Alberto Balderas
“El Torero de México” nació en la Ciudad de México el ocho de abril de 1910, sus padres fueron don Antonio Balderas y la señora Concepción Reyes de Balderas. Don Antonio, padre de Alberto, fue un destacado violinista, motivo por el cual Alberto en su niñez fue matriculado en el Conservatorio Nacional, en donde fue alumno predilecto del maestro José Rocabruna, quien comprendió que aquel muchacho llegaría a figurar en la música, ya que llegó a tocar perfectamente el violín.
Pero Alberto ya sentía la fiesta de los toros, y una vez que vio a unos toreros con el traje de luces sintió deseos de verse igual, y de acuerdo con su hermano Pancho organizó una cuadrilla y se iban a la Alameda con unos pitones y los capotillos prestados.
Allí iniciaron su carrera, después de una serie de escapadas y de brincos por las bardas de las plazas, hasta que un buen día se tiró de espontáneo en la plaza de Chapultepec. A Alberto y a Pancho Balderas desde chicos, y en todos los trances de su vida, se les vio juntos, se dirigieron a Mixcoac y lograron la amistad del amo de la placita, don Próspero Montes de Oca.
Sus triunfos en Mixcoac hicieron que la empresa del toreo lo presentara en una corrida en que se despedían del público Carlos Lombardini y Samuel Solís. El triunfo del “Torero de México” fue inmenso y le valió que se le abrieran las puertas de nuestra plaza máxima para torear toda la temporada.
Después de una brillante carrera novilleril decide partir a España, presentándose el 23 de junio de 1929 en la Plaza de Vista Alegre de Caranbachel. En la temporada de 1930, después de sumar 27 fechas novilleriles en plazas de la madre patria, toma la alternativa en Morón, afuera de Sevilla, el 19 de septiembre de manos de Manolo Bienvenida, quien le cede el primer toro de Guadalest.
Con cinco corridas más toreadas como matador de toros, regresó a México para actuar en la temporada 1930-1931 con bastante éxito. En mayo de 1931 regresó a España y tuvo el honor de confirmar su alternativa en la cuarta corrida de abono en Madrid; toreó ganado de Villamarta y fue su padrino el “Niño de la Palma”, con el testimonio de Vicente Barrera.
En el bosquejo biográfico escrito por el gran balderista Salvador Ibarra Torres “El Marqués de Saltillo”, relata que hasta la muerte de Alberto Balderas (29 de diciembre de 1940), los tres toreros más queridos por la afición mexicana fueron Antonio Fuentes, Rodolfo Gaona y “El Torero de México”.
Posteriormente seguiremos recordando a Alberto Balderas.
