DAVID LICEAGA
David Liceaga Maciel, iniciador de una de las dinastías más largas en la Historia del Toreo en México, “Amo del Segundo Tercio”. Nació en la Capital de México el 22 de julio de 1913, ejemplo de carácter, de energía y de fe en si mismo es lo que ofreció David Liceaga a través de su brillante historia. Fue un torero largo, destacó en especial en el segundo tercio, donde brilló por su elegancia y fino estilo, estupendo muletero, de grandes recursos.
A través de sus años de lucha, Liceaga tuvo que subir cuatro veces la cuesta para llegar a la cumbre de la victoria, y las adversidades no pudieron jamás abatirlo, a pesar de que vivió días negros y noches de angustia: Primero de becerrista, cuando se presentó y alternó con los niños Bienvenida, después en España al renunciar a la alternativa de México y pelearla de nuevo compitiendo con los novilleros punteros, luego, cuando una racha de infortunio le hizo prescindir de su investidura para actuar otra vez entre las huestes novilleriles y, finalmente, en la Temporada Económica al hacerse ovacionar tarde a tarde para ganar a pulso nuevos contratos y demostrar su casta de torero y sus perfiles de artista y de valiente.
En esta su última etapa de su vida taurina, el Empresario Cracho Peralta llegó a decirle que ni pagando sus toros lo programaría, porque sin cobrar era caro, por la gente que dejaría de asistir a la Plaza.
Finalmente pudo David pisar la arena nuevamente de la Plaza Metropolitana, y su victoriosa campaña en la Temporada Económica se ganó el derecho, por méritos propios, de alternar otra vez con los ases, reconociéndose así su categoría con el respaldo de las orejas y rabos que conquistó a ley, con las ovaciones frenéticas que rubricaron sus triunfos.
David Liceaga Maciel tomó la alternativa el día 11 de enero de 1931, un día antes de ésa fecha, los principales diarios del país publicaron a ocho columnas la Ceremonia del Doctorado de David a celebrarse en el Toreo en un festejo que denominaron “La corrida de Oro de la Temporada”.
El padrino fue el matador hispano Manuel Jiménez “Chicuelo”, con el testimonio de Carmelo Pérez, que reaparecía ante la afición capitalina después de la cornada que en esa misma plaza le infirió “Michín” de San Diego de los Padres en 1929.
David pidió a “Chicuelo” que lo apadrinara, pues le consideraba ser el torero en activo con más arte en ésa época. Le tenía tanta admiración que consideraba que Manuel Jiménez debería de estar incluido dentro de las Bellas Artes. Debemos de hacer mención el nombre del toro de la ceremonia llevó que se llamó “Palillero” de Zacatepec.
De los años 1934 a 1936, David Liceaga realizó largas temporadas por Suramérica y obtuvo clamorosos triunfos en Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú. Durante el 36 tuvo ofrecimientos para regresar a la Madre Patria, pero, además de la enconada pelea administrativa con los diestros hispanos que terminaron por boicotear a los espadas mexicanos a los carteles, se desató la Guerra Civil y los pocos toreros aztecas que se encontraban toreando en esas tierras se vieron obligados a regresar a su país.
Los empresarios mexicanos sacaron provecho de ésa situación, empezaron a poner condiciones inaceptables, postergando injustamente, David, en un arranque de orgullo y casta decide renunciar a la alternativa en julio de 1938.
