto”, explica.
En el recinto ferial por lo general se observan puestos que ofertan pan tradicional de otras regiones del país, por ejemplo, Tlaxcala. Aquí en Durango los más representativos son la gordita de cuajada, el maíz crudo y el mollete ranchero, diserta el entrevistado, aunque son pocos los que exhiben estos productos en dicho espacio que en esta ocasión será nacional.
“Siempre he pensado que se necesita hacer una reestructuración de cabo a rabo, desde la forma de producir hasta la forma de vender y eso significa una inversión cuantiosa que incluye estudios de mercadeo para poder mantener una venta estable”, expresa.