Ya que está muy próxima a iniciar la feria de Aguascalientes, daremos a conocer algunos datos históricos de la Plaza de Toros San Marcos.
La plaza fue inaugurada el 24 de abril de 1896 y su construcción se realizó en solamente 48 días... don José Dosamantes, dueño de Venadero, convirtió lo que en un principio se consideró como una utopía, en una tangible realidad.
Don José Dosamantes, propietario de la famosa ganadería de reses bravas Venadero, durante varios años se encargó de organizar las corridas de la feria, motivo por el cual se entrevistó con el propietario de la plaza El Buen Gusto, que era Jesús F. López, para tratar las condiciones en que dicho señor arrendaría el vetusto coso.
Desde el primer momento López se puso exigente en el monto de la renta, pues estimaba que podría, dada la afición de Dosamantes y la situación económica bonancible de que disfrutaba, sacarle una buena cantidad como renta de la plaza, para poder salvar una fuerte hipoteca que gravitaba sobre la plaza El Buen Gusto. $5,000.00 fue la cantidad que López pidió como renta, Dosamantes consideró exagerada dicha cantidad, vio que López trataba de aprovechar la circunstancia de la proximidad de las fiestas y que siendo indispensable la celebración de las corridas, tomó la decisión de hacer un nuevo coso taurino.
La noticia de la construcción de la nueva plaza se divulgó rápidamente por toda la ciudad y poblaciones circunvecinas, y aun se cruzaron varias apuestas, entre los que opinaban que era imposible que en un plazo tan corto se realizara una obra de tal magnitud.
Fue tal el interés que despertó el gesto de Dosamantes, que en verdaderas romerías acudía la gente a ver los trabajos (día y noche) de construcción que avanzaban rápidamente.
Los carteles anunciaron para la inauguración de la plaza San Marcos a la cuadrilla del excelente matador español Juan Jiménez “El Ecijano” y toros de Venadero de primera clase, siendo esto un gran atractivo, ya que los toros de primera clase de esa ganadería sólo se lidiaban en la Plaza México por su excesivo costo.
La empresa anunció que en cada corrida de la feria se lidiarían a muerte cinco toros, cosa inusitada en esa plaza en donde solamente se acostumbraba lidiar cuatro, de los cuales tan sólo dos eran a muerte.
Se hizo del conocimiento público que el servicio de la plaza tendría la novedad de que estaría a cargo de un grupo de monosabios y haría el despeje de la plaza un alguacil montando un brioso caballo. Juan Jiménez “El Ecijano” tuvo una de sus tardes más completas, pues despachó a sus cinco toros de otras tantas estocadas. No se acostumbraba todavía otorgar oreja a los matadores, que de haber sido así “El Ecijano” se lleva todos los apéndices auriculares de aquellos estupendos venaderos.
Cinco corridas se celebraron en ese año de la inauguración; y tan buenas fueron todas, que no se devolvió ni un solo toro, y en los cinco festejos los llenos fueron a reventar.
La afición de Aguascalientes, ya para entonces vigorosa e inteligente, se desarrolló a partir del estreno del coso San Marcos de manera muy rápida y notable; y se puede decir que a partir de esa fecha hasta 1913 no hubo domingo que no hubiera corrida en San Marcos, en donde actuaban los mismos diestros que venían contratados para la temporada de México.
En la actualidad, con la construcción de la Plaza Monumental, la San Marcos se utiliza en festejos pequeños, como novilladas y festivales de aficionados prácticos.
